"Sumérgete en el océano de emociones tejido por palabras, donde cada verso es un eco del alma y cada estrofa es un viaje hacia la profundidad del corazón: Bienvenido al santuario de la poesía, donde los sueños danzan entre líneas y los sentimientos florecen en cada palabra."

jueves, 31 de enero de 2013

NOCHES DEL MES DE JUNIO



Ciertas noches de junio de aquel año,
casi borrosas, de mi adolescencia
(era en mil novecientos me parece
cuarenta y nueve)
porque en ese mes
sentía siempre una inquietud, una angustia pequeña
lo mismo que el calor que empezaba,
                                                                           nada más
que la especial sonoridad del aire
y una disposición vagamente afectiva.
Eran las noches incurables
                                                        y la calentura.
Las altas horas de estudiante solo
y el libro intempestivo
junto al balcón abierto de par en par (la calle
recién regada desaparecía
abajo, entre el follaje iluminado)
sin un alma que llevar a la boca.
Cuántas veces me acuerdo
de vosotras, lejanas
noches del mes de junio, cuántas veces
me saltaron las lágrimas, las lágrimas
por ser más que un hombre, cuánto quise
morir
            o soñé con venderme al diablo,
que nunca me escuchó.
                                               Pero también
la vida nos sujeta porque precisamente
no es como la esperábamos.

Jaime Gil de Biedma

miércoles, 30 de enero de 2013

AMOR DE HOMBRE



Mi estricta voluntad, mi punta seca
que está domando en ella
oceánicas pasiones y rumores antiguos. El cauterio que aplico
a esa llaga amorosa que, sin forma, palpita.

Si hiero, mato, engendro.
(Su exánime sonrisa me conmueve y me excita.)
Si la acaricio, mido,
sujeto sus equívocos y todas
las suavidades sumas que a la nada convidan.

Hasta que al fin, en sangre,
en su sólo sí misma,
en mi ir traspasando mis pr
opios sentimientos,
la obtengo, mato, muero
.



Gabriel Celaya

martes, 29 de enero de 2013

NORMA Y PARAISO DE LOS NEGROS



Odian la sombra del pájaro
sobre el pleamar de la blanca mejilla
y el conflicto de luz y viento
en el salón de la nieve fría.

Odian la flecha sin cuerpo,
el pañuelo exacto de la despedida,
la aguja que mantiene presión y rosa
en el gramíneo rubor de la sonrisa.

Aman el azul desierto,
las vacilantes expresiones bovinas,
la mentirosa luna de los polos.
la danza curva del agua en la orilla.

Con la ciencia del tronco y el rastro
llenan de nervios luminosos la arcilla
y patinan lúbricos por aguas y arenas
gustando la amarga frescura de su milenaria saliva.

Es por el azul crujiente,
azul sin un gusano ni una huella dormida,
donde los huevos de avestruz quedan eternos
y deambulan intactas las lluvias bailarinas.

Es por el azul sin historia,
azul de una noche sin temor de día,
azul donde el desnudo del viento va quebrando
los camellos sonámbulos de las nubes vacías.

Es allí donde sueñan los torsos bajo la gula de la hierba.
Allí los corales empapan la desesperación de la tinta,
los durmientes borran sus perfiles bajo la madeja de los caracoles
y queda el hueco de la danza sobre las últimas cenizas.


Federico García Lorca

lunes, 28 de enero de 2013

LETRILLAS SATIRICAS




Que acuda a tiempo un galán
con un dicho y un refrán,
bien puede ser;
mas que entendamos por eso
que en Floresta no está impreso,
no puede ser.

Que oiga Menga una canción
con piedad y atención,
bien puede ser;
mas que no sea más piadosa
a dos escudos en prosa,
no puede ser.

Que sea el Padre Presentado
predicador afamado,
bien puede ser;
mas que muchos puntos buenos
no sean estudios ajenos,
no puede ser.

Que una guitarrilla pueda
mucho, después de la queda,
bien puede ser;
mas que no sea necedad
despertar la vecindad,
no puede ser.

Luis de Gongora y Argote

domingo, 27 de enero de 2013

DIURNO DOLIENTE



De pasión sobrante y sueños de ceniza
un pálido palio llevo, un cortejo evidente,
un viento de metal que vive solo,
un sirviente mortal vestido de hambre,
y en lo fresco que baja del árbol, en la esencia del sol
que su salud de astro implanta en las flores,
cuando a mi piel parecida al oro llega el placer,
tú, fantasma coral con pies de tigre,
tú, ocasión funeral, reunión ígnea,
acechando la patria en que sobrevivo
con tus lanzas lunares que tiemblan un poco.

Porque la ventana que el mediodía vacío atraviesa
tiene un día cualquiera mayor aire en sus alas,
el frenesí hincha el traje y el sueño al sombrero,
una abeja extremada arde sin tregua.
Ahora, qué imprevisto paso hace crujir los caminos?
Qué vapor de estación lúgubre, qué rostro de cristal,
y aún más, qué sonido de carro viejo con espigas?
Ay, una a una, la ola que llora y la sal que se triza,
y el tiempo del amor celestial que pasa volando,
han tenido voz de huéspedes y espacio en la espera.

De distancias llevadas a cabo, de resentimientos infieles,
de hereditarias esperanzas mezcladas con Sombra,
de asistencias desgarradoramente dulces
y días de transparente veta y estatua floral,
qué subsiste en mi término escaso, en mi débil producto?
De mi lecho amarillo y de mi substancia estrellada,
quién no es vecino y ausente a la vez?
Un esfuerzo que salta, una flecha de trigo tengo,
y un arco en mi pecho manifiestamente espera,
y un latido delgado, de agua y tenacidad,
como algo que se quiebra perpetuamente,
atraviesa hasta el fondo mis separaciones,
apaga mi poder y propaga mi duelo.



Pablo Neruda

sábado, 26 de enero de 2013

APENAS SU RECUERDO



Sé que tuve una hermana
de azules ojos y melena rubia,
que se llamaba Manolita.

Ella no pudo ver sus sueños
ni disfrutar, siquiera, algún juguete
que plasmara del viaje su destino.
Murió a los nueve años.

Yo apenas la recuerdo.
Con mis tres juegos niños, 
bastante más pequeño, 
mi memoria es la sombra
de una toquilla al sol
cubriendo enfermedades
y una fotografía
que testimonia su belleza.

Dicen que era muy guapa.
Ganó un premio infantil por sus encantos
y fue, hasta que llegaron las bacterias,
una niña feliz.

Murió
calladamente: apagándose.
Igual que se extinguiera
la llama del candil
porque el aceite no llegaba,
cuando padre se hallaba en una guerra
en donde lo civil
marcaba su acepción más ominosa...

Yo tenía una hermana
que falleció a los nueve años.
Tan niño, apenas la recuerdo.
Pero su imagen crece en el cliché
de una infancia sufriendo los horrores
de aquellos que a la sombra
mordían un palillo, temerosos
de que las explosiones
reventaran sus tímpanos,
lo mismo que el amor se reventaba
sobre una sociedad de incomprensiones
que alimentó los virus de su muerte
bajo las amarguras de una guerra.

Nicolás del Hierro

viernes, 25 de enero de 2013

RAÍZ DEL HOMBRE – II



Ardan todas las voces
y quémense los labios;
y en la más alta flor
quede la noche detenida.

Nadie sabe tu nombre ya;
en tu secreta fuerza influyen
la madurez dorada de la estrella
y la noche suspensa,
inmóvil océano.

Amante, todo calla
bajo la voz ardiente de tu nombre.
Amante, todo calla. Tú, sin nombre,
en la noche desnuda de palabras.


Octavio Paz

jueves, 24 de enero de 2013

DESTINO ALEGRE



Nos han abandonado en medio del camino.
Entre la luz íbamos ciegos.
Somos aves de paso, nubes altas de estío,
vagabundos eternos.
Mala gente que pasa cantando por los campos.
Aunque el camino es áspero y son duros los tiempos,
cantamos con el alma. Y no hay un hombre solo
que comprenda la viva razón del canto nuestro.

Vivimos y morimos muertes y vidas de otros.
Sobre nuestras espaldas pesan mucho los muertos.
Su hondo grito nos pide que muramos un poco,
como murieron todos ellos,
que vivamos deprisa, quemando locamente
la vida que ellos no vivieron.

Ríos furiosos, ríos turbios, ríos veloces,
(Pero nadie nos mide lo hondo, sino lo estrecho.)
Mordemos las orillas, derribamos los puentes.
Dicen que vamos ciegos.

Pero vivimos. Llevan nuestras ,aguas la esencia
de las muertes y vidas de vivos y de muertos.
Ya veis si es bien alegre saber a ciencia cierta
que hemos nacido para esto.


José Hierro


miércoles, 23 de enero de 2013

DESNUDOS DE MUJER



¡Oh la dorada carne triunfadora
de esta gentil madona veneciana,
que ha sido Venus, Dánae, Diana,
Eva, Polymnia, Cipris y Pandora!...

¡Oh gloria de los ojos, golosina
eterna del mirar, dulce y fecunda
carne de la mujer, suave y jocunda,
madre del Arte y del vivir divina!

Húmedos labios a besar mil veces...
Líneas de lujuriantes morbideces
que el veneciano sol dora y estuca...

¡Oh el delicioso seno torneado!...
¡Oh el cabello de oro ensortijado
en el divino arranque de la nuca


Manuel Machado

martes, 22 de enero de 2013

A UN ARROYO


Cuando todo era flores tu camino, 
cuando todo era pájaros tu ambiente, 
cediendo de tu curso a la pendiente
 
todo era en ti fugaz y repentino.
Vino el invierno con sus nieblas, vino 
el hielo que hoy estanca tu corriente,
 
y en situación tan triste y diferente
 
ni aún un pálido sol te da el destino.
Y así en la vida el incesante vuelo 
mientras que todo es ilusión, avanza
 
en sólo una hora cuanto mide un cielo.
Y cuando el duelo asoma en lontananza 
entonces como tú cambiada en hielo
 
no puede reflejar ni la esperanza.


Manuel Acuña

lunes, 21 de enero de 2013

CANCION DEL TAJO



Me quiero navegable como el Tajo
y que un hato de lucios o de tencas
salten por mi vientre.
En invierno quiero dar calor a una comarca
y en verano arrancar el escalofrío de un niño.
Me quiero navegable
y que los barcos crujan en mis huesos
y bailen las muchachas
al compás de una orquesta,
que los viejos pesquen en mi orilla
y no falte al arenero su jornal, su vaso de alma.
Me quiero navegable y ser por un momento
reflejo de esos pájaros
que cruzan volando el continente,
nubes a quienes nada importa
quedarse en el camino
o deshacerse como uva en el lagar del cielo.
Me quiero navegable y estar pasando a veces
y cantar a mi modo
canciones muy sencillas y tristes.


Manuel Moya

domingo, 20 de enero de 2013

EL ARMADOR AQUEL DE CASAS RUSTICAS...


                                       

El armador aquel de casas rústicas
habló desde la barca:
ellos, sobre la grava de la orilla,
él flotando en las aguas.

Y la brisa del lago recogía
de su boca parábolas
ojos que ven, oídos que oyen gozan
de bienaventuranza.

Recién nacían por el aire claro
las semillas aladas,
el Sol las revestía con sus rayos,
la brisa las cunaba.

Hasta que al fin cayeron en un libro,
¡ay tragedia del alma!:
ellos tumbados en la grava seca,
y él flotando en el agua.
 
Miguel de Unamuno
 


sábado, 19 de enero de 2013

ARTE POÉTICA



Una vaca pasta en nuestra memoria
la sangre escapa de las ubres
el paisaje es muerto de un disparo

La vaca insiste con su rutina
su cola espanta el aburrimiento
el paisaje resucita en cámara lenta

La vaca abandona el paisaje
continuamos escuchando los mugidos
nuestra memoria pasta ahora
en esa inmensa soledad

El paisaje deja nuestra memoria
las palabras cambian de nombre
nos quedamos llorando
sobre la página en blanco

La vaca pasta ahora en el vacío
las palabras están montadas sobre ella
el lenguaje se burla de nosotros


Mario Meléndez

viernes, 18 de enero de 2013

CORRESPONDENCIAS



La creación es un templo donde vivos pilares
hacen brotar a veces vagas voces oscuras;
por allí pasa el hombre a través de espesuras
de símbolos que observan con ojos familiares.

Como ecos prolongados que a lo lejos se ahogan
en una tenebrosa y profunda unidad,
inmensa cual la noche y cual la claridad,
perfumes y colores y sonidos dialogan.

Laten frescas fragancias como carnes de infantes,
verdes como praderas, dulces como el oboe,
y hay otras corrompidas, gloriosas y triunfantes,

de expansión infinita sus olores henchidos,
como el almizcle, el ámbar, el incienso, el aloe,
que los éxtasis cantan del alma y los sentidos.


Charles Baudelaire

jueves, 17 de enero de 2013

AUTOPSICOGRAFÍA




El poeta es un fingidor.
Finge tan completamente
Que hasta finge que es dolor
El dolor que de veras siente.

Y quienes leen lo que escribe,
Sienten, en el dolor leído,
No los dos que el poeta vive
Sino aquél que no han tenido.

Y así va por su camino,
Distrayendo a la razón,
Ese tren sin real destino
Que se llama corazón.


Fernando Pessoa

miércoles, 16 de enero de 2013

TERCERA PALINODIA: DETRÁS DE LO GRIS



Ah, yo quiero vivir
dentro del orden general
de tu mundo.
Necesito vivir entre los hombres.

Veo un árbol: sus brazos ya en angustia
o ya en delicia lánguida
proclaman su verdad:
su alma de árbol se expresa,
irreductiblemente única.

Pero el hombre que pasa junto a mí
el hombre moderno
con sus radios, con sus quinielas, con sus películas sonoras
con sus automóviles de suntuosa hojalata
o con sus tristes vitaminas,
mudo tras su etiqueta que dice «comunismo» o «democracia» dice,
con apagados ojos y un alma de ceniza
¿que es?, ¿quién es?
¿Es una mancha gris, un monstruo gris?

Monstruo gris, gris profundo,
profundamente oculta sus amores, sus odios,
gris en su casa,
gris en su juego,
en su trabajo, gris,
hombre gris, de gris alma.

Yo quiero, necesito,
mirarle allá a la hondura de los ojos, conocerle,
arrancarle su careta de cemento,
buscarle por detrás de sus tristes rutinas.
Por debajo de sus fórmulas de lorito
real (¡Pase usted! ¡Tanto gusto!),
aventarle sus tumbas de ceniza
huracanarle su cloroformo diario.

Un día llegará en que lo gris se rompa,
y tus bandos resuenen arcangéíicos,
oh gran Dios.

Dime, Dios mío, que tu amor refulge
detrás de la ceniza.
Dame ojos que penetren tras lo gris
la verdad de las almas,
la hermosa desnudez de tu imagen:
el hombre.


Damaso Alonso

martes, 15 de enero de 2013

SALVACION DEL PELIGRO



Esta iluminación de la materia,
con su costumbre y con su armonía,
con sol madurador,
con el toque sin calma de mi pulso,
cuando el aire entra a fondo
en la ansiedad del tacto de mis manos
que tocan sin recelo,
con la alegría del conocimiento,
esta pared sin grietas,
y la puerta maligna, rezumando,
nunca cerrada,
cuando se va la juventud, y con ella la luz,
salvan mi deuda.

Salva mi amor este metal fundido,
este lino que siempre se devana
con agua miel,
y el cerro con palomas,
y la felicidad del cielo,
y la delicadeza de esta lluvia,
y la música del
cauce arenoso del arroyo seco,
y el tomillo rastrero en tierra ocre,
la sombra de la roca a mediodía,
la escayola, el cemento,
el zinc, el níquel,
la calidad del hierro, convertido, afinado
en acero,
los pliegues de la astucia, las avispas del odio,
los peldaños de la desconfianza,
y tu pelo tan dulce,
tu tobillo tan fino y tan bravío,
y el frunce del vestido,
y tu carne cobarde...
Peligrosa la huella, la promesa
entre el ofrecimiento de las cosas
y el de la vida.




Claudio Rodríguez

lunes, 14 de enero de 2013

RIMA VIII


  
Cuando miro el azul horizonte
perderse a lo lejos,
al través de una gasa de polvo
dorado e inquieto,
me parece posible arrancarme
del mísero suelo
y flotar con la niebla dorada
en átomos leves
cual ella deshecho.
Cuando miro de noche en el fondo
oscuro del cielo
las estrellas temblar como ardientes
pupilas de fuego,
me parece posible a do brillan
subir en un vuelo
y anegarme en su luz, y con ellas
en lumbre encendido
fundirme en un beso.
En el mar de la duda en que bogo
ni aun sé lo que creo;
sin embargo estas ansias me dicen
que yo llevo algo
divino aquí dentro.


Gustavo Adolfo Bécquer

domingo, 13 de enero de 2013

BAGDAD



Tenía tanta necesidad de que me amaras,
que nada más llegar te declaré mi amor.
Te quité luces, puentes y autopistas,
ropas artificiales.
Y te dejé desnuda, inexistente casi,
bajo la luna y mía.

A las princesas sumerias,
cuando fueron quemadas con joyas rutilantes,
les brillaban aún sus dientes jóvenes;
se quebraron sus cráneos antes que sus collares;
se fundieron sus ojos antes que sus preseas....
Bajo la luna aún brillaban sus dientes,
mientras te poseí desnuda y mía.



Antonio Gala

sábado, 12 de enero de 2013

PANEGÍRICO AL PULGAR



Ya fue, chabon,
gritan las masas
mientras levan.
Todos se preocupan
por las grasas
todos beban.
No dejemos que los gritos
nos invadan
el ragú.
Total, si te vas
tu,
antiguo Adán
Que nos queda?
...nadan.
Ay chamaco,
Oye buey
vamos mano
adelante pie
fuerza rodilla
aguante dedo pulgar
tú el mas fuerte de los dedos




Aguijonmagico

viernes, 11 de enero de 2013

A UN NARANJO Y A UN LIMONERO



Vistos en una tienda de plantas y flores
Naranjo en maceta, ¡qué triste es tu suerte! 
Medrosas tiritan tus hojas menguadas.
 
Naranjo en la corte, ¡qué pena da verte
 
con tus naranjitas secas y arrugadas!.
Pobre limonero de fruto amarillo 
cual pomo pulido de pálida cera,
 
¡qué pena mirarte, mísero arbolillo
 
criado en mezquino tonel de madera!
De los claros bosques de la Andalucía, 
¿quién os trajo a esta castellana tierra
 
que barren los vientos de la adusta sierra,
 
hijos de los campos de la tierra mía?
¡Gloria de los huertos, árbol limonero, 
que enciendes los frutos de pálido oro,
 
y alumbras del negro cipresal austero
 
las quietas plegarias erguidas en coro;
y fresco naranjo del patio querido, 
del campo risueño y el huerto soñado,
 
siempre en mi recuerdo maduro o florido
 
de frondas y aromas y frutos cargado!

Antonio Machado

jueves, 10 de enero de 2013

LLUVIA



Y caen y caen las gotas
aquí en este hoy como siempre
en el ocre país
donde ya nadie recuerda
ni hace preguntas
Cada uno arduamente
respira el poco aire
que resta y afuera
el tiempo acecha
de toda violencia
Muda en su polvo
olvidada de todo
la lira inmóvil reposa
del dios que nos hizo
de barro y de tiempo
Y estas notas que tremolan
su instante más triste
aún en el viento del mundo
y esta oscura lluvia, ya diluvio
en la casa vacía del alma



Alejandro Drewes

miércoles, 9 de enero de 2013

DE ENTRECASA



No es la gran soledad
son los pequeños vacíos
horas en que la oficina
te fagocita,
exprime.

El tiempo que el niño duerme
su frágil siesta de hilo
y yo administro la rutina
cotidiana y doméstica,
malabarismos de la nada.

No son los grandes dolores
son las pequeñas frustraciones
el diario sin leer
las uñas hace tres días sin pintar
el no poder hacer el dobladillo del vestido de salir
ni necesitarlo.

Gisela Galimi

martes, 8 de enero de 2013

QUEBRÁ LA LUNA




Quebrá la luna entre tus manos,
hacela pedazos
y úntate de su polvo fino y negro.

Protejámonos de los símbolos
y de los sueños,
cubrámonos de las frustraciones
con una costra dura de realidad.

Aceptemos el día como día
y la noche como noche,
pasando por el tiempo
con la espalda recta y los ojos secos;
porque la mente no es dueña de la vida
y los deseos no son las leyes:
hay que acatar la moral y el orden,
revestirnos de una sonrisa de bolsillo,
apretarnos el corazón en un puño
y aceptar el sacrificio.

Gioconda Belli

lunes, 7 de enero de 2013

HE BUSCADO LA LIBERTAD



He buscado la Libertad creyéndome pájaro, viento,
agua que fluye,
He buscado la Libertad en las resonancias del espacio
imaginando mi materia desintegrada
en las radiaciones de mi conciencia
en la luz que me baña desde el cosmos.
He buscado mi Libertad en cada nudo del camino
en mis sueños.
He buscado la Libertad viendo crecer a mi hijo
Y destruirme en ella cuando él ya buscaba
su libertad.
He buscado mi Libertad en mis amores,
en las amistades perdidas, en las nuevas,
en la gente de mi sangre.
He buscado la Libertad en mis libros,
amados libros, en sus olores, en sus historias.
He buscado la Libertad en cada gota de lluvia
en la nieve que cae tan lejos de mi niñez.
En el jardín y en el bosque,
en el río ¡ Ah, el río! plateado, el más ancho.
He buscado y seguiré aún cuando caiga
vencida.
Los sentimientos me hacen esclava.



Ana Maria Manceda

domingo, 6 de enero de 2013

LLEVO ACOSTADA LARGO TIEMPO



Llevo acostada largo tiempo
en la orilla. Mis pechos
son colinas cubiertas de hoja seca.

Levanto la cabeza y me contemplo:
en mis muslos el vello a punto de ser vello,
me incorporo: la hierba a punto de ser hierba,
doy un paso y despierto al agua
a punto de ser agua,
se asusta un ave negra a punto de ser ave a punto
de ser negra....

Un resplandor me ciega:
el bosque me contempla, a punto de ser bosque,
a punto de ser tuya.


Chantal Maillard



sábado, 5 de enero de 2013

CIRCERÍA



A estos hombres
los transformé en versitos
y los confiné en libros y revistas
porque, con los tiempos
que corren, no es cosa
de andar encima procurándoles bellotas
ni margaritas, para los días
de guardar.

En cuanto al Ulises, ése, de Ítaca,
díganle que de áspides, sapos
y mastodontes como él
tengo llena la sartén.
Además, el juego (circense)
de las resurrecciones
no es más una especialidad mía.
Yo ahora, tejo.
Créanme.


Luisa Futoransky

viernes, 4 de enero de 2013

COMO PÁJAROS


    Como un pájaro
    Ella
    Atraviesa las nubes
    Por llegar hasta el cuarto.
    Como un pájaro
    Ella
    En sus plumas de noche
    Hay un brillo de estrellas.
    Como un pájaro
    Ella
    Extendiendo las alas
    Pone el cielo en la cama.
    Como un pájaro
    Ella
    Hace nido en mi pecho
    Picotea mi cuello.
    Como un pájaro
    Ella
    Con graznidos eternos,
    Se la escucha
    Volar.
    Mirada haiku
    El primer beso
    No lo dan los labios
    Es con los ojos.

Ramon de Almagro

jueves, 3 de enero de 2013

J.R.J


Debajo del poema

—laborioso mecánico—,
apretaba las tuercas a un epíteto.
Luego engrasó un adverbio,
dejó la rima a punto,
afinó el ritmo
y pintó de amarillo el artefacto.
Al fin lo puso en marcha, y funcionaba.

—No lo toques ya más,
se dijo.
Pero
no pudo remediarlo:

volvió a empezar,
rompió los octosílabos,
los juntó todos,
cambio por sinestesias las metáforas,
aceleró...
mas nada sucedía.
Soltó un tropo,
dejó todas las piezas
en una lata malva,
y se marchó,
cansado de su nombre.


Angel Gonzalez

miércoles, 2 de enero de 2013

DEJADME DUDAR




Dejad que la furia del viento
me envuelva y me arrastre.
Dejad que estampe mi cuerpo
contra el voluble rostro de una nube gris.

Dejad que raudos caudales
mis pies desarraiguen del polvo
y en su vorágine me lleven
a las aguas de un desconocido mar.

Dejad que un ave cualquiera en sus garras
arrebate del mundo mi sombra
y me lleve en su ruta emigrante
más allá del horizonte, al confín.

No dejéis que aferre en su vientre
mi vuelo la ciénaga
ni que ahogue mis ansias de mares
las redes perversas de un mal pescador.
No dejéis que muera en la boca necia
que se dice fontanal de sabios.

Dejadme dudar,
dejadme dudar.


Teresa Sanchez Martín

martes, 1 de enero de 2013

AMANTE



Lo que yo no quiero
es darte palabras de ensueño,
ni propagar imagen con mis labios
en tu frente, ni con mi beso.

La punta de tu dedo,
con tu uña rosa, para mi gesto
tomo, y, en el aire hecho,
te la devuelvo.

De tu almohada, la gracia y el hueco.
Y el calor de tus ojos, ajenos.
Y la luz de tus pechos
secretos.

Como la luna en primavera,
una ventana
nos da amarilla lumbre. Y un estrecho
latir
parece que refluye a ti de mí.

No es eso. No será. Tu sentido verdadero
me lo ha dado ya el resto,
el bonito secreto,
el graciosillo hoyuelo,
la linda comisura
y el mañanero
desperezo.

Vicente Aleixandre