"Sumérgete en el océano de emociones tejido por palabras, donde cada verso es un eco del alma y cada estrofa es un viaje hacia la profundidad del corazón: Bienvenido al santuario de la poesía, donde los sueños danzan entre líneas y los sentimientos florecen en cada palabra."

martes, 30 de abril de 2013

KOAN DE LA iILUMINACION



-Maestro ¿qué es la sabiduría?
-La no pregunta

-Maestro ¿qué es la renuncia?
-Contemplar las estrellas sin ojos

-Maestro ¿qué es la iluminación?
-Quedarte sin brazos y tocar la noche

-Maestro ¿cómo alcanzar la sabiduría?
-Quema el papel, la pluma y el báculo
-¿Por qué he de hacerlo?
-Siente en tu rostro el invierno.



Leo Zelada

lunes, 29 de abril de 2013

ESBOZO



Gruesos lazos de sombra
me amarran a la cama;
los ojos muy abiertos
ven huecos en la nada
mientras la brisa pasa
hurgando en la persiana
tiritando de grillos
y de leves fantasmas
disfrazados de lumbre
que las luciérnagas pálidas
le prestan en la noche
como estrellas aladas.

De pronto en las tinieblas
sobre el lienzo del tiempo
diseñado en recuerdos
mi retrato percibo;
mezclados los colores
con gruesas pinceladas
de trazos definidos.
Blanco puro, negro sombrío,
brillante rojo y suave verde nilo.

No hay paleta que alcance
para un retrato mío.


Maybell Lebron

domingo, 28 de abril de 2013

EL DIOS DUERME



A Julieta, sobre la tumba de Julio
El Dios duerme su gloria a tu amparo, Julieta;
Una lanza de amor en tu brazo sonrosa;
Su berceuse fue blanca, tu berceuse es violeta...
Eras rosa en su lecho, eres lirio en su fosa.

-Las serpientes del mundo, apuntadas acechan
Las palomas celestes que en tu carne sospechan-.

El dios duerme, Julieta; su almohada es de estrellas
Pulidas por tu mano, y tu sombra es su manto;
La veladora insomne de tu mirada estrellas
En la Noche, rival única de tu encanto.

-Y las bellas serpientes, encendidas, meditan
En las suaves palomas que en tu cuerpo dormitan-.

Y el dios despertará nadie sabe en qué día,
Nadie sueña en qué tierra de glorificación.
Si se durmió llorando, que al despertar sonría...
En el vaso de luna de tu melancolía
Salva como un diamante rosa tu corazón.

¡Y sálvalo de Todo sobre tu corazón!


Delmira Agustini

sábado, 27 de abril de 2013

EN UN ÁLBUM



La belleza más pura y delicada
Se refleja en tu rostro juvenil,
Eres ninfa risueña, eres un hada,
Eres flor de algún célico pensil.

Es tu espesa y sedosa cabellera
Una inmensa cascada de hebras de oro,
La corona de un rey jamás valiera
Lo que vale ese aurífero tesoro.

Dos azules zafiros son tus ojos,
Que iluminan tu rostro angelical,
Y tus labios delgados son tan rojos
Que podrían llamarse de coral.

Son tus manos dos blancas mariposas
O dos flores talladas en marfil,
Y tus frescas mejillas son dos rosas
Que recién ha entreabierto el sol de Abril.

Es mi estilo muy tosco e imperfecto
Y no puedo expresar, en su rudeza,
Lo que vale tu rostro tan perfecto,
Desbordante de célica belleza.


Delmira Agustini

viernes, 26 de abril de 2013

SOY TRANSPARENTE



Soy transparente
no porque sea bella
etérea, luminiscente,
soy transparente
porque soy mama
de un hijo adolescente.
 
El vaga por la casa
repartiendo de forma dadivosa
calzones, medias, zapatillas.
soberbia juventud sonámbula
no me ve, no me oye
pasa a mi lado
de figura de fantasma
dejándome la estela
del perfume a esperanza,
y se prende, mi amor
en ese aroma.
 
Yo sé
que estoy sembrando semillas
que germinaran
cuando él sea padre,
mientras tanto
desde mi transparencia
armo todo los días
este hogar de plantas
perros y gatos.
 
Soy transparente
tengo un hijo adolescente
pero sé
que en la historia de mi vida
esto es solo un rato.


Ana Maria Manceda


jueves, 25 de abril de 2013

PEREGRINAJE



A Elizabeth Azcona Cranwell 

Llamé, llamé como la náufraga dichosa
a las olas verdugas
que conocen el verdadero nombre
de la muerte.

He llamado al viento,
le confié mi ser.

Pero un pájaro muerto
vuela hacia la desesperanza
en medio de la música
cuando brujas y flores
cortan la mano de la bruma.
Un pájaro muerto llamado azul.

No es la soledad con alas,
es el silencio de la prisionera,
es la mudez de pájaros y viento,
es el mundo enojado con mi risa
o los guardianes del infierno
rompiendo mis cartas.

He llamado, he llamado.
He llamado hacia nunca.

Alejandra Pizarnik


miércoles, 24 de abril de 2013

ROSA DE ESCÁNDALO


Cuando el hombre se extinga,

cuando la estirpe humana al fin se acabe,
todo lo que ha creado
comenzará a agitarse,
a ser de nuevo,
a comportarse libremente
—como
los niños que se quedan
solos en casa
cuando sus padres salen por la noche.

Héctor conseguirá humillar a Aquiles,
Luzbel volverá a ser lo que era antes,
fornicará Susana con los viejos,
avanzará un gran monte hacia Mahoma.

Cuando el hombre se acabe
—cualquier día—,
un crepitar de polvo y de papeles
proclamará al silencio

la frágil realidad de sus mentiras.



Angel Gonzalez

martes, 23 de abril de 2013

DESEO SER OLA



Puedes sentarte a observarla,
verter tus ojos al mar
o bien vararte en la orilla
para que la próxima pleamar te una a ella.

Si es así, en ella me encontrarás
saciando mi deseo de ser ola
para subir bien alto
allá donde se besa al viento
y sus dedos trenzan melenas blancas.

Quiero ser ola,
agua cíclica de perenne regreso,
curtir pieles de anzuelo,
sonreírle nocturno al voyeurismo del faro
arrastrarme hasta las profundidades
donde encontraré el caminar de mi pueblo.

Si es así, si se cumple
mi deseo de ser ola
me sumergiré preguntándome —confuso,
revolcado, oscuro— la justificación de mi venida,
buscaré el tapón desde donde desaguar
praderas de poseidonia, refugio enmarañado
de los misterios que nos llevan a ser ola
o adiós a la vida.

Seré cómplice de Yemanjá
cuando le entregue, envueltos en mi manto
de silencio, aves migratorias a la deriva
flotando entre algas de desarraigo.

Seré ola y testigo
del beso en la frente
de la última de las madres.


Adrián Ballester Cerezo

lunes, 22 de abril de 2013

Y 14



Tan lejos va el recuerdo, tan lejana
la imagen –esta noche- del pasado,
tan parece mentira lo soñado
como la realidad de fiel mañana.
 
Esfumándose va, materia vana,
aquello que en mi mente está grabado,
y no sé si es real o imaginado
todo aquel mundo donde anduve ufana.
 
Instantes son de angustia, cuando veo
cómo se me deshace lo que un día
fuera luz y verdad resplandeciente.
 
Yo quisiera creer, y ya no creo.
Allí me miro. Y era. Allí vivía.
Hoy sólo sombras luchan en mi mente.

Elena Marin Vivaldi

domingo, 21 de abril de 2013

ANTES DE SER MADURO



Todavía la vieja tentación
de los cuerpos felices y de la juventud
tiene atractivo para mí,
no me deja dormir
y esta noche me excita.

Porque alguien contó historias
de pescadores en la playa,
cuando vuelven: la raya del amanecer
marcando, lívida, el límite del mar,
y asan sardinas frescas
en espetones, sobre la arena. 

Lo imagino enseguida.
Y me coge un deseo de vivir
y ver amanecer, acostándote tarde,
que no está en proporción con la edad que ya tengo.
Aunque quizás alivie despertarse
a otro ritmo, mañana. 

                                Liberado
de las exaltaciones de esta noche,
de sus fantasmas en blue jeans.
Como libros leídos han pasado los años
que van quedando lejos, ya sin razón de ser
—obras de otro momento. 

                                    Y el ansia de llorar
y el roce de la sábana, que me tenía inquieto
en las odiosas noches de verano,
el lujo de impaciencia y el don de la elegía
y el don de disciplina aplicada al ensueño,
mi fe en la gran historia... 

Soldado de la guerra perdida de la vida,
mataron mi caballo, casi no lo recuerdo.
Hasta que me estremece
un ramalazo de sensualidad.

Envejecer tiene su gracias. 

Es igual que de joven
aprender a bailar, plegarse a un ritmo
más insistente que nuestra experiencia.
Y procura también cierto instintivo
placer curioso,
una segunda naturaleza.


Jaime Gil de Biedma

sábado, 20 de abril de 2013

LAS AFUERAS


I
La noche se afianza
sin respiro, lo mismo que un esfuerzo.
Más despacio, sin brisa
benévola que en un instante aviva
el dudoso cansancio, precipita
la solución del sueño.
Desde luces iguales
un alto muro de ventanas vela.

Carne a solas insomne, cuerpos
como la mano cercenada yacen,
se asoman, buscan el amor del aire
-y la brasa que apuran ilumina
ojos donde no duerme
la ansiedad, la infinita esperanza con que aflige
la noche cuando vuelve.
II
¿Quién? Quién es el dormido?
Si me callo, respira?
Alguien está presente
que duerme en las afueras.

Las afueras son grandes,
abrigadas, profundas.
Lo sé pero, no hay quién
me sepa decir más?

Están casi a la mano
y anochece el camino
sin decimos en dónde
querríamos dormir.

Pasa el viento. Le llamo?

Si subiera al salón
familiar del octubre
el templado silencio
se aterraría.

Y quizá me asustara
yo también si él me dice
irreparablemente
quién duerme en las afueras.
III
Ciudad
            ya tan lejana!

Lejana junto al mar: tardes de puerto
y desamparo errante de los muelles.
Se obstinarán crecientes las mareas
por las horas de allá.

Y serán un rumor,
un pálpito que puja endormeciéndose:
cuando asoman las luces de la noche
sobre el mar.

Más, cada vez más honda
conmigo vas, ciudad,
como un amor hundido,
irreparable.

A veces ola y otra vez silencio.

 
Jaime Gil de Biedma


viernes, 19 de abril de 2013

A JUPITER




Tonante monseñor, ¿de cuándo acá
Fulminas jovenetos? Yo no sé
Cuánta pluma ensillaste para el que
Sirviéndote la copa aún hoy está.

El garzón frigio, a quien de bello da
Tanto la antigüedad, besara el pie
Al que mucho de España esplendor fue,
Y poca, mas fatal, ceniza es ya.

Ministro, no grifaño, duro sí,
Que en Líparis Estérope forjó
(Piedra digo bezahar de otro Pirú)
Las hojas infamó de un alhelí,
Y los Acroceraunios montes no. 

¡Oh Júpiter, oh, tú, mil veces tú!


Luis de Gongora y Argote

jueves, 18 de abril de 2013

PÔR ESTOS SOTOS, ANTES QUE NOSOTROS




Por estos sotos, antes que nosotros,
Pasaba el viento cuando no había viento.
Y hablaban las hojas
De distinta manera que hoy.
Pasamos y nos agitamos en balde.

No en lo que existe hacemos mayor ruido
Que las hojas del árbol
O los pasos del viento.

Tratemos, pues, con abandono asiduo,
De entregarle a Natura nuestro esfuerzo
Y no querer más vida
Que la de árboles verdes.

Inútilmente parecemos grandes.
Salvo nosotros, nada por el mundo honra su grandeza
Ni sin querer nos sirve.

Si aquí en la arena, junto al mar, mi indicio
Con ondas sólo tres el mar apaga.


Fernando Pessoa

miércoles, 17 de abril de 2013

DIDÁCTICO


Joven argentino 
si tienes entre 35 y 25 años
 
quizá no sepas lo que quiere decir ford falcón
 
probablemente
 
te hablaron de un automóvil noble
 
un fierro forjado
 
en faraónicas fábricas fordistas
 
duro de romper
 
lleno de mecánicas bondades
 
pero si realmente querés saber lo que quiere decir ford falcon
 
deberás preguntarle
 
a los que no se van a olvidar de daniel
 
a las multitudes silenciosas de horacio
 
a los treintamil de amalia
 
o las fotos de gardel que el cacho sueñó colgadas en los coches esos
 
y si no
 
pregúntele a sus jodidos padres
 
y si no obtienen una respuesta que trascienda la virtud mecánica de la bestia
 
es porque ellos no quisieron preguntarse
 
y mucho menos responderles


Daniel Barroso

martes, 16 de abril de 2013

PERFUME EÓTICO



Cuando entorno los ojos bajo el sol otoñal
Y respiro el aroma de tu cálido seno,
Ante mí se perfilan felices litorales
Que deslumbran los fuegos de un implacable sol.

Una isla perezosa donde Naturaleza
Produce árboles únicos y frutos sabrosísimos,
Hombres que ostentan cuerpos ágiles y delgados
Y mujeres con ojos donde pinta el asombro.

Guiado por tu aroma hacia mágicos climas
Veo un puerto colmado de velas y de mástiles
Todavía fatigados del oleaje marino,

Mientras del tamarindo el ligero perfume,
Que circula en el aire y mi nariz dilata,
En mi alma se mezcla al canto marinero.


Charles Baudelaire

lunes, 15 de abril de 2013

DE PROFUNDIS



Si vais por la carretera del arrabal, apartaos, no os inficione mi pestilencia.
El dedo de mi Dios me ha señalado: odre de putrefacción quiso que fuera este mi cuerpo,
y una ramera de solicitaciones mi alma,
no una ramera fastuosa de las que hacen languidecer de amor al príncipe
sobre el cabezo del valle, en el palacete de verano,
sino una loba del arrabal, acoceada por los trajinantes,
que ya ha olvidado las palabras de amor,
y sólo puede pedir unas monedas de cobre en la cantonada.

Yo soy la piltrafa que el tablajero arroja al perro del mendigo,
y el perro del mendigo arroja al muladar.
Pero desde la mina de las maldades, desde el pozo de la miseria,
mi corazón se ha levantado hasta mi Dios,
y le ha dicho: Oh Señor, tú que has hecho también la podredumbre,
mírame,
Yo soy el orujo exprimido en el año de la mala cosecha,
yo soy el excremento del can sarnoso,
el zapato sin suela en el carnero del camposanto,
yo soy el montoncito de estiércol a medio hacer, que nadie compra
y donde casi ni escarban las gallinas.

Pero te amo,
pero te amo frenéticamente.
¡Déjame, déjame fermentar en tu amor,

deja que me pudra hasta la entraña,
que se me aniquilen hasta las últimas briznas de mi ser,
para que un día sea mantillo de tus huertos!


Damaso Alonso

domingo, 14 de abril de 2013

SONETO 5



Mientras por competir con tu cabello,
oro bruñido al sol relumbra en vano;
mientras con menosprecio en medio el llano
mira tu blanca frente el lilio bello;

mientras a cada labio, por cogello,
siguen más ojos que al clavel temprano;
y mientras triunfa con desdén lozano
del luciente cristal tu gentil cuello;

goza cuello, cabello, labio y frente,
antes que lo que fue en tu edad dorada
oro, lilio, clavel, cristal luciente,

no sólo en plata o vïola troncada
se vuelva, mas tú y ello juntamente
en tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada.


Luis de Gongora y Argote

sábado, 13 de abril de 2013

HUIDA DE NUEVA YORK


DOS VALSES HACIA LA CIVILIZACIÓN

PEQUEÑO VALS VIENES

En Viena hay diez muchachas,
un hombro donde solloza la muerte
y un bosque de palomas disecadas.
Hay un fragmento de la mañana
en el museo de la escarcha.
Hay un salón con mil ventanas.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals con la boca cerrada.
Este vals, este vals, este vals,
de sí, de muerte y de coñac
que moja su cola en el mar.
Te quiero, te quiero, te quiero,
con la butaca y el libro muerto,
por el melancólico pasillo,
en el oscuro desván del lirio,
en nuestra cama de la luna
y en la danza que sueña la tortuga.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals de quebrada cintura.
En Viena hay cuatro espejos
donde juegan tu boca y los ecos.
Hay una muerte para piano
que pinta de azul a los muchachos.
Hay mendigos por los tejados.
Hay frescas guirnaldas de llanto.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals que se muere en mis brazos.
Porque te quiero, te quiero, amor mío,
en el desván donde juegan los niños,
soñando viejas luces de Hungría
por los rumores de la tarde tibia,
viendo ovejas y lirios de nieve
por el silencio oscuro de tu frente.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals del "Te quiero siempre".
En Viena bailaré contigo
con un disfraz que tenga
cabeza de río.
¡Mira qué orilla tengo de jacintos!
Dejaré mi boca entre tus piernas,
mi alma en fotografías y azucenas,
y en las ondas oscuras de tu andar
quiero, amor mío, amor mío, dejar,
violín y sepulcro, las cintas del vals.


Federico García Lorca

viernes, 12 de abril de 2013

AMPARO-EZBÁ

Indecisa y cambiante, ¿eres amor o muerte?
¡Ay, ven, Amparo-Ezbá, que te estoy esperando!
Es la palpitación de origen quien podría
acogerte, y besarte, y ofrecerte un refugio
caliente de jazz-hot y trances convulsivos
como, cuando bailando, se pierde la conciencia.


Ven tú, amorosa, ven como la noche crece,
deseo sin objeto, tú que eres el no-objeto
y el placer imposible que en el límite busca
infinitudes ciegas. ¡Ay, no-tú, Ezbá, no-sí,
sí, ven, Ezbá, indecisa, transparente, inasible,
temblorosa de luces, soñadora, engañosa,
tú, tejido del iris, centelleo, sonrisa
hasta mi dulce llanto y a esos gritos salvajes
que no son el amor, o sí son, o al no ser
te llaman desde el centro del tornasol nocturno,
tiránica, traviesa, fascinante, escapada,
y niña, y absorbente como un vórtice suave,
y riendo, riendo, mortal como un pecado
que no existe mas haces con tu burla que exista,
tan cruel, encantadora, pasajera, incitante,
que líquida, impalpable, movimiento sin móvil,
descubres, deshuesada, la santa realidad!


Entonces flota el mundo casi feliz, dudoso,
y el recuerdo anochece lentísimo en la brisa.
Y tú, nunca creída, y tú, siempre sabida,
te ofreces para nada, te niegas para más,
como un antiguo ensalmo y un susurro al oído,
cuando ya todo duerme, y tú casi nos hablas,
o nos cantas, nos rezas, entonteces con nanas.


¡Oh tú, dime quién eres! ¡Oh Ezba, dime si existes!


Gabriel Celaya



jueves, 11 de abril de 2013

HACIA LAS CUMBRES IBA...



Primer acorde. Alhambra

Hacia las cumbres iba,
hacia las verdes cumbres, su deseo.
Allí aprendió que la melancolía,
cuerpo lento del tiempo,
cuerpo del agua frágil detenida
en los vasos secretos,
a conformar empieza la memoria.

Lleno de suaves algas y de pétalos
sumergidos, de platas indecisas
y de leves luceros,
allí esperó que la frescura nítida
y los blandos oreos
condujesen su sed, su amor, su dicha
sin nombre hasta los cielos,
las visiones perfectas, la precisa
iniciación del vuelo
y supo allí que la belleza efímera
es de toda verdad fuente y espejo.
 
Antonio Carvajal

miércoles, 10 de abril de 2013

MENSAJE A LAS ESTATUAS



Vosotras, piedras
violentamente deformadas,
rotas
por el golpe preciso del cincel,
exhibiréis aún durante siglos
el último perfil que os dejaron:
senos inconmovibles a un suspiro,
firmes
piernas que desconocen la fatiga,
músculos
tensos
en su esfuerzo inútil,
cabelleras que el viento
no despeina,
ojos abiertos que la luz rechazan.
Pero
vuestra arrogancia
inmóvil, vuestra fría
belleza,
la desdeñosa fe del inmutable
gesto, acabarán
un día.
El tiempo es más tenaz.
La tierra espera
por vosotras también.
En ella caeréis por vuestro peso,
seréis,
si no cenizas,
ruinas,
polvo, y vuestra
soñada eternidad será la nada.
Hacia la piedra regresaréis piedra,
indiferente mineral, hundido
escombro,
después de haber vivido el duro, ilustre,
solemne, victorioso, ecuestre sueño
de una gloria erigida a la memoria
de algo también disperso en el olvido.

Angel Gonzalez

martes, 9 de abril de 2013

SEVILLANAS PARA EL ROCIO



La marisma se llena
del sol de Mayo
y recibe a la Virgen
bajo su palio.
Y el sol la besa
encendiendo en el día
tan blanca estrella.

La Virgen del Rocío
marcha a su ermita
porque el aire la pone
muy morenita.
Y es una broma
que no puedan llamarla
"BLANCA PALOMA".

Yo voy a estar cantando
tantos cantares
como mi vestido
tiene lunares...
Y voy a cantar
hasta que en su volantes
no quede un lunar.

En su falda lunares
y en su pañuelo;
lunares en su cara
y hasta en el cielo;
que las estrellas
son lunares que tienen
las noches bellas.

En los vuelos graciosos
de mis volantes,
me traigo los suspiros
de cien amantes.
Paloma mía
dime Tú cual merece
mi compañía. 


Alvarez Quintero

lunes, 8 de abril de 2013

DE SILENTIO



De ti, de nosotros
habla el Libro
y toda fábula posible
el juicio en suspenso
de una sola y tensa
gota de tiempo
 
El silencio de Dios
frente a Sara
y el arduo camino
de luz que nos llega
muy tarde a los ojos
y tan ciega la fuerza
  
Del mundo la sombra
furtiva en el espejo
móvil de unos ojos
vieras. Y en la leve
piedra buscando el hondísimo
fondo, lo eternamente otro
 
Y esa misma angustia
como el ojo insomne
del búho enfoca la presa
mudable. Pues todo ha sido
dicho eternamente
y todas las cifras
se han vuelto una
sola sombra y convergen 


       Alejandro Drewes

domingo, 7 de abril de 2013

ENGENDRANDO LA PACIENCIA



Engendrando la paciencia
la voz de la madre regresa
sin ningún recelo
por saber de la espera.

Ninguna musicalidad
– desviviéndose en resguardos –
esconde lucidez tan inquietante
como la de convidar a las fieras
– recién paridas –
a permanecer al acecho.

No me interesa la quijada silente
ni ningún verbo que apaciente presagios
cuanto más acallar sospechas
o sucesiones de gritos.

Cualquier predicción que aventure
un tiempo futuro
pronostica que nazco y muero cada día:

justamente
al hablar con la voz de la madre
y tornarse carne su palabra.


M. Nieves Caceres

sábado, 6 de abril de 2013

RUINAS


 
Memorias venerandas de otros días,
soberbios monumentos,
del pasado esplendor reliquias frías,
donde el arte vertió sus fantasías,
donde el alma expresó sus pensamientos.

Al veros ¡ay! con rapidez que pasma
por la angustiada mente
que sueña con la gloria y se entusiasma
la bella historia de otra edad luciente.

¡Oh, Quisqueya! Las ciencias agrupadas
te alzaron en sus hombros
del mundo a las atónitas miradas;
y hoy nos cuenta tus glorias olvidadas
la brisa que solloza en tus escombros.

Ayer, cuando las artes florecientes
su imperio aquí fijaron
y creaciones tuviste eminentes,
fuiste pasmo y asombro de las gentes,
y la Atenas moderna te llamaron.

Águila audaz que rápida tendiste
tus alas al vacío
y por sobre las nubes te meciste:
¿por qué te miro desolada y triste?
¿dó está de tu grandeza el poderío?

Vinieron años de amarguras tantas,
de tanta servidumbre;
que hoy esa historia al recordar te espantas,
porque inerme, de un dueño ante las plantas,
humillada te vio la muchedumbre.

Y las artes entonces, inactivas,
murieron en tu suelo,
se abatieron tus cúpulas altivas,
y las ciencias tendieron, fugitivas,
a otras regiones, con dolor, su vuelo.

¡Oh, mi Antilla infeliz que el alma adora!
Doquiera que la vista
ávida gira en tu entusiasmo ahora,
una ruina denuncia acusadora
las muertas glorias de tu genio artista.

¡Patria desventurada! ¿Qué anatema
cayó sobre tu frente?
Levanta ya de tu indolencia extrema:
la hora sonó de redención suprema
y ¡ay, si desmayas en la lid presente!

Pero vano temor: ya decidida
hacia el futuro avanzas;
ya del sueño despiertas a la vista,
y a la gloria te vas engrandecida
en alas de risueñas esperanzas.

Lucha, insiste, tus títulos reclama:
que el fuego de tu zona
preste a tu genio su potente llama,
y entre el aplauso que te dé la fama
vuelve a ceñirte la triunfal corona.

Que mientras sueño para ti una palma,
y al porvenir caminas,
no más se oprimirá de angustia el alma
cuando contemple en la callada calma
la majestad solemne de tus ruinas.

Salome Ureña de Henrriquez



viernes, 5 de abril de 2013

VIAJE ALADO



Hoy me acerco a tu alma
con las manos amarillas de pájaros.
La mirada corriendo por el cielo,
y una leve llovizna entre mis labios.

Saltando claridades
he recogido el sol en los tejados,
y una nube ligera que pasaba
me prestó sus sandalias de aire blando.

La tierra se ha colgado a mis sandalias
y es un tren de emoción hasta tus brazos,
donde las rosas sin querer se fueron
unidas a la ruta de mi canto.

La tragedia del mundo
de mi senda de amor se ha separado,
y hay un aire muy suave en cada estrella
removiéndome el polvo de los años.

Hasta mi cara en vuelo
las cortinas del mar se me treparon,
y mis ojos se unieron a los ojos
de todas las pupilas del espacio.

Anudando emociones
sorprendí una sonrisa entre mis manos
caída desde el pájaro más vivo
que se asomó a mirar mi viaje alado.

Por encima del ruido de los hombres
una larga ilusión se fue rodando,
y dio a inclinar la sombra de mi mente
en el rayo de luz de tu regazo.

Como corola al viento,
todo el cosmos abrióseme a mi paso,
y se quedó en el pétalo más rosa
de esta flor de ilusión que hasta ti alargo...


Julia de Burgos

jueves, 4 de abril de 2013

PRINCIPIO DEL PRINCIPIO




Puedo soltarme el pelo
abandonarme en vos
estarme quieta.
Desordenar el sol en nuestra casa
volver sobre mi
y encontrarte.
Dejar el equipaje,
disfrutarlo:
mi tierra prometida son tus manos.


Gisela Galimi


miércoles, 3 de abril de 2013

AGUA Y LUZ



En espacios desmedidos,
playa extensa, solitaria.
El mar inspira, expira,
su respiración de agua.

Cuando al fin se despereza,
la luz se despliega plana
al mirador de los ojos 
donde se desborda el agua, 
donde el corazón se expande 
sobre la piel de la playa.

Al pie del acantilado, luz, 
luz que en el mar se baña,
la tierra le tira besos 
con labios verde esmeralda, 
Dios se mira en el espejo 
azul de cielo en el agua.

Pleamar suelta compuertas 
que yo he de volver mañana 
para que nadie profane 
la virgen arena blanca. 

Pero si nunca regreso, 
oh mar y sé que me llamas, 
volveré a leer los versos 
de mis huellas olvidadas, 
envolveré mis silencios 
en cobertores de algas 
y dormiré sobre hierba
soñando con marejadas. 

Cuando la tarde me borre 
la silueta desdichada, 
oh infinito, rompe fuerte 
tu aliento sobre la playa 
que yo olvidaré mis pasos 
y escribiré sobre el agua. 

Teresa Sanchez Martín

martes, 2 de abril de 2013

MUERTE MIA



(Del libro Secreta isla) 
La muerte no es quedarme
con las manos ancladas
como barcos inútiles
a mis propias orillas,
ni tener en los ojos,
tras la sombra del párpado
el último paisaje
hundiéndose en sí mismo.

La muerte no es sentirme
fija en la tierra oscura
mientras mueve la noche
su gajo de luceros,
y mueve el mar profundo
las naves y los peces,
y el viento mueve estíos,
otoños, primaveras.

¡Otra cosa es la muerte!

Decir tu nombre una
y otra vez en la niebla
sin que tornes el rostro
a mi rostro, es la muerte.
Y estar de ti lejana
cuando dices "La tarde
vuela sobre las rosas
como un ala de oro".


La muerte es ir borrando
caminos de regreso
y llegar con mis lágrimas
a un país sin nosotros
y es saber qué pregunta
mi corazón en vano
por tu melancolía 
Otra cosa es la muerte. 

Meira Delmar

lunes, 1 de abril de 2013

EL ALA DE UN RECUERDO



Como un aire suave que el verano
nos deja entre la carne y acaricia,
trayéndonos, ausente, la primicia

de un otoño amarillo y más cercano.
Como un agua que llega hasta la mano,
sedienta de esperanza, y la delicia

de su frescura por la sangre inicia,
y calma el corazón. Así, lejano,
en brisas de nostalgias florecido,

el ala de un recuerdo, silencioso,
ha rozado mi alma, y, suavemente,
desde el umbral oscuro del olvido,

un sueño, de su noche, milagroso,
llega claro a mi sed con voz ausente.

Elena Marin Vivaldi