"Sumérgete en el océano de emociones tejido por palabras, donde cada verso es un eco del alma y cada estrofa es un viaje hacia la profundidad del corazón: Bienvenido al santuario de la poesía, donde los sueños danzan entre líneas y los sentimientos florecen en cada palabra."

lunes, 30 de noviembre de 2015

A UN VIEJO POETA



Caminas por el campo de Castilla
y casi no lo ves. Un intrincado
versículo de Juan es tu cuidado
y apenas reparaste en la amarilla

puesta del sol. La vaga luz delira
y en el confín del Este se dilata
esa luna de escarnio y de escarlata
que es acaso el espejo de la Ira. 


Alzas los ojos y la miras. Una
memoria de algo que fue tuyo empieza
y se apaga. La pálida cabeza

bajas y sigues caminando triste,
sin recordar el verso que escribiste:
Y su epitafio la sangrienta luna.




Jorge Luis Borges

domingo, 29 de noviembre de 2015

EL OFICIO DEL POETA

 
Contemplar las palabras
sobre el papel escritas,
medirlas, sopesar
su cuerpo en el conjunto
del poema, y después,
igual que un artesano,
separarse a mirar
cómo la luz emerge
de la sutil textura. 


Así es el viejo oficio
del poeta, que comienza
en la idea, en el soplo
sobre el polvo infinito
de la memoria, sobre
la experiencia vivida,
la historia, los deseos,
las pasiones del hombre. 


La materia del canto
nos lo ha ofrecido el pueblo
con su voz. Devolvamos
las palabras reunidas
a su auténtico dueño.




Jose Agustin Goytisolo

sábado, 28 de noviembre de 2015

EL AIRE HUELE A HUMO



¿Qué hará con la memoria
de esta noche tan clara
cuando todo termine?
¿Qué hacer si cae la sed
sabiendo que está lejos
la fuente en que bebía?

¿Qué hará de este deseo
de terminar mil veces
por volver a encontrarle?

¿Qué hacer cuando un mal aire
de tristeza la envuelva
igual que un maleficio?

¿Qué hará bajo el otoño
si el aire huele a humo
y a pólvora y a besos?

¿Qué hacer?¿Qué hará? Preguntas
a un azar que ya tiene
las suertes repartidas.




Jose Agustin Goytisolo

viernes, 27 de noviembre de 2015

AZUL DE TI

 
Pensar en ti es azul, como ir vagando
por un bosque dorado al mediodía:
nacen jardines en el habla mía
y con mis nubes por tus sueños ando.


Nos une y nos separa un aire blando,
una distancia de melancolía;
yo alzo los brazos de mi poesía,
azul de ti, dolido y esperando.


Es como un horizonte de violines
o un tibio sufrimiento de jazmines
pensar en ti, de azul temperamento.


El mundo se me vuelve cristalino,
y te miro, entre lámpara de trino
azul domingo de mi pensamiento.




Eduardo Carranza

jueves, 26 de noviembre de 2015

A PIEDAD



Llegas a mí con garbo presumido,
tierna y gentil. ¡Cuán vario es el orgullo!
Ostenta en el león crin y rugido,
y en la paloma tornasol y arrullo.


Brillas y triunfas, y a carnal deseo
cierras la veste con seguro alarde,
y en el fulgor de tu mirada veo
sonreír al lucero de la tarde.


Hay minutos de gracia que suspenden
el dolor con alivio soberano,
que de la paz divina se desprenden
para cruzar el infortunio humano.


Virtud celeste a la miseria mía
viene contigo y en el antro asoma,
y entra y cunde como una melodía,
como una claridad, como un aroma.


Al triste impartes como buena maga
tregua feliz, y en dulce desconcierto,
bendigo por el bálsamo la llaga
y amo por el oasis el desierto.



Y me vuelvo a mi cítara y la enfloro
y la pulso, y el son que arranco a ella
se va, tinto en la púrpura y el oro
del puesto sol, a la primera estrella.




Salvador Diaz Miron

miércoles, 25 de noviembre de 2015

AGUA DE DESILUSIONES



En la fatiga de un sueño desesperado,
corre el alma detrás de toda corriente
contemplando en cada una de sus gotas
la esperanza de un fiel ser viviente. 


Apresurándose, escribe poesías en el aire
y construye castillos en la arena,
contemplando lo que pudo haber sido
imaginándolo ya como si hubiese existido,

en la soledad de una media verdad
que al tratar de ser alcanzada
siendo espejismo de una realidad
se esconde como espuma en la oleada.


Así se pierden horas de ilusiones,
así se marchitan rosas de recuerdos,
así se quedan sentimientos en el olvido,
ahogados por aguas de desilusiones.


Alma que vive sin encontrar otro consuelo
que el de unos brazos abiertos en un madero
aquella tarde de maldad, pecado y duelo,

perdonando sin que se le pida perdón,
amando sin esperar recibir amor,
bajo la sombra del Omnipotente Creador. 




Pablo Caballero

martes, 24 de noviembre de 2015

A MIS AMIGOS


Cuando no reste ya ni un solo grano
de mi existencia en el reloj de arena,
al conducir mi gélido cadáver,
no olvidéis esta súplica postrera:

no lo encerréis en los angostos nichos
que llenan la pared formando hileras,
que en la lóbrega, angosta galería
jamás el sol de mi país penetra. 


El campo recorred del cementerio,
y en el suelo cavad mi pobre huesa;
que el sol la alumbre y la acaricie el aura,
y que broten allí flores y hierbas. 


Que yo pueda sentir, si allí se siente,
a mi alrededor y sobre mí, muy cerca,
el vivo rayo de mi sol de fuego
y esta adorada borinqueña tierra.




Jose Gautier Benitez

lunes, 23 de noviembre de 2015

EN UNA DESPEDIDA

 
Tardan las cartas y son poco
para decir lo que uno quiere. 


Después pasan los años, y la vida
(demasiado confusa para explicar por carta)
nos hará más perdidos. 


Los unos en los otros, iguales a las sombras
al fondo un pasillo desvayéndonos,
viviremos de luz involuntaria
pero sólo un instante, porque ya el recuerdo
será como un puñado de conchas recogidas,
tan hermoso en sí mismo que no devuelve nunca
las palmeras felices y el mar trémulo. 


Todo fue hace minutos: dos amigos
hemos visto tu rostro terriblemente serio
queriendo sonreír. 


                            Has desaparecido.
Y estamos los dos solos y en silencio,
en medio de este día de domingo,
bellísimo de mayo, con matrimonios jóvenes
y niños excitados que gritaban
al levantarse tu avión. 


Ahora las montañas parecen más cercanas.
Y, por primera vez,
pensamos en nosotros. 


A solas con tu imagen,
cada cual se conoce por este sentimiento
de cansancio, que es dulce —como un brillo de lágrimas
que empaña la memoria de estos días,
esta extraña semana. 


Y el mal que nos hacemos,
como el que a ti te hicimos, lo inevitablemente
amargo de esta vida en la que siempre, siempre,
somos peores que nosotros mismos,
acaso resucite un viejo sueño
sabido y olvidado. 

El sueño de ser buenos y felices. 

Porque sueño y recuerdo tienen fuerza
para obligar la vida,
aunque sean no más que un límite imposible. 


Si este mar de proyectos
y tentativas naufragadas,
este torpe tapiz a cada instante
tejido y destejido,
esta guerra perdida,
nuestra vida,
da de sí alguna vez un sentimiento digno,
un acto verdadero,
en él tu estarás para siempre asociado
a mi amigo y a mí. No te habremos perdido.



Luis de Diezma

domingo, 22 de noviembre de 2015

SOMBRA SENTIMENTAL


¿Dónde están esos trenes que pasaron 
llevando tanta vida en sus vagones,
tanta sangre veloz
de jóvenes nocturnos
que huyendo del suburbio
bajaban perfumados
los fines de semana a la ciudad
en busca de otro amor?
¿Qué silencio escogió
el ruido de sus cuerpos
que vestidos de fiesta
murieron un domingo
cuando de madrugada
volvían a su casa?

Mejor hubiera sido haber perdido el tren.





Hilario Barrero

sábado, 21 de noviembre de 2015

CANCIÓN 8


Hoy las nubes me trajeron,
volando, el mapa de España. 


¡Qué pequeño sobre el río,
y qué grande sobre el pasto
la sombra que proyectaba!

Se le llenó de caballos
la sombra que proyectaba. 


Yo, a caballo, por su sombra
busqué mi pueblo y mi casa.


Entré en el patio que un día
fuera una fuente con agua. 


Aunque no estaba la fuente,
la fuente siempre sonaba. 


Y el agua que no corría
volvió para darme agua.





Rafael Alberti

viernes, 20 de noviembre de 2015

DOS MUCHACHAS



LA LOLA,
Bajo el naranjo, lava
pañales de algodón. 


Tiene verdes los ojos
y violeta la voz.

¡Ay, amor,
bajo el naranjo en flor!

 
El agua de la acequia
iba llena de sol,
en el olivarito
cantaba un gorrión. 


¡Ay, amor,
bajo el naranjo en flor!

Luego cuando la Lola
gaste todo el jabón,
vendrán los torerillos. 


¡Ay, amor,
bajo el naranjo en flor!




Federico Garcia Lorca

jueves, 19 de noviembre de 2015

A UN AMIGO


¿Eres dichoso? Si tu pecho guarda
Alguna fibra sana todavía,
Reserva el don que mi amistad te envía,
¡El tiempo de apreciarlo nunca tarda!

Mas si cruel destino te acobarda
Y tu espíritu, hundido en la agonía,
Divorciarse del cuerpo sólo ansía
Porque ya nada de la vida aguarda,

Abre ese libro de inmortales hojas,
Donde el genio más triste de la Tierra
—Águila que vivió presa en el lodo—

Te enseñará, rimando sus congojas,
Todo lo grande que el dolor encierra
Y la infinita vanidad de todo.





Julian del Casal

miércoles, 18 de noviembre de 2015

SONETO LXXXV



Quien dice que la ausencia causa olvido
merece ser de todos olvidado. 


El verdadero y firme enamorado
está, cuando está ausente, más perdido.


Aviva la memoria su sentido;
la soledad levanta su cuidado;
hallarse de su bien tan apartado
hace su desear más encendido.


No sanan las heridas en él dadas,
aunque cese el mirar que las causó,
si quedan en el alma confirmadas,

que si uno está con muchas cuchilladas,
porque huya de quien lo acuchilló
no por eso serán mejor curadas.






Juan Boscan

martes, 17 de noviembre de 2015

RIÓ GRANDE DE LOIZA



Río Grande de Loíza!... Alárgate en mi espíritu
y deja que mi alma se pierda en tus riachuelos,
para buscar la fuente que te robó de niño
y en un ímpetu loco te devolvió al sendero.

Enróscate en mis labios y deja que te beba,
para sentirte mío por un breve momento,
y esconderte del mundo y en ti mismo esconderte,
y oír voces de asombro en la boca del viento.

Apéate un instante del lomo de la tierra,
y busca de mis ansias el íntimio secreto;
confúndete en el vuelo de mi ave fantasía,
y déjame una rosa de agua en mis ensueños.

¡Río Grande de Loíza!... Mi manantial,  mi río,
desde que alzóme al mundo el pétalo materno;
contigo se bajaron desde las rudas cuestas,
a buscar nuevos surcos,  mis pálidos anhelos;
y mi niñez fue toda un poema en el río,
y un río en el poema de mis primeros sueños.

Llegó la adolescencia.  Me sorprendió la vida
prendida en lo más ancho de tu viajar eterno;
y fui tuya mil veces,  y en un bello romance
me despertaste el alma y me besaste el cuerpo.

¿A dónde te llevaste las aguas que bañaron
mis formas,  en espiga de sol recién abierto?

¡Quién sabe en qué remoto país mediterráneo
algún fauno en la playa me estará poseyendo!

¡Quién sabe en qué aguacero de qué tierra lejana
me estaré derramando para abrir surcos nuevos;
o si acaso,  cansada de morder corazones,
me estaré congelando en cristales de hielo!

¡Río Grande de Loíza!... Azul. Moreno. Rojo.
Espejo azul, caído pedazo azul de cielo;
desnuda carne blanca que se te vuelve negra
cada vez que la noche se te mete en el lecho;
roja franja de sangre,  cuando baja la lluvia
a torrentes su barro te vomitan los cerros.

Río hombre,  pero hombre con pureza de río,
porque das tu azul alma cuando das tu azul beso.

Muy señor río mío.  Río hombre. Único hombre
que ha besado en mi alma al besar en mi cuerpo.

¡Río Grande de Loíza!... Río grande.  Llanto grande.
El más grande de todos nuestros llantos isleños,
si no fuera más grande el que de mí se sale
por los ojos del alma para mi esclavo pueblo.






Julia de Burgos

lunes, 16 de noviembre de 2015

LA VIDA HUMANA



Velas de amor en golfos de ternura
vuela mi pobre corazón al viento
y encuentra, en lo que alcanza, su tormento,
y espera, en lo que no halla, su ventura,
viviendo en esta humana sepultura
engañar el pesar es mi contento,
y este cilicio atroz del pensamiento
no halla un linde entre el genio y la locura.

¡Ay! en la vida ruin que al loco embarga,
y que al cuerdo infeliz de horror consterna,
dulce en el nombre, en realidad amarga,

sólo el dolor con el dolor alterna,
y si al contarla a días es muy larga,
midiéndola por horas es eterna.




Ramon de Campoamor

domingo, 15 de noviembre de 2015

TÚ, FEDERICO GARCIA


Todavía tu nombre
cae sobre Granada
como un paraguas tenebroso
y la oscurece
como una maldición perseverante.

Todos tratan de ladear la voz,
de fingir alegría,
de cerrar el ataúd.
Pero es inútil
como una mano muerta:
tus huesos andan desparramados
por Viznar
y vuelven cada día
a tu casa de entonces
para repetir el camino
que te llevó a la muerte.
Tu miedo sigue en pie.
Tu miedo paraliza
la sangre de los ricos
y hace temblar al gitano indefenso.
Tu miedo mete miedo.

Y la ciudad es eso:
un miedo escrupuloso
que los granadinos arrojan,
diariamente,
a las cuevas,
a la Alhambra,
a los jardines moros,
como basura incesante,
inevitable,
que cada uno encuentra
a la mañana siguiente
desparramada por las veredas,
a pesar del furor,
el arrepentimiento
y la mismísima Guardia Civil.





Oscar Corbacho

sábado, 14 de noviembre de 2015

DISCURSO A LOS JOVENES



De vosotros,
los jóvenes,
espero
no menos cosas grandes que las que realizaron
vuestros antepasados.


Os entrego
una herencia grandiosa:
sostenedla.


Amparad ese río
de sangre,
sujetad con segura
mano
el tronco de caballos
viejísimos,
pero aún poderosos,
que arrastran con pujanza
el fardo de los siglos
pasados.

Nosotros somos estos
que aquí estamos reunidos,
y los demás no importan.

Tú, Piedra,
hijo de Pedro, nieto
de Piedra
y biznieto de Pedro,
esfuérzate
para ser siempre piedra mientras vivas,
para ser Pedro Petrificado Piedra Blanca,
para no tolerar el movimiento
para asfixiar en moldes apretados
todo lo que respira o que palpita.

A ti,
mi leal amigo,
compañero de armas,
escudero,
sostén de nuestra gloria,
joven alférez de mis escuadrones
de arcángeles vestidos de aceituna,
sé que no es necesario amonestarte:
con seguir siendo fuego y hierro,
basta.


Fuego para quemar lo que florece.
Hierro para aplastar lo que se alza.

Y finalmente,
tú, dueño
del oro y de la tierra
poderoso impulsor de nuestra vida,
no nos faltes jamás.


Sé generoso
con aquéllos a los que necesitas,
pero guarda,
expulsa de tu reino,
mantenlos más allá de tus fronteras,
déjalos que se mueran,
si es preciso,
a los que sueñan,
a los que no buscan
más que luz y verdad,
a los que deberían ser humildes
y a veces no lo son, así es la vida.

Si alguno de vosotros
pensase
yo le diría: no pienses.

Pero no es necesario.

Seguid así,
hijos míos,
y yo os prometo
paz y patria feliz,
orden,
silencio.




Angel Gonzalez

viernes, 13 de noviembre de 2015

EL CANTO DE LOS LOCOS


Y en este viaje que hago voy contigo amor
Por las Ciudades solas con tus senos duros al aire
Corriendo también la pradera desnuda y en llamas
Con tu espalda al aire
Con tu espalda al aire y desnuda y en llamas
Llenándola de sales
Cuando viajas por el mundo hacia el norte
Hacia el norte bestia mía a donde vamos
Hacia el norte bestia mía a donde vamos
Y no hay límites
Cruzando los pantanos para llegar hacia la luz
Puros y virtuosos jóvenes
Habitantes de Ciudades en llamas. 


Cómo no
Cómo no, loca mía
Si hemos oído cantar a locos, amor
Los hemos oídos entre rocas y piedras que arden
Avanzando en la oscuridad hacia el hemisferio norte
En la oscuridad amor mío
Llegando a la esquina del mundo
Donde nos vamos a juntar a cantar
Con las costillas quemadas. Oigo los silbidos
Sudor, refriega
Púas en mis pezones, entonces. Oigo silbidos
Como asmas.






Carlos Baier

jueves, 12 de noviembre de 2015

METAMORFOSIS


A veces desearía
transformarme en objetos
cotidianos,
humildes,
olvidables,
sencillos.


Ser una lapicera.
Escribir de tu mano
un poema amarillo,
como los girasoles
del arcángel de Arlés
que estallan de verano.


O dibujar palabras...
«simple como un anillo»
extendiendo silencios
como los de Neruda.


Por otras, desearía
ser nieve y ser espuma,
y ser mar,
y ser viento,
y ser sol,
y ser bruma.


Y veces me lo creo
convirtiéndome en cosas
que derrotan distancias
para cuidar tu sueño.


Pero es todo tan leve...
Mas hay algo que cierto,
al escuchar tu risa
del alma de las rosas
me convierto en el dueño.





Alberto Gustavo Amoroso

miércoles, 11 de noviembre de 2015

A SU MEMORIA



Dormiré en sus senderos
y perseguiré sus huellas
por caminos y praderas

Descansaré en sus valles
y andaré por sus llanuras
atravesaré sus montes
y vadearé sus ríos

Me extasiaré mirando
el verdor de sus valles
y el lejano gris de sus montañas

Recorreré, descalzo, sus simétricos prados
y gozaré del ruido del viento
en los profundos barrancos
donde sólo se escucha la nostalgia

Habitaré en su casa
dormiré en su cama
miraré desde sus claras ventanas
el resplandor rojizo del Ocaso

Cuando, fugazmente, la tengo frente a mí
comprendo lo que siempre ignoré
y cuando, de nuevo, se borra su rostro
desdibujándose como la niebla del otoño
en la soledad... ¡lloro en silencio!

Será como ella...
y la persigo desde siempre
¡al final! confío en encontrarla
pues su presencia me dará la paz
y sólo su nombre
iluminará mi vida

¡Oh blanca Sabiduría!
a ti nunca podrán reconocerte los soberbios
y los poderosos se morirán sin ver tu rostro

Amiga Sabiduría
quiero ¡para siempre!
tenerte cerca
comprender tu esencia
saber que el amor, la paz,
la felicidad
no son pura entelequia



Julio Biosca

martes, 10 de noviembre de 2015

EL HAMBRE



Tened presente el hambre: recordad su pasado
turbio de capataces que pagaban en plomo.
Aquel jornal al precio de la sangre cobrado,
con yugos en el alma, con golpes en el lomo.

El hambre paseaba sus vacas exprimidas,
sus mujeres resecas, sus devoradas ubres,
sus ávidas quijadas, sus miserables vidas
frente a los comedores y los cuerpos salubres.

Los años de abundancia, la saciedad, la hartura
eran sólo de aquellos que se llamaban amos.
Para que venga el pan justo a la dentadura
del hambre de los pobres aquí estoy, aquí estamos.

Nosotros no podemos ser ellos, los de enfrente,
los que entienden la vida por un botín sangriento:
como los tiburones, voracidad y diente,
panteras deseosas de un mundo siempre hambriento.

Años del hambre han sido para el pobre sus años.
Sumaban para el otro su cantidad los panes.
Y el hambre alobadaba sus rapaces rebaños
de cuervos, de tenazas, de lobos, de alacranes.

Hambrientamente lucho yo, con todas mis brechas,
cicatrices y heridas, señales y recuerdos
del hambre, contra tantas barrigas satisfechas:
cerdos con un origen peor que el de los cerdos.

Por haber engordado tan baja y brutalmente,
más abajo de donde los cerdos se solazan,
seréis atravesados por esta gran corriente
de espigas que llamean, de puños que amenazan.

No habéis querido oír con orejas abiertas
el llanto de millones de niños jornaleros.
Ladrábais cuando el hambre llegaba a vuestras puertas
a pedir con la boca de los mismos luceros.

En cada casa, un odio como una higuera fosca,
como un tremante toro con los cuernos tremantes,
rompe por los tejados, os cerca y os embosca,
y os destruye a cornadas, perros agonizantes.




Miguel Hernandez

lunes, 9 de noviembre de 2015

A MARIO BENEDETTI




Fuiste un gran neologista.
Un poeta de nobles sueños.


Como diría el gran Rubén,
“hombre montaña
encadenado a un lirio”.

Yo prefiero recordarte
como un paisito
encadenado a un ceibo.


Mente prolífera con letra fácil
que mató al tiempo.

Pintaste al hombre
como a la vida,
con virtudes y con defectos.


De todo eso tan solo quiero,
tu sonrisa en mi recuerdo.

Te fuiste y tengo dudas
que sea un cuento.


Amaste tanto la vida
que no lo creo.


Rimaste todo
lo que viviste,
idealizaste las utopías
como algo cierto.


Te fuiste y tengo dudas
que sea un cuento.




Heber Narelio



domingo, 8 de noviembre de 2015

ROMANCE



Cuando la noche eléctrica
acariciada por el viento
hace sonar su trompeta de silencio,
y todos los dioses han muerto,
y la luna
increíblemente bella
dibuja sobre la tierra
plateadas figuras de tristeza,
una brisa suave de tierra adentro
acaricia tu recuerdo,
y apareces en mi azulado sueño,
balanceándote,
y las ramas secas adornan tu camino
con sus hojas muertas;
mágico sueño,
soledad ocre del invierno,
y me miras y sonríes
y te llevas todos mis besos
y yo no puedo parar el tiempo,
y me pierdo en la noche
de un mundo que no quiero,
y no me gusta que no estés...
princesa de mi cuento.



Emilio Fernandez Cabañeros

sábado, 7 de noviembre de 2015

CANTAMOS


Cantamos porque la vida lo precisa.
Porque al mágico influjo de la música
las piedras del camino devienen girasoles,
porque al cantar se cauterizan las heridas
y nace entre las manos una espiga
que eleva su estatura hacia el sonido
que fluye interminable, que germina
y se expande como un polen de promesas
por la extensión sin límite del cielo.


Cantamos porque el canto es necesario.
Porque en alguna parte, alguien que sufre,
necesita los versos, las notas que tañemos,
los acordes que inventa nuestra lira.


(Pésimo conversador es el silencio,
hay que romper su círculo encantado
y lanzar hacia el viento las palabras
como un cauce perpetuo que no tiembla
ante el rugido atronador de sus sicarios)

Cantamos nuestra dicha y nuestra pena,
el pan que nuestras bocas alimenta
y el vino que nos roba la consciencia.


El canto es una lucha que no ceja,
una herramienta contra las cadenas,
un estandarte imprescindible, una luz plena
que no apagan las noches de derrota
ni el severo fluir de lágrimas doradas.


Mi canto es una bandera de horizontes,
una hoguera de manos enlazadas,
un coro de palomas que despiertan.





Sergio Borao Llop

viernes, 6 de noviembre de 2015

DEFINICION


  También hay un silencio enamorado.
Existe entre las cosas. Existe entre nosotros. 


En un patio con luz hipnotizada
(las dos del día) yendo hacia septiembre.


        En el suspiro misericordioso
del pecho de un enfermo.


        En lo que hablan en voz baja los amantes:
cuando callan
y no se oye ni pasar el viento,
silencio enamorado.


        Silencio enamorado
el que dejan las horas del reloj
cuando verbera el toque entre suspiros.


        Silencio enamorado el que azotan
las alas de un ave pinariega
si entre agüero y agüero de su canto agreste
penetran las aristas resinosas
de callar un perfume. 


De callar... y volver el aroma
como un dicho suertudo.





Luis Cañizal de la Fuente

jueves, 5 de noviembre de 2015

DESDE DENTRO



Madrugada de silencios
soy mañana.


Blancas violetas
dibujando mi ventana
Madrugada de silencios
yo callara.


Bucles de nardos y lirios
entonando tu mañana.


Lejanas las cosas
en la distancia se deparan.


Sobre el aire despacio
una luz envuelve
mi alma de plegaria.


Con una rama de olivo
un mirlo de sueños me rescata
llevando en sus alas mi nombre
y los recuerdos prendidos en baranda.


Madrugada de silencios
soy mañana
blancas violetas
dibujando mi ventana




Joaquin Arespacochaga

miércoles, 4 de noviembre de 2015

GUTIERREZ



Era un empleado
que parecía más igual al resto
que, entre sí, cada uno de los demás
y por ello era calurosamente felicitado. 


Es curioso: de aquella época
sólo recuerdo un largo corredor desierto
y a él,
pero no sé si es sólo una pesadilla
ni lo sabré nunca,
pues me dicen que murió hace pocos meses
y pensándolo bien
ni siquiera esto es seguro,
ya que nadie fue al entierro
y su gabardina sigue colgando del mismo perchero,
o al menos una gabardina igual que la suya. 


¿Tal vez nuestros jefes eran hipnotizadores?
Tal vez...en todo caso
la leyenda del empleado modelo
les servía admirablemente
para convertir la oficina en un hormiguero,
donde nadie se relacionaba con sus pensamientos
y menos todavía con sus semejantes.
Sólo los expedientes importaban,
mejor dicho: no los expedientes sino su número,
siempre inferior al realizado
por ese héroe llamado Gutiérrez,
del cual, ahora me doy cuenta,
ni siquiera estoy seguro de recordar las facciones
a causa de su mimetismo
con las de cualquiera que me abra una puerta
y luego desaparezca. 


Sin embargo, se comentaba que le gustaban las quinielas. 


Entonces ¿Quién, o qué, era Gutiérrez?
Si le gustaban las quinielas
tal vez también las mujeres,
tal vez estaba casado. 


Sus hijos lo mirarían con desdén,
su mujer con disgusto por ser la suya una vida tan gris...
y él se refugiaría en la oficina
para hacer de los expedientes su familia. 


Si así era, pensé, mejor que nunca se haya sabido. 


Al fin y al cabo ¿quién podría haber sobrevivido
sin fusilar a Gutiérrez en su mente
cada vez que terminaba un expediente? 


A pesar de ello, una turbia obsesión me dominaba
y una mañana me fui al cementerio,
pero fue inútil: en el lugar indicado
había muchas lápidas y en todas ellas
el mismo nombre: Gutiérrez.



Jose Elgarresta

martes, 3 de noviembre de 2015

LA REVELACION INTERNA


¿Adónde te hallaré, Ser Infinito? 
¿En la más alta esfera? ¿En el profundo
abismo de la mar? ¿Llenas el mundo
o en especial un cielo favorito?

«¿Quieres saber, mortal, en dónde habito?»,
dice una voz interna. «Aunque difundo
mi ser y en vida el universo inundo,
mi sagrario es un pecho sin delito.


»Cesa, mortal, de fatigarte en vano
tras rumores de error y de impostura,
ni pongas tu virtud en rito externo;

»no abuses de los dones de mi mano,
no esperes cielo para un alma impura
ni para el pensar libre fuego eterno».






Jose Maria Blanco-White

lunes, 2 de noviembre de 2015

RIMA XIV


Te vi un punto y, flotando ante mis ojos,
la imagen de tus ojos se quedó,
como la mancha oscura orlada en fuego
que flota y ciega si se mira al sol.


Adondequiera que la vista clavo,
torno a ver las pupilas llamear;
mas no te encuentro a ti, que es tu mirada,
unos ojos, los tuyos, nada más.


De mi alcoba en el ángulo los miro
desasidos fantásticos lucir;
cuando duermo los siento que se ciernen,
de par en par abiertos sobre mí.


Yo sé que hay fuegos fatuos que en la noche
llevan al caminante a perecer;
yo me siento arrastrado por tus ojos,
pero adónde me arrastran, no lo sé.



Gustavo Adolfo Bécquer

domingo, 1 de noviembre de 2015

RIMA XV


Cendal flotante de leve bruma, 
rizada cinta de blanca espuma,
rumor sonoro
de arpa de oro,
beso del aura, onda de luz:
    eso eres tú.


Tú, sombra aérea, que cuantas veces
voy a tocarte te desvaneces
¡como la llama, como el sonido,
como la niebla, como el gemido
    del lago azul!

En mar sin playas onda sonante,
en el vacío cometa errante,
largo lamento
del ronco viento,
ansia perpetua de algo mejor,
    ¡eso soy yo!


Yo, que a tus ojos, en mi agonía,
los ojos vuelvo de noche y día;
yo, que incansable corro y demente
¡tras una sombra, tras la hija ardiente
    de una visión!.





Gustavo Adolfo Bécquer