"Sumérgete en el océano de emociones tejido por palabras, donde cada verso es un eco del alma y cada estrofa es un viaje hacia la profundidad del corazón: Bienvenido al santuario de la poesía, donde los sueños danzan entre líneas y los sentimientos florecen en cada palabra."

miércoles, 31 de mayo de 2017

A UNOS ÁLAMOS BLANCOS





Verdes hermanas del audaz mozuelo
Por quien orilla el Po dejastes presos
En verdes ramas ya y en troncos gruesos
El delicado pie, el dorado pelo,

Pues entre las rüinas de su vuelo
Sus cenizas bajar en vez de huesos,
Y sus errores largamente impresos
De ardientes llamas vistes en el cielo,

Acabad con mi loco pensamiento,
Que gobernar tal carro no presuma,
Antes que le desate por el viento

Con rayos de desdén la beldad suma,
Y las reliquias de su atrevimiento
Esconda el desengaño en poca espuma.




Luis de Gongora y Argote

martes, 30 de mayo de 2017

LA CARICIA PERDIDA



Se me va de los dedos la caricia sin causa,
se me va de los dedos... En el viento, al pasar,
la caricia que vaga sin destino ni objeto,
la caricia perdida ¿quién la recogerá?

Pude amar esta noche con piedad infinita,
pude amar al primero que acertara a llegar. 


Nadie llega. Están solos los floridos senderos. 


La caricia perdida, rodará... rodará...

Si en los ojos te besan esta noche, viajero,
si estremece las ramas un dulce suspirar,
si te oprime los dedos una mano pequeña
que te toma y te deja, que te logra y se va.


Si no ves esa mano, ni esa boca que besa,
si es el aire quien teje la ilusión de besar,
oh, viajero, que tienes como el cielo los ojos,
en el viento fundida, ¿me reconocerás?




Alfonsina Storni 

lunes, 29 de mayo de 2017

CUERPO DE PIEDRA


Luna de mármol, rígido calor,
noche de estío cuando el perro es mudo,
cuando un velo de esparto ante los ojos
casi acaricia, sueño o plumón leve.


Luna de piedra, manos por el cielo,
manos de piedra rompedoras siempre,
retorcidas a veces con destellos,
manos de lumbre láctea, ya rígidas.


Cuerpo de piedra, senda de cristales,
mudo siempre o doliente con los soles,
cuando perros de lana flotan quietos
por pantanos de seda acariciada.


Yo no sé si la sangre es roja o verde.
Ignoro si la luna vence o ama,
si su lengua acaricia los desvíos,
axilas que palpitan ya de pluma.


Cielo quieto de fango que ahora gira
dulcemente mintiendo un sol activo,
bella túnica amada por lo dura
sobre muslos de piedra avanzadores.


Dulce careta blanca que ladea
su morado celeste ya sin órbita.
Tibia saliva nueva que en los bordes
pide besos azules como moscas.


Soledad, soledad, calvero, mundo,
realidad viva donde el plomo es frío;
no, ya no quema el fuego que en las ingles
aquel remoto mar dejó al marcharse.




Vicente Aleixandre

domingo, 28 de mayo de 2017

NOCTURNOS DE LA VENTANA


Alta va la luna.
Bajo corre el viento.

  (Mis largas miradas,
exploran el cielo.)

  Luna sobre el agua.
Luna bajo el viento. 


  (Mis cortas miradas,
exploran el suelo.)

  Las voces de dos niñas
venían. Sin esfuerzo,
de la luna del agua,
me fui a la del cielo.

            2
Un brazo de la noche
entra por mi ventana.

  Un gran brazo moreno
con pulseras de agua. 


  Sobre un cristal azul
jugaba al río mi alma.

Los instantes heridos
por el reloj... pasaban.

            3
Asomo la cabeza
por mi ventana, y veo
cómo quiere cortarla
la cuchilla del viento. 


  En esta guillotina
invisible, yo he puesto
la cabeza sin ojos
de todos mis deseos. 


  Y un olor de limón
llenó el instante inmenso,
mientras se convertía
en flor de gasa el viento.

            4
Al estanque se le ha muerto
hoy una niña de agua.
Está fuera del estanque,
sobre el suelo amortajada. 


  De la cabeza a sus muslos
un pez la cruza, llamándola.
El viento le dice "niña",
mas no puede despertarla. 


  El estanque tiene suelta
su cabellera de algas
y al aire sus grises tetas
estremecidas de ranas. 


  Dios te salve. Rezaremos
a Nuestra Señora de Agua
por la niña del estanque
muerta bajo las manzanas. 


  Yo luego pondré a su lado
dos pequeñas calabazas
para que se tenga a flote,
¡ay!, sobre la mar salada.



Federico Garcia Lorca

sábado, 27 de mayo de 2017

SONETO EN PRISIÓN DE FRANCESES I


Como el poderos ver, señora mía,
me sustentaba sin usar de otra arte,
cuando en segura y reposada parte
Fortuna tanto bien me concedía;


así, después que por contraria vía
volvió su rueda, y con el fiero Marte,
sin que cese su furia ni se aparte
de mí, los dos me dañan a porfía,


ni su poder ni la prisión francesa,
do por nuevo camino me han traído,
privarán de su bien mi pensamiento;


con que no sólo ningún mal me pesa,
mas aun, señora, viéndome perdido,
conozco que lo estoy, y no lo siento.




Hernando de Acuña




viernes, 26 de mayo de 2017

PAREJA MUY DESIGUAL


¡Qué pareja tan hermosa
esta nuestra, Contemplado!
La mirada de mis ojos,
y tú, que te estoy mirando.


Todo lo que ignoro yo
te lo tienes olvidado;
y ese cantar que me buscan
las horas, sin encontrarlo,
de la mañana a la noche,
con blanquísimo estribillo,
tus olas lo van cantando.


Porque estás hecho de siglos
me curaste de arrebatos;
se aprende a mirar en ti
por tus medidas sin cálculo
—dos, nada más: día y noche—
gozosamente despacio.


No quieres tú que te busquen
los ojos apresurados,
los que te dicen hermoso
y luego pasan de largo.


No ven. A ti hay que mirarte
como te miran los astros,
a sus azules mirandas
serenamente asomados.


Tú, Lazarillo de ojos,
llévate a estos míos; guíalos,
por la aurora, con espumas,
con nubes, por los ocasos;
tú solo sabes trazar
los caminos de tus ámbitos.


Con las señas de la playa,
avísales de la tierra,
de su sombra, de su engaño.


A tu resplandor me entrego,
igual que el ciego a la mano;
se siente tu claridad
hasta en los ojos cerrados,
—presencia que no se ve—,
acariciando los párpados.
Por tanta luz tú no puedes
conducir a nada malo.


Con mi vista, que te mira,
poco te doy, mucho gano.


Sale de mis ojos, pobre,
se me marcha por tus campos,
coge azules, brillos, olas,
alegrías,
las dádivas de tu espacio.


Cuando vuelve, vuelve toda
encendida de regalos.


Reina se siente; las dichas
con que tú la has coronado.


¡De lo claro que lo enseñas
qué sencillo es el milagro!
Si bien se guarda en los ojos,
nunca pasa, lo pasado.


¿Conservar
un amor entre unos brazos?
No. En el aire de los ojos,
entre el vivir y el recuerdo,
suelto, flotando,
se tiene mejor guardado.


Aves de vuelo se vuelan,
tarde o temprano.


Los ojos son los seguros;
de allí no se van los pájaros.


Lo que se ha mirado así,
día y día, enamorándolo,
nunca se pierde,
porque ya está enamorado.
Míralo aunque se haya ido.
Visto o no visto, contémplalo.


El mirar no tiene fin:
si ojos hoy se me cerraron
cuando te raptó la noche,
mañana se me abrirán,
cuando el alba te rescate,
otros ojos más amantes,
para seguirte mirando.



Pedro Salinas

jueves, 25 de mayo de 2017

LA VOZ A TI DEBIDA (Versos 792 a 830)


Qué alegría, vivir
sintiéndose vivido. 


Rendirse
a la gran certidumbre, oscuramente,
de que otro ser, fuera de mí, muy lejos,
me está viviendo. 


Que cuando los espejos, los espías,
azogues, almas cortas, aseguran
que estoy aquí, yo, inmóvil,
con los ojos cerrados y los labios,
negándome al amor
de la luz, de la flor y de los nombres,
la verdad trasvisible es que camino
sin mis pasos, con otros,
allá lejos, y allí
estoy besando flores, luces, hablo. 


Que hay otro ser por el que miro el mundo
porque me está queriendo con sus ojos. 


Que hay otra voz con la que digo cosas
no sospechadas por mi gran silencio;
y es que también me quiere con su voz.


La vida —¡qué transporte ya!—, ignorancia
de lo que son mis actos, que ella hace,
en que ella vive, doble, suya y mía. 


Y cuando ella me hable
de un cielo oscuro, de un paisaje blanco,
recordaré
estrellas que no vi, que ella miraba,
y nieve que nevaba allá en su cielo. 


Con la extraña delicia de acordarse
de haber tocado lo que no toqué
sino con esas manos que no alcanzo
a coger con las mías, tan distantes. 


Y todo enajenado podrá el cuerpo
descansar quieto, muerto ya. Morirse
en la alta confianza
de que este vivir mío no era sólo
mi vivir: era el nuestro. Y que me vive
otro ser por detrás de la no muerte.




Pedro Salinas

miércoles, 24 de mayo de 2017

LETANIA DEL CIEGO



Y tú que tanto amas, tanto ríes,
tanto adivinas y conoces tanto,
¿dónde el escudo para que te fíes,
dónde el pañuelo de enjugar tu llanto?

¿Dónde el camino que no veo ahora?
Dímelo o llora y el mirar suprime. 


¿Es ya la noche que no tiene aurora?
Dímelo, dime. 


Y sin embargo tu vivir empaña
mi vivir con un vaho que es ternura,
que es caliente rumor que me acompaña
la noche oscura. 


Y sin embargo con tu mano guías
y a tientas toco lo que apenas veo
y digo acaso para que sonrías
lo que no creo. 


Y toco apenas y tu bulto aprendo
y torpe sigo lo que tú me indicas.
Lo que no miro, lo que no comprendo,
tú multiplicas. 


Tú multiplicas, o quizás es tu invento
porque lo vea aunque quizá no exista.
Entre la noche de mi pensamiento
dulce es tu vista. 


Dulce es tu vista, tu mirar risueño
que mira un llano donde estaba un monte
y que a mi alma de temblor pequeño
llamó horizonte. 


Dulce es tu vista que miró aquel lago
y lo llamaba alegre mar bravío.
Tu generoso corazón es mago.
¡Lo fuese el mío!



Carlos Bousoño

martes, 23 de mayo de 2017

BRASA DESNUDA


Es el momento del deseo.
Acostada, desnuda,
te extiendes como la piel de una colina mordida por el sol.


Empiezo a contemplarte desde tu pie dormido en el aire,
tus piernas puntuales, mientras subo mis ojos,
se dan cita en una dársena negra, sitiada
por húmedos carbones, carbones de labios,
labios de lianas.


En este instante cumplo la edad del deseo
en el rostro más tierno de la tarde.


La fruta resbala,
cada minuto crece, se hincha ardiendo.


A las seis del espejo entro en ti
como el huésped más esperado,
sencillo como el río del día
te cubro con mi piel de hombre,
soy la lengua que recorre tus venas para callarte,
te quito los ojos dolorosamente,
te doy otros dos brazos para pesar la vida,
mi boca llovizna en tus pechos,
rayo tu espalda para escribir tu nombre,
con mis huesos te hablo,
tu quejido es el más largo que escuchará la noche.
Qué animales humanos más hermosos.


Cuando quedamos solos, desnudos cuando termina todo,
graniza la sensación de que el aire
nos ha descubierto.




Juan Bañuelos

lunes, 22 de mayo de 2017

DE ESO QUE VIVO



Con grito de coyote merodeando un corral,
Encarrerado hacia la espina,
Altísimo señor de mal y de tormento,
Escupo, escupo,
Al sacarme los viejos intestinos
De lo que vivo, mientras estridula
Un grillo debajo de la lengua del mundo.


Para golpearme sí que todos son buenos:
Con el rostro quemado
Busco y busco dónde hallar un espejo.


Entonces, entonces
Cuando se dice algo hay que decirlo todo,
Mi zapato está cerca de la hormiga más lenta
(Si supieran qué triste es la ropa del día),
Una tarde me dicen «pero es que te amo»
Y al día siguiente sólo hay alcobas muertas.


No, no quiero seguir esperando la hora
En que me quede muerto,
Definitivamente fosa la mirada
Donde orinen los perros su vinagre.


Tomen mi mano. ¡Jalen!
Piedad. Tomen mi mano. Nublado día.
¡A ver si pueden desenterrarme!



Juan Bañuelos

domingo, 21 de mayo de 2017

ROMPER UN AMOR




Pasada la oscura noche de las dudas
en las que el pensamiento no descansa
tratando de encontrar de ellas, alguna
de las que pudieron ser las causas
no sé si estoy preparado para andanzas
o para seguir llorándole a la luna
Me encuentro otra vez arrinconado
Presagio que la puerta siga abierta
y al alcanzarla pueda pronto salir airado
del triste escarnio de la inconciencia
Me he visto viviendo del pasado su lujuria
asfixiando todas aquellas penas ocultas
Así, luego va el hombre de una vez enfilando
temeroso y en ruta a su nueva batalla
¿Què pasó de todas la palabras dichas?
¿Qué del los abrazos tan expresivos?
¿Qué de los besos que nos dimos?
Y de todo aquello que me guardo
Son demasiadas preguntas en hilo
como excesivas las respuesta sin camino
Manejarse con el sueño de la gaviota
que pretende vivir en primavera
soñar con la culpa no propia, sí ajena
para sentir el alivio a los quejidos
son en parte cosas que para el olvido
uno trabaja y a la ilusión la hace compañera
El día aclara todos los sentidos
luego viene el sol y con todo su brillo
no permite que las nubes oscurezcan
a la plácida y solitaria presencia,
en la que un hombre habla consigo,
para descubrir las trabas del camino
para erradicar las bardas del olvido
y entrar con fresca brisa al paraíso
de una nueva visión mañanera
De nuevo surgen tremendas dudas
¿Qué sentirá la no mencionada compañera?
Lamento desde lo más profundo de mí ser
La herida que causó la despedida
Quisiera mas no puedo llorar en contra mía
ni hacerlo en su nombre con orgullo
que Dios la bendiga pido al cielo
aprendí lo que ella mucho de lo que tengo:
amansar mi furia, abrir mi silencio
soportar la crítica aunque sea dura
para poder por momentos ir creciendo



Samuel Akinin Levy

sábado, 20 de mayo de 2017

LA VOZ A TI DEBIDA (Versos 702 a 739)


¡Sí, todo con exceso:
la luz, la vida, el mar!
Plural todo, plural,
luces, vidas y mares. 


A subir, a ascender
de docenas a cientos,
de cientos a millar,
en una jubilosa
repetición sin fin,
de tu amor, unidad. 


Tablas, plumas y máquinas,
todo a multiplicar,
caricia por caricia,
abrazo por volcán.
Hay que cansar los números. 


Que cuenten sin parar,
que se embriaguen contando,
y que no sepan ya
cuál de ellos será el último:
¡qué vivir sin final!
Que un gran tropel de ceros
asalte nuestras dichas
esbeltas, al pasar,
y las lleve a su cima. 


Que se rompan las cifras,
sin poder calcular
ni el tiempo ni los besos. 


Y al otro lado ya
de cómputos, de sinos,
entregamos a ciegas
—¡exceso, qué penúltimo!—
a un gran fondo azaroso
que irresistiblemente
está
cantándonos a gritos
fúlgidos de futuro:
«Eso no es nada, aún.
Buscaos bien, hay más».



Pedro Salinas

viernes, 19 de mayo de 2017

MI ALMA PREGUNTA

 
Te haré feliz?
Te haré sufrir?
Haré tu vida más bella?
Sentirás incertidumbre?
Te haré sentir el sol?
Te haré sentir la noche?


Me extrañarás al despertar?
Me extrañarás en tus sueños?
Conocerás en vos mis desvelos?
Sabrás que puedo esperar?


Estarás pensando en mí?
Estarás por mi en la espera?
Sabrás de todas mis penas?
Descubris mi alegría en ti?


Sabrás que toda mi vida,
Esto que pasa, que siento
Con tu nombre, tus palabras,
Con conexiones extrañas
Me alertaron, como un viento?


Entonces en ese instante
Me sentí feliz
Tus alas de mariposa
Me sacaron del letargo
Y me sentí con vida
Mis mañanas fueron soleadas
Las noches, nunca tan esperadas.


Me hacés feliz
Me hacés la vida más bella
Tengo incertidumbre
Y siento el sol como nunca
Y siento las noches apasionadas.



Sverko

jueves, 18 de mayo de 2017

CASTILLA


 
  Tú me levantas, tierra de Castilla,
en la rugosa palma de tu mano,
al cielo que te enciende y te refresca,
        al cielo, tu amo,

  Tierra nervuda, enjuta, despejada,
madre de corazones y de brazos,
toma el presente en ti viejos colores
        del noble antaño.

  Con la pradera cóncava del cielo
lindan en torno tus desnudos campos,
tiene en ti cuna el sol y en ti sepulcro
        y en ti santuario.

  Es todo cima tu extensión redonda
y en ti me siento al cielo levantado,
aire de cumbre es el que se respira
        aquí, en tus páramos.

  ¡Ara gigante, tierra castellana,
a ese tu aire soltaré mis cantos,
si te son dignos bajarán al mundo
        desde lo alto!



Miguel de Unamuno

miércoles, 17 de mayo de 2017

A CALLARSE


Ahora contaremos doce
y nos quedamos todos quietos.


Por una vez sobre la tierra
no hablemos en ningún idioma,
por un segundo detengámonos,
no movamos tanto los brazos.


Sería un minuto fragante,
sin prisa, sin locomotoras,
todos estaríamos juntos
en un inquietud instantánea.


Los pescadores del mar frío
no harían daño a las ballenas
y el trabajador de la sal
miraría sus manos rotas.


Los que preparan guerras verdes,
guerras de gas, guerras de fuego,
victorias sin sobrevivientes,
se pondrían un traje puro
y andarían con sus hermanos
por la sombra, sin hacer nada.


No se confunda lo que quiero
con la inacción definitiva:
la vida es sólo lo que se hace,
no quiero nada con la muerte.


Si no pudimos ser unánimes
moviendo tanto nuestras vidas,
tal vez no hacer nada una vez,
tal vez un gran silencio pueda
interrumpir esta tristeza,
este no entendernos jamás
y amenazarnos con la muerte,
tal vez la tierra nos enseñe
cuando todo parece muerto
y luego todo estaba vivo.


Ahora contaré hasta doce
y tú te callas y me voy.



Pablo Neruda

martes, 16 de mayo de 2017

LA VOZ A TI DEBIDA (Versos 611 a 654)


Amor, amor, catástrofe.
¡Qué hundimiento del mundo!
Un gran horror a techos
quiebra columnas, tiempos;
los reemplaza por cielos
intemporales. Andas, ando
por entre escombros
de estíos y de inviernos
derrumbados. Se extinguen
las normas y los pesos. 


Toda hacia atrás la vida
se va quitando siglos,
frenética, de encima;
desteje, galopando,
su curso, lento antes;
se desvive de ansia
de borrarse la historia,
de no ser más que el puro
anhelo de empezarse
otra vez. El futuro
se llama ayer. Ayer
oculto, secretísimo,
que se nos olvidó
y hay que reconquistar
con la sangre y el alma,
detrás de aquellos otros
ayeres conocidos. 


¡Atrás y siempre atrás!
¡Retrocesos, en vértigo,
por dentro, hacia el mañana!
¡Que caiga todo! Ya
lo siento apenas. Vamos,
a fuerza de besar,
inventando las ruinas
del mundo, de la mano
tú y yo
por entre el gran fracaso
de la flor y del orden. 


Y ya siento entre tactos,
entre abrazos, tu piel,
que me entrega el retorno
al palpitar primero,
sin luz, antes del mundo,
total, sin forma, caos.

 
 
 
Pedro Salinas

lunes, 15 de mayo de 2017

HUELGAN LAS PRESAS


Huelgan las presas
de la constante matanza
que saluda los nuevos amaneceres
incesantemente por todos los días.


Van de fila en fila hacia las bocas,
rojas, jugosas de sangre
las deliciosas carnes
de los cadáveres que ya son bocados
para civilizados comensales.


Corre la sangre imaginariamente
sobre verdaderos y albos manteles
huesos aserrados que serán basura
carnes, delicadeses, manjares
de incansables paladares
con dientes-muelas-lenguas
bailando tan bella danza
que convierte en polvo a los inocentes.


Entra molido el animal
al mismo tiempo en distintos estómagos
parte de este será basura
y la otra... más animal, que nunca.



Genaro Albaino

domingo, 14 de mayo de 2017

LA REVELACIÓN INTERNA


¿Adónde te hallaré, Ser Infinito?
¿En la más alta esfera? ¿En el profundo
abismo de la mar? ¿Llenas el mundo
o en especial un cielo favorito?

«¿Quieres saber, mortal, en dónde habito?»,
dice una voz interna. «Aunque difundo
mi ser y en vida el universo inundo,
mi sagrario es un pecho sin delito.


»Cesa, mortal, de fatigarte en vano
tras rumores de error y de impostura,
ni pongas tu virtud en rito externo;

»no abuses de los dones de mi mano,
no esperes cielo para un alma impura
ni para el pensar libre fuego eterno».




JOse Maria Blanco White

sábado, 13 de mayo de 2017

CURRÍCULUM


El cuento es muy sencillo
usted nace
contempla atribulado
el rojo azul del cielo
el pájaro que emigra
el torpe escarabajo
que su zapato aplastará
valiente

usted sufre
reclama por comida
y por costumbre
por obligación
llora limpio de culpas
extenuado
hasta que el sueño lo descalifica

usted ama
se transfigura y ama
por una eternidad tan provisoria
que hasta el orgullo se le vuelve tierno
y el corazón profético
se convierte en escombros

usted aprende
y usa lo aprendido
para volverse lentamente sabio
para saber que al fin el mundo es esto
en su mejor momento una nostalgia
en su peor momento un desamparo
y siempre siempre
un lío

entonces
usted muere.




Mario Benedetti

viernes, 12 de mayo de 2017

ALOCUCIÓN PAGANA


¿Es que, acaso, estimáis que por creer
en la inmortalidad,
os tendrá que ser dada?
Es obra de la fe, del egoísmo
o la desolación.


Y si existe, no importa no haber creído en ella:
respuestas ignorantes son todas las humanas
si a la muerte interroga.

Seguid con vuestros ritos fastuosos, ofrendas a los dioses,
o grandes monumentos funerarios,
las cálidas plegarias, vuestra esperanza ciega.


O aceptad el vacío que vendrá,
en donde ni siquiera soplará un viento estéril.


Lo que habrá de venir será de todos,
pues no hay merecimiento en el nacer
y nada justifica nuestra muerte.




Francisco Brines

jueves, 11 de mayo de 2017

LA PALABRA DICHA

 
La palabra se levanta
de la página escrita.


La palabra,
labrada estalactita,
grabada columna,
una a una letra a letra.


El eco se congela
en la página pétrea.


Ánima,
blanca como la página,
se levanta la palabra.


Anda
sobre un hilo tendido
del silencio al grito,
sobre el filo
del decir estricto


El oído: nido
o laberinto del sonido.


Lo que dice no dice
lo que dice: ¿cómo se dice
lo que no dice?
                          Di
tal vez es bestial la vestal.


Un grito
en un cráter extinto:
en otra galaxia
¿cómo se dice ataraxia?
Lo que se dice se dice
al derecho y al revés.


Lamenta la mente
de menta demente:
cementerio es sementero,
simiente no miente.


Laberinto del oído,
lo que dices se desdice
del silencio al grito
desoído.


Inocencia y no ciencia:
para hablar aprende a callar




Octavio Paz

miércoles, 10 de mayo de 2017

QUISIERA ESTAR SOLO EN EL SUR


Quizá mis lentos ojos no verán más el sur
de ligeros paisajes dormidos en el aire,
con cuerpos a la sombra de ramas como flores
o huyendo en un galope de caballos furiosos. 


El sur es un desierto que llora mientras canta,
y esa voz no se extingue como pájaro muerto;
hacia el mar encamina sus deseos amargos
abriendo un eco débil que vive lentamente. 


En el sur tan distante quiero estar confundido. 

La lluvia allí no es más que una rosa entreabierta;
su niebla misma ríe, risa blanca en el viento. 


Su oscuridad, su luz son bellezas iguales.




Luis Cernuda

martes, 9 de mayo de 2017

ADOLESCENCIA

  
En el balcón, un instante
nos quedamos los dos solos. 


Desde la dulce mañana
de aquel día, éramos novios.


—El paisaje soñoliento
dormía sus vagos tonos,
bajo el cielo gris y rosa
del crepúsculo de otoño.—

Le dije que iba a besarla;
bajó, serena, los ojos
y me ofreció sus mejillas,
como quien pierde un tesoro.

—Caían las hojas muertas,
en el jardín silencioso,
y en el aire erraba aún
un perfume de heliotropos.—


No se atrevía a mirarme;
le dije que éramos novios,
...y las lágrimas rodaron
de sus ojos melancólicos.




Juan Ramon Jimenez

lunes, 8 de mayo de 2017

EL RETRAÍDO


 

Como el niño jugando
con desechos del hombre,
un harapo brillante,
papel coloreado o pedazo de vidrio,
a los que su imaginación da vida mágica,
y goza y canta y sueña
a lo largo del día que las horas no miden,
así con tus recuerdos.


No son como las cosas
de que cerciora el tacto,
que contempla los ojos;
de cuerpo más aéreo
que un aroma, un sonido,
sólo tienen la forma prestada por tu mente,
existiendo invisibles para el mundo
aun cuando el mundo para ti lo integran.


Vivir contigo quieres
vida menos ajena que esta otra,
donde placer y pena
no sean accidentes encontrados,
sino faces del alma
que refleja el destino
con la fidelidad trasmutadora
de la imagen brotando en aguas quietas.


Esperan tus recuerdos
el sosiego exterior de los sentidos
para llamarte o para ser llamados,
como esperan las cuerdas en vihuela
la mano de su dueño, la caricia
diestra, que evoca los sonidos
diáfanos, haciendo dulcemente
de su poder latente, temblor, canto.


Vuelto hacia ti prosigues
el divagar enamorado
de lo que fue tal como ser debiera,
y así la vida pasas,
morador de entresueños,
por esas galerías
donde a la luz más bella hace la sombra
y donde a la memoria más pura hace el olvido.


Si morir fuera esto,
un recordar tranquilo de la vida,
un contemplar sereno de las cosas,
cuán dichosa la muerte,
rescatando el pasado
para soñarlo a solas cuando libre,
para pensarlo tal presente eterno,
como si un pensamiento valiese más que el mundo.




Luis Cernuda

domingo, 7 de mayo de 2017

MI OJO


Mi ojo     inútil
Como los ecos
Te socava el sexo
Como centelleante túnel
De sórdidas criaturas
Y alguien remueve estas aguas
Alguien
Que ha estirado la locura.

     
Inútil como el eco
Mi también inútil ojo
Te socava el sexo
Como si fuera túnel
En sórdidas criaturas
Mientras
El viento moja mis deseos de universo
Y me convierte en eco de su sombra.

    
Permaneces ebrio de círculos
Como si quisieras exorcizar
El miedo
El tacto
El dolor agrietado.
Te asechan continuas caravanas de huecos
Disueltas en silencio
      indivisibles
          desvalidas
Como si tocaran el Vértigo
Nulas
Sin muerte.




Roberto Jose Adames

sábado, 6 de mayo de 2017

LA VOZ A TI DEBIDA (Versos 567 a 610)


Todo dice que sí.
Sí del cielo, lo azul,
y sí, lo azul del mar;
mares, cielos, azules
con espumas y brisas,
júbilos monosílabos
repiten sin parar. 


Un sí contesta sí
a otro sí. Grandes diálogos
repetidos se oyen
por encima del mar
de mundo a mundo: sí. 


Se leen por el aire
largos síes, relámpagos
de plumas de cigüeña,
tan de nieve, que caen,
copo a copo, cubriendo
la tierra de un enorme,
blanco sí. Es el gran día. 


Podemos acercarnos
hoy a lo que no habla:
a la peña, al amor,
al hueso tras la frente:
son esclavos del sí. 


Es la sola palabra
que hoy les concede el mundo.


Alma, pronto, a pedir,
a aprovechar la máxima
locura momentánea,
a pedir esas cosas
imposibles, pedidas,
calladas, tantas veces,
tanto tiempo, y que hoy
pediremos a gritos. 


Seguros por un día
—hoy, nada más que hoy—
de que los «no» eran falsos,
apariencias, retrasos,
cortezas inocentes. 


 Y que estaba detrás,
despacio, madurándose,
al compás de este ansia
que lo pedía en vano,
la gran delicia: el sí.

 
 
 
Pedro Salinas

viernes, 5 de mayo de 2017

DESCUERPACIÓN


He logrado desarmar
todas mis extructuras
he convertido a polvo
mis aprehensiones
haciendo añicos las esperanzas
y convertido a nada los posibles futuros
he dado al vino
la calidad de náucea de amanecer inadvertido
y al agua convertido en sequedad oscura
que espera mi retorno
de arena renovada
he escupitajeado mis probables palabras
convertidas todas , ya en yermedales.


A la realidad he dicho asco
y a la cama mentira
he vomitado, todas las horas en espera
y disecado los recuerdos.


Curvan ahora sus espaldas
los negados oxígenos
que giran en la esquina más cercana
acercándose de colores renovados
como queriendo conquistar a mi nariz
que niega los ojos a sus colores
que de avernos son traslucidos.


Y la mueca dice nada
del desprecio por el que invade
que no permite tumbar al tiempo
pero dice si a mis volúmenes
y digo asco
y soy sonrisa
y digo muerte
y soy vida
y digo adios
y parezco eterno
queriendo vaciar mis ropas
sin poder des-almarme.
Genaro Albaino

jueves, 4 de mayo de 2017

A LA SOLEDAD


Al fin hallo en tu calma
si no el que ya perdí contento mío,
si no entero del alma
el noble señorío,
blando reposo a mi penar tardío.


Al fin en tu sosiego,
amiga soledad, tan suspirado,
el encendido fuego
de un pecho enamorado
resplandece más dulce y más templado.


Y al fin si con mi llanto
quiero aplacar ¡ay triste! los enojos
del íntimo quebranto,
no me dará sonrojos
el continuo mirar de tantos ojos.


Danme, sí, tierno alivio
la soledad del campo y su belleza,
y va el dolor más tibio
su ardiente fortaleza
convirtiendo en pacífica tristeza.


Plácenme los colores
que al bosque dan las luces matutinas:
alégranme las flores,
las risueñas colinas
y las fuentes que bullen cristalinas.


Y pláceme del monte
la grave majestad que en las llanadas
como pardo horizonte
de nubes agolpadas,
deja ver sus encinas agrupadas.


Allí con triste ruido
de las sonoras tórtolas, en tanto
que posan en el nido
bajo calado manto,
de una a otra encina se responde el canto.—


—Tal vez mis pasos guío
por los sombrosos valles, escuchando
al caminante río,
que con acento blando
se va por los juncares lamentando.


Ya entonces descendiendo
de su altura va el sol, cansada y fría
claridad esparciendo,
y a poco entre armonía
cierra sus ojos el señor del día.


Y los míos acaso
alguna vez,  del sueño sorprendidos,
dejaron que en su ocaso
pararan confundidos
afanes del espíritu y sentidos.


Si sola y retirada,
aún me entristece más noche sombría,
la luna con rosada
faz, por oculta vía
sale a hacerme amorosa compañía.


Y al fin hallo en tu calma,
¡Oh soledad! si no el contento mío,
si no entero del alma
el dulce señorío,
blando reposo a mi penar tardío.


























RECUERDO DE OTOÑO


Primavera:
Tú eres quimera;
es el otoño el enamorado...


Carnaval de fuego
que en la alameda
de hojas doradas
que tintinean
a cada paso,
has recogido mis sueños rotos,
y ahora los meces
en tu regazo.


Prendidas quedan las primaveras
¡efímeras!
Dormidas quedan entre los brazos
de plataneras, de piel dorada
y de cuerpos altos.


¡Tañir de bronce
que agita el viento
por las aceras!
¿No es el otoño el enamorado?


Primavera...
que no me diste
lo que yo ansiaba
¿No eres quimera?



Dario P. Carvajal

miércoles, 3 de mayo de 2017

AL CONCILIO ECUMÉNICO



¡Oh, esos cardenales
en el Concilio
con sus elegantes vestiduras...!
Ahí están,
deshaciendo el Padre Nuestro,
modificándolo a su gusto.
El Padre Nuestro
como me lo enseñó mi madre
quieren que lo rece ahora de otro modo.

En cambio ese salmo,
ese salmo monstruoso y sanguinario
de los Te Deum
compuesto siempre por el vencedor,
ese salmo tan del gusto
de todos los dictadores...
ahí está.
¿No le modificáis,
no le tacháis... verdad?
Os gusta mucho.
Como a Franco,
a Franco también le gusta mucho.
Se lo voy a recordar al mundo.
Aquí está:

“Gracias, Señor,
gracias porque me ayudaste
a destruir a mi enemigo.
Tú eres el Dios que venga mis agravios
y sujeta, debajo de mí, pueblos”...



Leon Felipe

martes, 2 de mayo de 2017

ALMA DESNUDA


Soy un alma desnuda en estos versos,
Alma desnuda que angustiada y sola
Va dejando sus pétalos dispersos. 


Alma que puede ser una amapola,
Que puede ser un lirio, una violeta,
Un peñasco, una selva y una ola. 


Alma que como el viento vaga inquieta
Y ruge cuando está sobre los mares,
Y duerme dulcemente en una grieta. 


Alma que adora sobre sus altares,
Dioses que no se bajan a cegarla;
Alma que no conoce valladares. 


Alma que fuera fácil dominarla
Con sólo un corazón que se partiera
Para en su sangre cálida regarla. 


Alma que cuando está en la primavera
Dice al invierno que demora: vuelve,
Caiga tu nieve sobre la pradera. 


Alma que cuando nieva se disuelve
En tristezas, clamando por las rosas(*)
con que la primavera nos envuelve. 


Alma que a ratos suelta mariposas
A campo abierto, sin fijar distancia,
Y les dice: libad sobre las cosas. 


Alma que ha de morir de una fragancia
De un suspiro, de un verso en que se ruega,
Sin perder, a poderlo, su elegancia. 


Alma que nada sabe y todo niega
Y negando lo bueno el bien propicia
Porque es negando como más se entrega. 


Alma que suele haber como delicia
Palpar las almas, despreciar la huella,
Y sentir en la mano una caricia.


Alma que siempre disconforme de ella,
Como los vientos vaga, corre y gira;
Alma que sangra y sin cesar delira
Por ser el buque en marcha de la estrella.

 
 
 
Alfonsina Storni 
 
(*) En Editores Mexicanos Unidos S.A. «rocas»

lunes, 1 de mayo de 2017

A LOS CELOS


 

¡Oh niebla del estado más sereno,
Furia infernal, serpiente mal nacida!
¡Oh ponzoñosa víbora escondida
De verde prado en oloroso seno!

¡Oh entre el néctar de Amor mortal veneno,
Que en vaso de cristal quitas la vida!
¡Oh espada sobre mí de un pelo asida,
De la amorosa espuela duro freno!

¡Oh celo, del favor verdugo eterno!,
Vuélvete al lugar triste donde estabas,
O al reino (si allá cabes) del espanto;

Mas no cabrás allá, que pues ha tanto
Que comes de ti mesmo y no te acabas,
Mayor debes de ser que el mismo infierno.



 Luis de Gongora y Argote