"Sumérgete en el océano de emociones tejido por palabras, donde cada verso es un eco del alma y cada estrofa es un viaje hacia la profundidad del corazón: Bienvenido al santuario de la poesía, donde los sueños danzan entre líneas y los sentimientos florecen en cada palabra."

viernes, 30 de junio de 2017

TU VESTIDO VERDE


De tu vestido verde sacaría todos eso botones
y te sostendría el cuerpo a cambio sólo de besos.


Porque nadie sabe de tus dientes que son pétalos escogidos
ni que por las calles vienes dando orgullo a cada avenida.


Para mí nada más que mirarte siempre a lo lejos,
pero pensando en bailar contigo sobre las estrellas.


Recordarás las pasajeras cosas, amiga,
recordarás el dominio pequeño sobre tu pecho,
que fui yo quien derramó los labios en tu carne
y quizás cuando esté sentado en la noche de las canciones,
me refresques este dolor sólo con la sinfonía de tu aroma.


Yo no te pido nada más, mirarte siempre de lejos,
como el pájaro enfermo mira el vuelo de sus compañeros,
como un caracol que entra en la oscuridad de su propia suerte,
como si fueran los años tantos, pero no conocemos los siglos.


Yo no te pido nada más, los deseos se me fueron muriendo en una carta muda,
los alientos y besos se me cayeron en la ceniza de las cenizas,
sólo te pido que alguna vez, en tu camino de reina y mujer,
vuelvas conmigo en la hora de los labios,
mostrando a los ojos del viento, la hoguera de tu cabellera
y la delicada caída perfecta de tu vestido verde.




Santiago Azar

jueves, 29 de junio de 2017

HE AQUÍ TODO LO QUE SOY Y SERÉ POR SIEMPRE


 
He aquí todo lo que soy y seré por siempre:
No me creerás si te digo que soy un ladrón;
amigo, tengo tanto regalos como una ronda de niños,
un trozo de levadura para envolver el alimento.


Sucede que mi nombre ha sido escrito para
tomar por asalto todos los lugares donde crece la flor.


En mi mano están las líneas de la suerte de
los otoños y las primaveras de cada continente.


Mi boca es la verdadera llama furiosa que
termina con las ropas sucias de la hipocresía.


El cielo tiene en mí la cura para sus tormentas;
la tierra ha encontrado a su hijo y lo levanta
como a una preciosa bandera.


Si te digo que el amor está en la gota de un río,
tendrás que creerme, pues es allí donde las arenas
terminarán besándose como dos jóvenes amantes.


En estas palabras, señores, que hoy les digo,
deposito las monedas de la riqueza del alma,
rosas finas y descanso para cada madre; señores,
pido dignidad y decencia para la prostituta,
oído y paciencia para los borrachos de los bares nocturnos;
porque si te digo que desde ahora cruje la ceniza
y vuelve a calentar la brasa del amor,
tendrás que creerme y estirar tus manos
para tocar el sueño del que te he hablado.

 
 
 
Santiago Azar

miércoles, 28 de junio de 2017

SONETO XI


 
Hermosas ninfas, que, en el río metidas,
contentas habitáis en las moradas
de relucientes piedras fabricadas
y en columnas de vidrio sostenidas;

agora estéis labrando embebecidas
o tejiendo las telas delicadas,
agora unas con otras apartadas
contándoos los amores y las vidas:

dejad un rato la labor, alzando
vuestras rubias cabezas a mirarme,
y no os detendréis mucho según ando,

que o no podréis de lástima escucharme,
o convertido en agua aquí llorando,
podréis allá despacio consolarme.




Garcilaso de la Vega

martes, 27 de junio de 2017

SEÑAS DE IDENTIDAD


Mi voz es la de Eva pecadora
la misma que alentó
mi flecha de amazona
y lloró soledades
del castillo cautiva. 


La selva oyó el sonar de mis tambores
y los cielos mis gritos en la hoguera.


Luché contra el francés en Aragón
y contra España en Venezuela
soy Penélope fiel
y Mariana Pineda. 


Luché en Marruecos y en Argel,
seguí a Dolores por cárceles y exilios
y de Vietnam aún llevo cicatrices abiertas. 


Hiroshima me vio regar su suelo
y el Sahara bordarle su bandera. 


Me buscaron sin cesar en Argentina,
de Uruguay lloré torturas y tristezas
y en Chile, puesta en pie,
cantaba con Violeta

soy Juana, Alfonsina y soy Gabriela
el desierto conoce mis noches sin fronteras
y el Caribe los días que anduve por la sierra. 


Soy la mujer
la mujer que parió los hijos todos
que pueblan el planeta. 


Soy diosa que camina
buscando paraísos en la Tierra

siempre amando sin descanso
siempre creciéndome sin tregua.




Maribel Lacave

lunes, 26 de junio de 2017

MEMORIA

 
¿Dónde están los recuerdos si has quedado
como un desierto olvido, tú que eras
vergel o bosque, campo de batalla?


Si hay ojos que te vieron, que guardaron
la imagen de tu muerte y tu ruina,
derramen su memoria en las arenas:
sangre, metal y fuego confundidos.


Escenario de muerte condenado
a no gozar futuras primaveras,
al menos reproduce la agonía
de tanta juventud sacrificada.


Memoria: labra en aire las figuras
de los enardecidos combatientes,
y las antiguas frondas sean rivales
de este recuerdo, en tan desierto olvido.




Manuel Altolaguirre


domingo, 25 de junio de 2017

LA LUNA Y LA ROSA

 
En el silencio estrellado
la Luna daba a la rosa
y el aroma de la noche
le henchía —sedienta boca—
el paladar del espíritu,
que adurmiendo su congoja
se abría al cielo nocturno
de Dios y su Madre toda... 


Toda cabellos tranquilos,
la Luna, tranquila y sola,
acariciaba a la Tierra
con sus cabellos de rosa
silvestre, blanca, escondida... 


La Tierra, desde sus rocas,
exhalaba sus entrañas
fundidas de amor, su aroma... 


Entre las zarzas, su nido,
era otra luna la rosa,
toda cabellos cuajados
en la cuna, su corola;
las cabelleras mejidas
de la Luna y de la rosa
y en el crisol de la noche
fundidas en una sola... 


En el silencio estrellado
la Luna daba a la rosa
mientras la rosa se daba
a la Luna, quieta y sola.



Miguel de Unamuno

sábado, 24 de junio de 2017

CERTFICADO DE EXISTENCIA

 
Dijo el fulano presuntuoso /
hoy en el consulado
obtuve el habitual
certificado de existencia


consta aquí que estoy vivo
de manera que basta de calumnias


este papel soberbio / irrefutable
atestigua que existo


si me enfrento al espejo
y mi rostro no está
aguantaré sereno
despejado


¿no llevo acaso en la cartera
mi recién adquirido
mi flamante
certificado de existencia?


vivir / después de todo
no es tan fundamental
lo importante es que alguien
debidamente autorizado
certifique que uno
probadamente existe


cuando abro el diario y leo
mi propia necrológica
me apena que no sepan
qu estoy en condiciones
de mostrar dondequiera
y a quien sea
un vigente prolijo y minucioso
certificado de existencia


existo
luego pienso


¿cuántos zutanos andan por la calle
creyendo que están vivos
cuando en rigor carecen del genuino
irremplazable
soberano
certificado de existencia?



Mario Benedetti

viernes, 23 de junio de 2017

ANDAMOS NUESTRO ALIENTO


Llévate ya mi cuerpo
por la playa inmensa de la noche,
empapado de luna
y borracho de brisa.


Que beba de las copas
donde el amor fulgura,
breve como los siglos,
en ateridos diamantes
que se apagan
sin un beso.


Que recorra las calles
de la ciudad tomada
por un vino exultante
de sexo y agonía...
y se adentre por los ojos
y se hospede en las risas
y se hunda en el vello
electrizado
de los que se desnudan
y arden como torres en guerra
sobre la revuelta espuma
a la deriva
de una cama...
o de los que a ciegas
se aniquilan
en la hoguera fugaz
de cualquier rincón
de sórdida negrura...
o de maleza.


Llévate ya mi carne
y repártela entre los labios
de la madre que amamanta
y el amante que se hunde
vertiginosamente
en el bosque enloquecido
del orgasmo.


Mi aliento...
entre el pecho que se afana
por el aire imposible de la vida...
desgarrado por la enfermedad
o la metralla...
y el que estrena su pureza
con una bocanada fácil
de luz matinal
y de esperanza.


Arrebátame las manos, pelos, pies
uñas, boca,
huesos,
sangre y corazón...
y teje con ellos la urdimbre
de peces y animales,
piedras, árboles,
flores y suspiros,
lágrimas nuevas,
viejas,
infinitas...
para colmar de nuevo
eternamente
el mar total
—definitivo
y único...—
de tu Nombre
y de tu Cuerpo.

 
 
 
Miguel Luna

jueves, 22 de junio de 2017

EN UN CEMENTERIO DE LUGAR CASTELLANO


Corral de muertos, entre pobres tapias,
        hechas también de barro,
pobre corral donde la hoz no siega,
sólo una cruz, en el desierto campo
        señala tu destino. 


  Junto a esas tapias buscan el amparo
del hostigo del cierzo las ovejas
al pasar trashumantes en rebaño,
y en ellas rompen de la vana historia,
como las olas, los rumores vanos.
        Como un islote en junio,
        te ciñe el mar dorado
de las espigas que a la brisa ondean,
y canta sobre ti la alondra el canto
        de la cosecha. 


Cuando baja en la lluvia el cielo al campo
baja también sobre la santa hierba
        donde la hoz no corta,
de tu rincón, ¡pobre corral de muertos!,
y sienten en sus huesos el reclamo
        del riego de la vida. 


Salvan tus cercas de mampuesto y barro
        las aladas semillas,
o te las llevan con piedad los pájaros,
y crecen escondidas amapolas,
clavelinas, magarzas, brezos, cardos,
entre arrumbadas cruces,
no más que de las aves libres pasto. 


Cavan tan sólo en tu maleza brava,
        corral sagrado,
para de un alma que sufrió en el mundo
        sembrar el grano;
        luego sobre esa siembra
        ¡barbecho largo! 


Cerca de ti el camino de los vivos,
no como tú, con tapias, no cercado,
        por donde van y vienen,
        ya riendo o llorando,
¡rompiendo con sus risas o sus lloros
el silencio inmortal de tu cercado! 


Después que lento el sol tomó ya tierra,
y sube al cielo el páramo
a la hora del recuerdo,
al toque de oraciones y descanso,
        la tosca cruz de piedra
        de tus tapias de barro
queda, como un guardián que nunca duerme,
de la campiña el sueño vigilando. 


        No hay cruz sobre la iglesia de los vivos,
en torno de la cual duerme el poblado;
la cruz, cual perro fiel, ampara el sueño
de los muertos al cielo acorralados.
¡Y desde el cielo de la noche, Cristo,
        el Pastor Soberano,
con infinitos ojos centelleantes,
recuenta las ovejas del rebaño! 


¡Pobre corral de muertos entre tapias
        hechas del mismo barro,
sólo una cruz distingue tu destino
en la desierta soledad del campo!

 
 
 
Miguel de Unamuno

miércoles, 21 de junio de 2017

TU NOMBRE ES ESO

 
NACÍ en el vientre de tus ojos angélicos,
muy cerca del mar de tu mirada.


Sonámbulo de deseo
te abracé hasta el fin
de los tiempos.


Y caí, como un niño,
en las redes de la ilusión.


No hubo fin, ni principio,
tan sólo olvido, un largo olvido
que fue nunca para siempre.


Conservo acaso el dolor de estar solo.
Tus ojos partieron con los ángeles
sobre el mar de lo perdido.


Una vez te dije:
“Tu luz me ata a la ceguera del deseo
y tu nombre resuena como losa
que golpea cráneos epilépticos”.


Hoy sólo el amor por la vida
me salva de la muerte.


Sólo Dios sabe cuánto te quise
y cuánto ayer recé para olvidar
tu nombre.


Sin embargo, hoy ya no vivo en la ilusión.


Por eso te quiero y no te quiero todavía,
y por eso nunca y siempre olvidaré
tu verdadero nombre.




Jose Manuel Martinez Sanchez

martes, 20 de junio de 2017

EN LOS CONFINES DEL SOL


Allí donde naces
penumbra de estrellas
navego firme
en la falúa,
tendido en popa.


Suplico al adefesio reptil,
espejo misericordioso
diseminado de ideas,
profano.


Difícil proselitismo
en primavera de otoño.


Desnuda tu barro
y descubre el entorno.
La cara oculta esconde tu hermosura.


Pierdo la naturaleza
con tu nombre presente,
olvidando la vida por vivir.


De ideas otoñales
vegetando en tu recóndito agujero.


Mi decir que decir tiene
sin rechazo traducido
sin intención conjuntada.

 
 
Agustin de la Poza

lunes, 19 de junio de 2017

SEIZE EL DÍA

          vienen del ghetto,
admiran a Selena,
quieren sacarse el Lotto,
son pesadas sus sombras,
grises sus biografías,
visten de polyester con ropa made in China,
pies ligeros de Adidas
y sonríen con dientes en andamios,
granos en sus mejillas,
grasa sobre su frente.

Hoy son cuerpos en marzo,
primavera en sus dedos,
fuego por su mirada,
la agresiva belleza de sólo veinte años,
dueños de sus caderas,
urgencias por sus lenguas,
la insolencia del sexo inundando su ingle,
el fulgor de la sangre retrasando relojes
y el descarado valle de sus pechos
umbrío de semillas.
Esto les califica de inmortales.

Mañana serán ruina,
del Olimpo expulsados para siempre,
cuerpos viejos y lentos,
oídos destemplados,
ojos llenos de tierra,
mutilados sus labios con cristales,
el olor de la rosa evaporado,
su tacto acuchillado,
ya la muerte inquilina del pecho pergamino
borrando la escritura de su sangre.

Ignorando lo hermoso y fugitivo de su tiempo
ellos no se dan cuenta cómo el viejo celebra
la clave de su piel y el lujo de sus cuerpos,
tan cerca de sus manos y a la vez tan lejanos,
ansias que le convidan a la vida,
trampas que le conducen a la muerte.



Hilario Borrero

domingo, 18 de junio de 2017

SÉ MÁS FELIZ QUE YO




Sobre pupila azul, con sueño leve,
Tu párpado cayendo amortecido,
Se parece a la pura y blanca nieve
Que sobre las violetas reposó:
Yo el sueño del placer nunca he dormido:
                    Sé más feliz que yo.


Se asemeja tu voz en la plegaria
Al canto del zorzal de indiano suelo
Que sobre la pagoda solitaria
Los himnos de la tarde suspiró:
Yo sólo esta oración dirijo al cielo:
                    Sé más feliz que yo.


Es tu aliento la esencia más fragante
De los lirios del Arno caudaloso
Que brotan sobre un junco vacilante
Cuando el céfiro blando los meció:
Yo no gozo su aroma delicioso:
                    Sé más feliz que yo.


El amor, que es espíritu de fuego,
Que de callada noche se aconseja
Y se nutre don lágrimas y ruego,
En tus purpúreos labios se escondió:
Él te guarde el placer y a mí la queja:
                    Sé más feliz que yo.


Bella es tu juventud en sus albores
Como un campo de rosas del Oriente;
Al ángel del recuerdo pedí flores
Para adornar tu sien, y me las dio;
Yo decía al ponerlas en tu frente:
                    Sé más feliz que yo.


Tu mirada Vivaz es de paloma;
Como la adormidera del desierto
Causas dulce embriaguez, hurí de aroma
Que el cielo de topacio abandonó:
Mi suerte es dura, mi destino incierto:
                    Sé más feliz que yo.

 
 
 
Juan Arolas

sábado, 17 de junio de 2017

EL NIÑO YUNTERO


Carne de yugo, ha nacido
más humillado que bello,
con el cuello perseguido
por el yugo para el cuello. 


Nace, como la herramienta,
a los golpes destinado,
de una tierra descontenta
y un insatisfecho arado. 


Entre estiércol puro y vivo
de vacas, trae a la vida
un alma color de olivo
vieja ya y encallecida. 


Empieza a vivir, y empieza
a morir de punta a punta
levantando la corteza
de su madre con la yunta. 


Empieza a sentir, y siente
la vida como una guerra
y a dar fatigosamente
en los huesos de la tierra. 


Contar sus años no sabe,
y ya sabe que el sudor
es una corona grave
de sal para el labrador. 


Trabaja, y mientras trabaja
masculinamente serio,
se unge de lluvia y se alhaja
de carne de cementerio. 


A fuerza de golpes, fuerte,
y a fuerza de sol, bruñido,
con una ambición de muerte
despedaza un pan reñido. 


Cada nuevo día es
más raíz, menos criatura,
que escucha bajo sus pies
la voz de la sepultura. 


Y como raíz se hunde
en la tierra lentamente
para que la tierra inunde
de paz y panes su frente. 


Me duele este niño hambriento
como una grandiosa espina,
y su vivir ceniciento
resuelve mi alma de encina. 


Lo veo arar los rastrojos,
y devorar un mendrugo,
y declarar con los ojos
que por qué es carne de yugo.


Me da su arado en el pecho,
y su vida en la garganta,
y sufro viendo el barbecho
tan grande bajo su planta. 


¿Quién salvará a este chiquillo
menor que un grano de avena?
¿De dónde saldrá el martillo
verdugo de esta cadena? 


Que salga del corazón
de los hombres jornaleros,
que antes de ser hombres son
y han sido niños yunteros.



Miguel Hernandez

viernes, 16 de junio de 2017

ACUÉRDATE DE MÍ

               
Cuando vengan las sombras de do vengan las sombras del olvido
a borrar de mi alma el sentimiento,
no dejes, por Dios, borrar el nido
donde siempre durmió mi pensamiento.


Si sabes que mi amor jamás olvida
que no puedo vivir lejos de ti
dime que en el sendero de la vida
alguna vez te acordarás de mí.


Cuando al pasar inclines la cabeza
y yo no pueda recoger tu llanto,
en esa soledad de la tristeza
te acordarás de aquel que te amó tanto.


No podrás olvidar que te he adorado
con ciego y delirante frenesí
y en las confusas sombras del pasado,
luz de mis ojos, te acordarás de mí.


El tiempo corre con denso vuelo
ya se va adelantando entre los dos
no me olvides jamás. ¡Dame un recuerdo!
y no me digas para siempre adiós.

 
 
Jose Angel Buesa

jueves, 15 de junio de 2017

COMO SI NADA


   
Si esta pobre existencia es como un puente
colgante entre dos áridos mutismos
vale decir entre dos muertes
a todas luces (o
mejor a todas sombras)
lo inapelable lo definitivo
lo importante vendría a ser la muerte
¿o no?
somos cardúmenes de vivos
que navegamos ciegos / consolables
de muerte a muerte y sin escalas
de esta tregua brevísima querría
llevarme algunas cosas
verbigracia el latido del amor
el libro que releo en los insomnios
la mirada sin niebla de los justos
y otra vez el latido del amor
esto de no ser más / de terminarse
tiene algo de aventura o de presidio
del ocaso al acaso media un palmo
de la nada a la nada va una vida
allá lejos / la simple ceremonia
de esa boca de niño junto a un pecho
de madre manantial
es un envite inútil a la nada
un simulacro espléndido / un adiós
pero la nada espera / no se olvida
de todas sus promesas serviciales
sus lágrimas de paz y protocolo
sus grietas en la tierra y en el cielo
¿cómo no ser curioso?
¿cómo no hacer apuestas a favor
o en contra hasta que alguien
pronuncie el no va más?
estoy henchido de curiosidad
callado como un pino en el crepúsculo
cuando el sol / ese impar / muere de a poco
y también él esconde sus vergüenzas
curioso y en silencio / yo me espío
a ver si la esperanza cicatriza
o si las servidumbres se desmandan
o si el secreto a voces me concierne
estoy flotante de curiosidad
ávido de saber o de sufrirme
flotante entre mis miedos
esclavo de mis auras
señor de mis cenizas
alguna vez la nada será mía
y yo / curioso
la venderé al mejor postor
y si él / a su vez / desencantado
la subasta en la plaza /
podré esfumarme al fin
como si nada



Mario Benedetti

miércoles, 14 de junio de 2017

LA OPORTUNIDAD PERDIDA


Tu existencia pendía de un hilo,
En las nubes buscaba asidero. 


Duró menos que dura un suspiro,
Pero arrancó más llanto que un duelo. 


Tu existencia desafió al tiempo:
Fue un diciembre que no tuvo enero,
Invierno que plantó a Primavera,
Una noche que no amaneció. 


Tu existencia no tenía objeto,
Fue una nada que a todo aspiraba,
Un sueño con conciencia de serlo,
Un deseo sin cuerpo al que amar. 


No tuvo consistencia tu ser.
De mi no poder se alimentaba. 


¡Cómo de mi querer se burló,
Diciendo: «pues ¿por qué no haces nada?»!...



Miguel Barciela

martes, 13 de junio de 2017

AMISTAD

 
No quiero caer de mí,
Yo quiero creer en ti
Porque el tú es un encuentro
De mi redor y mi centro.


Hay que buscar una rosa
Para ponerla en la losa
Del olvido. 


Yo te pido
Que esparzas siempre a los vientos
La sonrisa y los acentos
Del amor. 


Quiero, Señor,
Trenzar siempre la sonrisa
Y llevar, amplia y concisa,
La antorcha de la amistad
Y la llama de la paz.
Quiero encender esta lumbre. 


Que ella alumbre
Las canciones de esta vida
Y que sea repetida
En los rincones del mundo
Y deje siempre un profundo
Sabor
De abrazo y  calor. 


Yo quiero creer en ti,
Porque así
Andaremos el camino
De lo humano y lo divino.



Zacarias Palacios

lunes, 12 de junio de 2017

ACUARELA

 
Es la hora primera.

Del oriente
llega el sol.


La luna,
despojada de los oros
de la noche,
baja lenta hacia el poniente
que la espera tras la raya
del horizonte.


Sobre el bajo continuo
                        de la orilla,
las olas desenvuelven,
una a una,
la música que traen
                        desde tan lejos
como el tiempo
y es un son, y otro son
                        y mil más sones,
acompasadores, repetidos,
derramados en la arena.


Los pájaros marinos
                        inauguran
sus vuelos,
raudos algunos, otros
pausados,
caen al agua, certeros,
se levantan, se alejan,
los esfuma por fin
                        la resolana.


Poco a poco se oyen
voces, ecos, un canto.


La brisa, jardinera,
salpica de azahares
el vivo azul del mar.

 
 
Neira Delmar

domingo, 11 de junio de 2017

AMANECIDA


Soy una amanecida del amor...
Raro que no me sigan centenares de pájaros
picoteando canciones sobre mi sombrilla blanca.
(Será que van cercando, en vigilia de nubes,
la claridad inmensa donde avanza mi alma).

Raro que no me carguen pálidas margaritas
por la ruta amorosa que han tomado mis alas.
(Será que están llorando a su hermana más triste,
que en silencio se ha ido a la hora del alba).

Raro que no me vista de novia la más leve
de aquellas brisas suaves que durmieron mi infancia.
(Será que entre los árboles va enseñando a mi amado
los surcos inocentes por donde anduve, casta...)

Raro que no me tire su emoción el rocío,
en gotas donde asome risueña la mañana.
(Será que por el surco de angustia del pasado,
con agua generosa mis decepciones baña).

Soy una amanecida del amor...

En mí cuelgan canciones y racimos de pétalos,
y muchos sueños blancos,  y emociones aladas.

Raro que no me entienda el hombre,  conturbado
por la mano sencilla que recogió mi alma.
(Será que en él la noche se deshoja más lenta,
o tal vez no comprenda la emoción depurada...)



Julia de Burgos

sábado, 10 de junio de 2017

CONTADME UN SUEÑO


Ahora estoy de regreso, he llegado hace poco,
soy nuevo en la ciudad... Y esto quiere decir:
Me durmieron con un cuento...
y me he despertado con un sueño.
Voy a contar mi sueño, narradores de cuentos.
Voy a contar mi sueño.
Es un sueño sin lazos,
sin espejos,
sin anillos,
sin redes,
sin trampas y sin miedo.

Oíd:
Soñé... ¡sueño!
No soy un cuento.
Vengo de más lejos...
Soy y vengo del sueño.
Y digo que soñar es querer, querer, querer...
Querer escaparse del espejo,
querer desenvolverse del ovillo,
querer descoyuntarse de la dulce rosquilla de los cuentos,
querer desenvolverse... prolongarse.
Soñar es decir 4 veces,
o 44 veces,
o 4.444 veces, por ejemplo:
yo no quiero,
yo no quiero,
yo no quiero,
yo no quiero
verme en el tiempo
ni en la tierra
ni en el agua sujeto...
Quiero verme en el viento.
Quiero verme en el viento.
Quiero verme en el viento.
Quiero verme en el viento.



Leon Felipe

viernes, 9 de junio de 2017

COSAS DEL CID


Cuenta Barbey, en versos que valen bien su prosa,
una hazaña del Cid, fresca como una rosa,
pura como una perla.  No se oyen en la hazaña
resonar en el viento las trompetas de España,
ni el azorado moro las tiendas abandona
al ver al sol el alma de acero de Tizona.


Babieca descansando del huracán guerrero,
tranquilo pace, mientras el bravo caballero
sale a gozar del aire de la estación florida. 


Ríe la Primavera, y el vuelo de la vida
abre lirios y sueños en el jardín del mundo. 


Rodrigo de Vivar pasa, meditabundo,
por una senda en donde, bajo el sol glorioso,
tendiéndole la mano, le detiene un leproso.


Frente a frente, el soberbio príncipe del estrago
y la victoria, joven, bello como Santiago,
y el horror animado, la viviente carroña
que infecta los suburbios de hedor y de ponzoña.


Y al Cid tiende la mano el siniestro mendigo,
y su escarcela busca y no encuentra Rodrigo. 


—¡Oh, Cid, una limosna! —dice el pobrecito.
                                                                        —Hermano,
¡te ofrezco la desnuda limosna de mi mano!
—dice el Cid; y, quitando su férreo guante, extiende
la diestra al miserable, que llora y que comprende.


Tal es el sucedido que el Condestable escancia
como un vino precioso en su copa de Francia. 


Yo agregaré este sorbo de licor castellano:

          *
Cuando su guantelete hubo vuelto a la mano,
el Cid siguió su rumbo por la primaveral
senda.  Un pájaro daba su nota de cristal
en un árbol.  El cielo profundo desleía
un perfume de gracia en la gloria del día. 


Las ermitas lanzaban en el aire sonoro
su melodiosa lluvia de tórtolas de oro;
el alma de las flores iba por los caminos
a unirse a la piadosa voz de los peregrinos
y el gran Rodrigo Díaz de Vivar, satisfecho,
iba cual si llevase una estrella en el pecho. 


Cuando de la campiña, aromada de esencia
sutil, salió una niña vestida de inocencia,
una niña que fuera una mujer, de franca
y angélica pupila, y muy dulce y muy blanca. 


Una niña que fuera un hada, o que surgiera
encarnación de la divina Primavera.

Y fue al Cid y le dijo: «Alma de amor y fuego,
por Jimena y por Dios un regalo te entrego,
esta rosa naciente y este fresco laurel». 


Y el Cid, sobre su yelmo las frescas hojas siente,
en su guante de hierro hay una flor naciente,
y en lo íntimo del alma como un dulzor de miel.



Ruben Dario

jueves, 8 de junio de 2017

CANTO A LA AMISTAD

                     
Que difícil es, hoy día,
entre tanta miseria
encontrar manos amigas
que nos ofrezcan desnudas
todo lo que el alma piensa


Que difícil es vivir con
Afecto,
Bondad,
Ternura,
Belleza,
en este teatro del mundo
donde todos los actores salen
entre falsos oropeles
a representar su escena


Y que sabio aquel que entiende
que todo es
Breve,
Frágil,
Pequeño,
y aprende a escuchar,
con un profundo respeto
desde la soledad misma
que todo tiene su tiempo


Aprender a valorar
entre las cosas pequeñas
el mundo de la palabra
y el mundo de las ideas
y entre las cosas sencillas
la amistad es la más bella.



Julio Biosca

miércoles, 7 de junio de 2017

ENCAJES



Alma son de mis cantares,
tus hechizos...
Besos, besos
a millares. Y en tus rizos,
besos, besos a millares. 


¡Siempre amores! ¡Nunca amor!

Los placeres
van de prisa:
una risa
y otra risa,
y mil nombres de mujeres,
y mil hojas de jazmín
desgranadas
y ligeras... 


Y son copas no apuradas,
y miradas
pasajeras,
que desfloran nada más. 


Desnudeces,
hermosuras,
carne tibia y morbideces,
elegancias y locuras... 


No me quieras, no me esperes...
¡No hay amor en los placeres!
¡No hay placer en el amor!


Manuel Machado

martes, 6 de junio de 2017

ANTES DEL ODIO


Beso soy, sombra con sombra.
Beso, dolor con dolor,
por haberme enamorado,
corazón sin corazón,
de las cosas, del aliento
sin sombra de la creación.


Sed con agua en la distancia,
pero sed alrededor.


Corazón en una copa
donde me lo bebo yo
y no se lo bebe nadie,
nadie sabe su sabor.


Odio, vida: ¡cuánto odio
sólo por amor!


No es posible acariciarte
con las manos que me dio
el fuego de más deseo,
el ansia de más ardor.


Varias alas, varios vuelos
abaten en ellas hoy
hierros que cercan las venas
y las muerden con rencor.


Por amor, vida, abatido,
pájaro sin remisión.


Sólo por amor odiado,
sólo por amor.


Amor, tu bóveda arriba
y no abajo siempre, amor,
sin otra luz que estas ansias,
sin otra iluminación.


Mírame aquí encadenado,
escupido, sin calor,
a los pies de la tiniebla
más súbita, más feroz,
comiendo pan y cuchillo
como buen trabajador
y a veces cuchillo sólo,
sólo por amor.


Todo lo que significa
golondrinas, ascensión,
claridad, anchura, aire,
decidido espacio, sol,
horizonte aleteante,
sepultado en un rincón.


Esperanza, mar, desierto,
sangre, monte rodador:
libertades de mi alma
clamorosas de pasión,
desfilando por mi cuerpo,
donde no se quedan, no,
pero donde se despliegan,
sólo por amor.


Porque dentro de la triste
guirnalda del eslabón,
del sabor a carcelero
constante, y a paredón,
y a precipicio en acecho,
alto, alegre, libre soy.


Alto, alegre, libre, libre,
sólo por amor.


No, no hay cárcel para el hombre.
No podrán atarme, no.


Este mundo de cadenas
me es pequeño y exterior.


¿Quién encierra una sonrisa?
¿Quién amuralla una voz?
A lo lejos tú, más sola
que la muerte, la una y yo.


A lo lejos tú, sintiendo
en tus brazos mi prisión,
en tus brazos donde late
la libertad de los dos.


Libre soy. Siénteme libre.
Sólo por amor.



Miguel Hernandez

lunes, 5 de junio de 2017

LA NOCHE


Fresco sonido extinto o sombra, el día me encuentra.

Sí, como muerte, quizá como suspiro,
quizá como un solo corazón que tiene bordes,
acaso como límite de un pecho que respira;
como un agua que rodea suavemente una forma
y convierte a ese cuerpo en estrella en el agua.

Quizá como el viaje de un ser que se siente arrastrado
a la final desembocadura en que a nadie se conoce,
en que la fría sonrisa se hace sólo con los dientes,
más dolorosa cuanto que todavía las manos están tibias.

Sí. Como ser que, vivo, porque vivir es eso,
llega en el aire, en el generoso transporte
que consiste en tenderse en la tierra y esperar,
esperar que la vida sea una fresca rosa.

Sí, como la muerte que renace en el viento.

Vida, vida batiente que con forma de brisa,
con forma de huracán que sale de un aliento,
mece las hojas, mece la dicha o el color de los pétalos,
la fresca flor sensible en que alguien se ha trocado.

Como joven silencio, como verde o laurel;
como la sombra de un tigre hermoso que surte de la selva;
como alegre retención de los rayos del sol en el plano del agua;
como la viva burbuja que un pez dorado inscribe en el azul del cielo.


Como la imposible rama en que una golondrina no detiene su vuelo...

El día me encuentra.



Vicente Aleixandre

domingo, 4 de junio de 2017

CONVERSAR


 
En un poema leo: conversar es divino.
Pero los diosa no hablan:
hacen, deshacen mundos
mientras los hombres hablan.


Los dioses, sin palabras,
juegan juegos terribles.


El espíritu baja
y desata las lenguas
pero no habla palabras:
habla lumbre. El lenguaje,
por el dios encendido,
es una profecía
de llamas y una torre
de humo y un desplome
de sílabas quemadas:
ceniza sin sentido.

La palabra del hombre
es hija de la muerte.


Hablamos porque somos
mortales: las palabras
no son signos, son años.


Al decir lo que dicen
los nombres que decimos
dicen tiempo: nos dicen.


Somos nombres del tiempo.
Conversar es humano.



Octavio Paz

sábado, 3 de junio de 2017

EL AMOR ES UN CENTRO


Una esperanza un huerto un páramo
una migaja entre dos hambres
el amor es campo minado
un jubileo de la sangre


cáliz y musgo / cruz y sésamo
pobre bisagra entre voraces
el amor es un sueño abierto
un centro con pocas filiales


un todo al borde de la nada
fogata que será ceniza
el amor es una palabra
un pedacito de utopía


es todo eso y mucho menos
y mucho más / es una isla
una borrasca / un lago quieto
sintetizando yo diría


que el amor es una alcachofa
que va perdiendo sus enigmas
hasta que queda una zozobra
una esperanza un fantasma.

 
 
 
Mario Benedetti

viernes, 2 de junio de 2017

TRISTEZA

 
Una galaxia sin una estrella,
un sol opaco ilumina Marbella,
una amarga, muy amarga grosella,
así es mi vida si no estoy con ella. 


El mar se derrama hacia el infinito,
amar se convierte en algo maldito,
soñar es ahora un gran delito,
de vida y de muerte en un mismo rito. 


Agrestes los valles del Amazonas,
todos los bosques sin flores ni aromas,
ya los castillos no ven los fantomas,
y ya los payasos no saben de bromas. 


Se tornan amarillos los campos de verdor,
los ríos se evaporan y mueren de calor
las cigarras y los grillos y el pájaro cantor,

y con ello así mi vida si no tengo yo su amor.



Ernesto Borge

jueves, 1 de junio de 2017

A UNA ENFERMEDAD DE DOÑA CATALINA DE LA CERDA


Sacra planta de Alcides, cuya rama
Fue toldo de la yerba, fértil soto
Que al tiempo mil libreas le habéis roto
De frescas hojas, de menuda grama:

Sed hoy testigos destas que derrama
Lágrimas Licio, y deste humilde voto
Que al rubio Febo hace, viendo a Cloto
De su Clori romper la vital trama. 


Ardiente morador del sacro coro,
Si libre a Clori por tus manos deja
De alguna yerba algún secreto jugo,

Tus aras teñirá este blanco toro,
Cuya cerviz así desprecia el yugo
Como el de Amor la enferma zagaleja.

 
 
 
Luis de Gongora y Argote