"Sumérgete en el océano de emociones tejido por palabras, donde cada verso es un eco del alma y cada estrofa es un viaje hacia la profundidad del corazón: Bienvenido al santuario de la poesía, donde los sueños danzan entre líneas y los sentimientos florecen en cada palabra."

sábado, 30 de junio de 2018

BALCONES DE LA TARDE

Pintura de Dans Reve


Balcones hay en la tarde llenos de luces moras,
donde ríen las niñas poéticas, bullidoras.



Balcones de la tarde, con purpurinos claveles,
donde las niñas sueñan cuentos de espadas, roeles.


Balcones dorados de los lejanos miradores;
desde ellos las colegialas se envían besos de amores.


Hay tristes en las llanuras, donde desamparada
llora la virgen sola su perdida estrella amada.


En los que miran al valle de la doliente encina
la nativa esperanza de un corazón declina.


En los obscurecidos cuando la humedad impera,
larga noche de angustia la flor anémica espera.


Mas, uno mira al lago, con moriscos barandales;
y trae a mi mente goces de ayer sin iguales.


Era de luz argentada, era perlino, hechicero;
en el blasón tenía una ancla y un mastelero.


Vino la niebla de oro, niebla de rosa ambarina;
y la virgen del lago contome un sueño, divina.


Cuando los miro ahora, la llama de amores arde;
¡llenos de luces rosadas balcones de la tarde!



Jose Maria Eguren

viernes, 29 de junio de 2018

TODAS LAS MIRADAS SON ÁRBOLES QUE SE DESHOJAN

Pintura de Dans Reve
Las miradas son árboles que se deshojan. 

Hay que penetrar lo compacto,
que taladrar el misterio para descubrir el suelo
cubierto de álamos, de olmos,
de palmípedos cedros. 


La prieta vegetación humilla bajo el peso del tiempo
su copiosidad radiante, de éteres húmeda... 


¡Ah el precipitado ímpetu
de las ramas, de las miradas
cortándose de sus troncos! 


Apenas algo, apenas el ácido vaho que dilatan
los dientes del rebaño implacable
cuando muerde el pasto... 


Humarada invisible de verdor desgarrado,
cálido penacho de olores. 


Las perdemos, cortándonoslas inconscientes
de larga contemplación. 


Y nos quedamos en tierras desiertas,
en arrasadas orillas,
en fingidos oasis sin agua ni palmeras. 


¿Por qué, hasta cuándo, en qué momento
se reunirán todas esas miradas en haz trepidante,
para hacerse breve rayo definitivo? 


¡Este viscoso suelo resbaladizo,
las mareas de hojas que eran ojos
agarrándose a las cosas, a los seres, a la ilusión de ver!

 
 
 
Carmen Conde

jueves, 28 de junio de 2018

AMANTE

Pintura de Dans Reve


Es igual que reír dentro de una campana:
sin el aire, ni oírte, ni saber a qué hueles. 


Con gesto vas gastando la noche de tu cuerpo
y yo te transparento: soy tú para la vida. 


No se acaban tus ojos; son los otros los ciegos. 

No te juntan a mí, nadie sabe que es tuya
esta mortal ausencia que se duerme en mi boca,
cuando clama la voz en desiertos de llanto. 


Brotan tiernos laureles en las frentes ajenas,
y el amor se consuela prodigando su alma. 


Todo es luz y desmayo donde nacen los hijos,
y la tierra es de flor y en la flor hay un cielo. 


Solamente tú y yo (una mujer al fondo
de ese cristal sin brillo que es campana caliente),
vamos considerando que la vida..., la vida
puede ser el amor, cuando el amor embriaga;
es sin duda sufrir, cuando se está dichosa;
es, segura, la luz, porque tenemos ojos. 


Pero ¿reír, cantar, estremecernos libres
de desear y ser mucho más que la vida...? 


No. Ya lo sé. Todo es algo que supe
y por ello, por ti, permanezco en el Mundo.





Carmen Conde

miércoles, 27 de junio de 2018

AMANECERES

Pintura de Edvard Munch


¡Amaneceres en mi alma!
¡Amaneceres en mi mente!


Cuando se abre la puerta íntima
para entrar a una misma,
¡Que de amaneceres!


Recoger la hora que pasa temblando a nuestro lado,
y hacerla presente,
y hacerla robusta,
y hacerla universal.


Y que cante;
y que grite;
y que se interne en todos los rincones anónimos
despertando rebeldías;
y que barra la cara de los eternos jorobados del tiempo
enfermos de no pensar;
y que cuelgue todas las canciones de rumbos y burgueses,
y rompa sus segundos en un millón de himnos proletarios.


¡Amaneceres en mi alma!
¡Amaneceres en mi mente!


Cuando se abre la puerta íntima
para entrar a una misma,
¡Que de amaneceres!




Julia de Burgos

martes, 26 de junio de 2018

AMANECIDA

 Pintura de Edvard Munch
Soy una amanecida del amor...

Raro que no me sigan centenares de pájaros
picoteando canciones sobre mi sombrilla blanca.


(Será que van cercando, en vigilia de nubes,
la claridad inmensa donde avanza mi alma).


Raro que no me carguen pálidas margaritas
por la ruta amorosa que han tomado mis alas.


(Será que están llorando a su hermana más triste,
que en silencio se ha ido a la hora del alba).


Raro que no me vista de novia la más leve
de aquellas brisas suaves que durmieron mi infancia.


(Será que entre los árboles va enseñando a mi amado
los surcos inocentes por donde anduve, casta...)


Raro que no me tire su emoción el rocío,
en gotas donde asome risueña la mañana.


(Será que por el surco de angustia del pasado,
con agua generosa mis decepciones baña).


Soy una amanecida del amor...


En mí cuelgan canciones y racimos de pétalos,
y muchos sueños blancos,  y emociones aladas.


Raro que no me entienda el hombre,  conturbado
por la mano sencilla que recogió mi alma.


(Será que en él la noche se deshoja más lenta,
o tal vez no comprenda la emoción depurada...)




Julia de Burgos

lunes, 25 de junio de 2018

PONME TUS MANOS EN MIS OJOS

 Pintura de Edvard Munch
Ponme tus manos en los ojos
Para guiarme como a un ciego
Por el fantasmal laberinto
De mi oscuridad y mi silencio.


Igual que cuando éramos niños
Y jugábamos a perdernos
Por largos pasillos y alcobas
De un enorme caserón viejo.


Tú apoyabas contra mi espalda
El blando empuje de tu cuerpo
Mientras me cegaban los ojos
La suave prisión de tus dedos.


Me guiabas para perderme
En el tenebroso misterio,
Sintiendo nuestros corazones
Que latían al mismo tiempo.


Por los ilusorios caminos
Que inventabas, me ibas perdiendo,
Paso a paso, gozosamente,
En la noche de nuestro juego.


Desde entonces viví soñando
Con aquel infantil infierno
Por el que tus manos de niña
Me guiaban para perdernos.



Jose Bergamin

domingo, 24 de junio de 2018

MUERTO DE AMOR

Pintura de Edvard Munch

¿Qué es aquello que reluce
por los altos corredores?
Cierra la puerta, hijo mío,
acaban de dar las once. 


En mis ojos, sin querer,
relumbran cuatro faroles.
Será que la gente aquélla
estará fregando el cobre.

     
     *
Ajo de agónica plata
la luna menguante, pone
cabelleras amarillas
a las amarillas torres.


La noche llama temblando
al cristal de los balcones,
perseguida por los mil
perros que no la conocen,
y un olor de vino y ámbar
viene de los corredores. 


          *
Brisas de caña mojada
y rumor de viejas voces,
resonaban por el arco
roto de la media noche.
Bueyes y rosas dormían. 


Solo por los corredores
las cuatro luces clamaban
con el fulgor de San Jorge.
Tristes mujeres del valle
bajaban su sangre de hombre,
tranquila de flor cortada
y amarga de muslo joven. 


Viejas mujeres del río
lloraban al pie del monte,
un minuto intransitable
de cabelleras y nombres. 


Fachadas de cal, ponían
cuadrada y blanca la noche.
Serafines y gitanos
tocaban acordeones. 


Madre, cuando yo me muera,
que se enteren los señores.
Pon telegramas azules
que vayan del Sur al Norte. 


Siete gritos, siete sangres,
siete adormideras dobles,
quebraron opacas lunas
en los oscuros salones. 


Lleno de manos cortadas
y coronitas de flores,
el mar de los juramentos
resonaba, no sé dónde. 


Y el cielo daba portazos
al brusco rumor del bosque,
mientras clamaban las luces
en los altos corredores.



Federico Garcia Lorca

sábado, 23 de junio de 2018

DESEO

Pintura de Dans Reve

Sólo tu corazón caliente,
Y nada más. 


  Mi paraíso, un campo
Sin ruiseñor
Ni liras,
Con un río discreto
Y una fuentecilla. 


  Sin la espuela del viento
Sobre la fronda,
Ni la estrella que quiere
Ser hoja. 


  Una enorme luz
Que fuera
Luciérnaga
De otra,
En un campo de
Miradas rotas. 


  Un reposo claro
Y allí nuestros besos,
Lunares sonoros
Del eco,
Se abrirían muy lejos. 


  Y tu corazón caliente,
Nada más.




Federico Garcia Lorca

viernes, 22 de junio de 2018

EMILIA

Pintura de Dans Reve

La adelantada fuiste tú en la tierra
a sonreír desde la cuna,
tú, nuestra adelantada hoy en el cielo,
rica de primogenitura.

Si la primera entre los diez hermanos
fuiste en la cuna y en la tumba,
más crecida entre todos, nos preparas
en nueva casa nueva cuna.

Hoy es 15 de agosto y es el día
en que María el cielo surca;
que Ella te diga que en ti espero y pienso,
tú, su azucena en las alturas.

Yo era un niño de meses, tú una infanta,
virgen de musas y de músicas.
Entre tus brazos de soñada madre
tú me estrechabas con ternura.

Durante trece meses que mi lengua,
pétalo apenas que se curva,
no supo articular la santa sílaba
que leche y madre clama y busca,

fuimos tú y yo de padre y madre hermanos
—nuestra mudez, madre profunda—
y al pensar que ya pronto me perdías,
más me robabas cada luna.

Tú chapuzabas en mis ojos nuevos
tus ojos fijos de preguntas
y hablaban con las mías tus pupilas
voces de arroyo que susurra.

Al jugar tu recelo y mi inocencia,
mi transparencia con tu angustia,
sentías derramarse en tus entrañas
mil cataratas de clausura.

El mundo para ti se te abreviaba
entre mantillas y entre espumas;
mis puños sonrosados que esgrimía
eran tus flores, sólo tuyas.

¿Cómo de aquellas pláticas sublimes
la clave hallar que las traduzca,
de aquellas letanías de amor puro,
de amor que lleva a la locura?

El padre y los hermanos nos miraban
y se asomaban a la cuna,
al umbral del misterio doloroso
de aquella sima taciturna.

¿Acaso ya sabías, dulce hermana,
dulce doncella sordomuda,
que Dios que te selló boca y oídos
para embriagarte de su música,

desataría un día mi trabada
lengua discípula y adulta?
¿Sabías ya que yo iba a ser poeta?
¿No eres tú, Emilia, quien me apunta?




Gerardo Diego

jueves, 21 de junio de 2018

BRINDIS

 Pintura de Dans Reve
Debiera ahora deciros: —«Amigos,
muchas gracias», y sentarme, pero sin ripios.
Permitidme que os lo diga en tono lírico,
en verso, sí, pero libre y de capricho.
Amigos:
dentro de unos días me veré rodeado de chicos,
de chicos torpes y listos,
y dóciles y ariscos,
a muchas leguas de este Santander mío,
en un pueblo antiguo,
tranquilo
y frío,
y les hablaré de versos y de hemistiquios,
y del Dante, y de Shakespeare, y de Moratín (hijo),
y de pluscuamperfectos y de participios,
y el uno bostezará y el otro me hará un guiño.
Y otro, seguramente el más listo,
me pondrá un alias definitivo.
Y así pasarán cursos monótonos y prolijos.
Pero un día tendré un discípulo,
un verdadero discípulo,
y moldearé su alma de niño
y le haré hacerse nuevo y distinto,
distinto de mí y de todos: él mismo.
Y me guardará respeto y cariño.
Y ahora os digo:
                              amigos,
brindemos por ese niño,
por ese predilecto discípulo,
por que mis dedos rígidos
acierten a moldear su espíritu,
y mi llama lírica prenda en su corazón virgíneo,
y por que siga su camino
intacto y limpio,
y porque este mi discípulo,
que inmortalice mi nombre y mi apellido,
... sea el hijo,
el hijo
de uno de vosotros, amigos.




Gerardo Diego

miércoles, 20 de junio de 2018

BANDERA EN PENA

Pintura de Edvard Munch


Están izando mi bandera
con ceremonia y sin pudor
pobre bandera
mi bandera
está alegre como una sábana
pero triste como un adiós
ondea sólo a la derecha
y ya no sé si tiene sol
está nueva como un trofeo
pero vieja como un perdón

están arriando mi bandera
con ceremonia y sin pasión
pobre bandera
mi bandera
los autobuses se detienen
y hay un silencio que es rencor
como son pocos los que miran
por lo menos la miro yo
y hasta el clarín que la saluda
se atraganta de compasión

están llevando mi bandera
con ceremonia y sin honor
pobre bandera
mi bandera
la doblarán en ocho pliegues
la guardarán en un cajón
la cerrarán con un candado
madeinusa de lo mejor

pero si miras hacia arriba
tendrás acaso otra visión
hay un fantasma de bandera
lindo trapo de cielo y sol
y esa alma en pena
esa bandera
bandera en pena
o qué sé yo
está en jirones
tiene sangre
y no se olvida
no.




Mario Benedetti

martes, 19 de junio de 2018

ESTADOS DE ÁNIMO

Pintura de Edvard Munch
A veces me siento
como un águila en el aire
          (de una canción de Pablo Milanés)
Unas veces me siento
como pobre colina
y otras como montaña
de cumbres repetidas



unas veces me siento
como un acantilado
y en otras como un cielo
azul pero lejano


a veces uno es
manantial entre rocas
y otras veces un árbol
con las últimas hojas


pero hoy me siento apenas
como laguna insomne
con un embarcadero
ya sin embarcaciones


una laguna verde
inmóvil y paciente
conforme con sus algas
sus musgos y sus peces


sereno en mi confianza
confiado en que una tarde
te acerques y te mires
te mires al mirarme.




Mario Benedetti

lunes, 18 de junio de 2018

AMO TUS INSTANTES

Pintura de Edvard Munch

Tu piel en mis manos es arcilla,
que se deja modelar al ritmo de mi deseo...


Te entregas...
Y en tu cuerpo suave agoniza la razón,
mientras tus sentidos me sienten...


Entonces...
Le doy a tus manos lo que ansía tu interior
mientras mi boca y la tuya desaparecen en el beso...


Allí...
Lleno tus vacíos con mi espacio despierto y,
sabiendo que el disfrutarte no es eterno,
troto en tu deseo, sin apurar el llegar a destino...


Escucho tus quejidos...
Y mis oídos los traducen en dedicación,
por eso, el explosivo estallido se demora
atesorando el tiempo de esta conexión,
extendiendo el plazo de saborearte...


La magia hermosa del momento
jamás cuestiona el después...


Será que he aprendido
que el para siempre no existe...


Solo el recuerdo de tu suave piel mi amor,
solo la memoria de nuestro deseo compartido
y estas ganas...
que no entienden de intervalos
y se mantienen siempre intactas,
siempre listas para vos...




Juan Leandro Alzugaray

domingo, 17 de junio de 2018

TU ALMA... MI HOGAR

Pintura de Edvard Munch

Mi deseo te recorre, mis ganas te dibujan,
necesito el mapa de tu cuerpo
para que el perderme tenga sentido y destino...



Te delineo, ideo tus formas,
mientras mis manos cansadas de acariciar vacío,
quieren llenarse de vos...


Eres un ángel, un sueño, una ilusión,
una imagen extraída de mis fantasías,
y por la magia de la pasión contenida,
convertida en realidad ficticia, irreal...


Te deseo,
mi cuerpo no entiende de razones,
y tu ausencia, justificada o no,
te convierte en necesidad,
en dolorosa sed imposible de saciar...


Cuando llegues,
explotará el tiempo en mil besos
y el transitarte será la constante del encuentro...


Mi boca, tu sabor,
se mezclarán en un juego interminable,
donde el vencedor y el vencido
serán imposibles de distinguir
en medio de la confusión de nuestros cuerpos.


Es que tengo para vos un todo
del que hoy la nada es su dueño,
por eso, ven a mí,
quiero hacer de tu cuerpo mi casa,
necesito convertir tu alma en mi hogar...




Juan Leandro Alzugaray

sábado, 16 de junio de 2018

ALEGORÍA DEL RÍO SECO

Pintura de Edvard Munch



                              I
Es triste la tristeza de este cauce vacío,
con árboles sin sombra muriendo en sus orillas;
y, como si lloraran por la ausencia del río,
son lágrimas de oro sus hojas amarillas.

Los bordes de este cauce son los labios de un viejo
que aprendió la amargura de besar en la frente;
y, como el marco inútil donde brilló el espejo,
hay algo que nos mira tras su reflejo ausente.

Es triste la tristeza de este cauce vacío,
triste como las canas de un hombre sin mujer,
porque el cauce es la inmensa desolación de un río
que se convierte en surco, sin lograr florecer...

                             II
A veces, en otoño, la lluvia persistente
llena la zanja seca con sus aguas sin brío,
y el cauce desolado tal parece que siente
la fugaz alegría de volver a ser río.

Hoy su propio silencio tiene una voz ajena,
y ayer, cantando el canto de las aguas felices,
olvido la asechanza de la sed de la arena
y el misterioso instinto que alarga las raíces.

Y, ante este gran cadáver que lucha con lo inerte,
en su terca esperanza rebosante de fe,
se diría que el cauce no comprendió su muerte
y se quedó esperando el agua que se fue.



Jose Angel Buesa

viernes, 15 de junio de 2018

ACUÉRDATE DE MÍ

Pintura de Edvard Munch
Cuando vengan las sombras del olvido
a borrar de mi alma el sentimiento,
no dejes, por Dios, borrar el nido
donde siempre durmió mi pensamiento.


Si sabes que mi amor jamás olvida
que no puedo vivir lejos de ti
dime que en el sendero de la vida
alguna vez te acordarás de mí.


Cuando al pasar inclines la cabeza
y yo no pueda recoger tu llanto,
en esa soledad de la tristeza
te acordarás de aquel que te amó tanto.


No podrás olvidar que te he adorado
con ciego y delirante frenesí
y en las confusas sombras del pasado,
luz de mis ojos, te acordarás de mí.


El tiempo corre con denso vuelo
ya se va adelantando entre los dos
no me olvides jamás. ¡Dame un recuerdo!
y no me digas para siempre adiós.



Jose Angel Buesa

jueves, 14 de junio de 2018

GÓNGORA

Pintura de Edvard Munch


Marte, la guerra. Febo, el sol. Neptuno,
el mar que ya no pueden ver mis ojos
porque lo borra el dios. Tales despojos
han desterrado a Dios, que es Tres y es Uno,
de mi despierto corazón. El hado
me impone esta curiosa idolatría. 


Cercado estoy por la mitología.
Nada puedo. Virgilio me ha hechizado.


Virgilio y el latín. Hice que cada
estrofa fuera un arduo laberinto
de entretejidas voces, un recinto
vedado al vulgo, que es apenas, nada. 


Veo en el tiempo que huye una saeta
rígida y un cristal en la corriente
y perlas en la lágrima doliente. 


Tal es mi extraño oficio de poeta.
¿Qué me importan las befas o el renombre? 


Troqué en oro el cabello, que está vivo.
¿Quién me dirá si en el secreto archivo
de Dios están las letras de mi nombre?

Quiero volver a las comunes cosas:
el agua, el pan, un cántaro, unas rosas...




Jose Luis Borges

miércoles, 13 de junio de 2018

ELEGÍA

Pintura de Edvard Munch

Oh destino el de Borges,
haber navegado por los diversos mares del mundo
o por el único y solitario mar de nombres diversos,
haber sido una parte de Edimburgo, de Zurich, de las dos Córdobas,
de Colombia y de Texas,
haber regresado, al cabo de cambiantes generaciones,
a las antiguas tierras de su estirpe,
a Andalucía, a Portugal y a aquellos condados
donde el sajón guerreó con el danés y mezclaron sus sangres,
haber errado por el rojo y tranquilo laberinto de Londres,
haber envejecido en tantos espejos,
haber buscado en vano la mirada de mármol de las estatuas,
haber examinado litografías, enciclopedias, atlas,
haber visto las cosas que ven los hombres,
la muerte, el torpe amanecer, la llanura
y las delicadas estrellas,
y no haber visto nada o casi nada
sino el rostro de una muchacha de Buenos Aires,
un rostro que no quiere que lo recuerde.
Oh destino de Borges,
tal vez no más extraño que el tuyo.



Jose3 Luis Borges

martes, 12 de junio de 2018

PASION

Pintura de Edvard Munch


Con estos mismos labios que ha de comer la tierra,
te beso limpiamente los mínimos cabellos
que hacen anillos de ébano, minúsculos y bellos,
en tu cuello, lo mismo que el pinar en la sierra.

Te muerdo con los dientes, te hiero en esta guerra
de amor en que enloquezco. Sangras. Y pongo sellos
a las heridas tibias, con besos, besos....Ellos
que han de quedar comidos, mordidos por la tierra.

Tal ímpetu me come las entrañas, que sorbo
tu carne palmo a palmo, cerco de llama el sexo,
te devoro a caricias, y a besos, y a mordiscos.

Ni la muerte, ni el ansia, ni el tiempo son estorbo.
El abrazo es lo mismo si cóncavo o convexo,
y yo soy un cordero que trisca en tus apriscos.


 Antonio Carvajal

lunes, 11 de junio de 2018

DAME, DAME

Pintura de Edvard Munch
Dame, dame la noche del desnudo
para hundir mi mejilla en ese valle,
para que el corazón no salte, y calle:
hazme entregado, reposado y mudo.

Dame, dame la aurora, rompe el nudo
con que ligué mis rosas a tu talle,
para que el corazón salte y estalle:
hazme violento, bullidor y rudo.

Dame, dame la siesta de tu boca,
dame la tarde de tu piel, tu pelo:
sé lecho, sé volcán, sé desvarío.

Que toda plenitud me sepa a poca,
como a la estrella es poco todo el cielo,
como la mar es poca para el río.




Antonio Carvajal

domingo, 10 de junio de 2018

DÍA NUESTRO


—La tienda de la noche se ha rasgado hacia Oriente—.

Tu espíritu amanece maravillosamente:
su luz entra en mi alma como el sol a un vergel...


—Pleno sol. Llueve fuego. —Tu amor tienta, es la gruta
afelpada de musgo, el arroyo, la fruta,
la deleitosa fruta madura a toda miel.


—El Ángelus. —Tus manos son dos alas tranquilas.


Mi espíritu se dobla como un gajo de lilas.


Y mi cuerpo te envuelve... tan sutil como un velo.


—El triunfo de la Noche. —De tus manos, más bellas,
fluyen todas las sombras y todas las estrellas,
y mi cuerpo se vuelve profundo como un cielo!





Delmira Agustini

sábado, 9 de junio de 2018

CUENTAS DE MÁRMOL

Pintura de Edvard Munch

Yo, la estatua de mármol con cabeza de fuego,
apagando mis sienes en frío y blanco ruego...


Engarzad en un gesto de palmera o de astro
vuestro cuerpo, esa hipnótica alhaja de alabastro,
tallada a besos puros y bruñida en la edad;
sereno, tal habiendo la luna por coraza;
blanco, más que si fuerais la espuma de la Raza,
y desde el tabernáculo de vuestra castidad,
elevad a mí los lises hondos de vuestra alma;
mi sombra besará vuestro manto de calma,
que creciendo, creciendo, me envolverá con vos.


Luego será mi carne en la vuestra perdida...
luego será mi alma en la vuestra diluida...
luego será la gloria... y seremos un dios!


—Amor de blanco y frío,
amor de estatuas, lirios, astros, dioses...
¡Tú me los des, Dios mío!




Delmira Agustini

viernes, 8 de junio de 2018

CANCIÓN DE CUNA PARA DORMIR A UN PRESO

Pintura de Edvard Munch


La gaviota sobre el pinar.
(La mar resuena.)
Se acerca el sueño. Dormirás,
soñarás, aunque no lo quieras. 


La gaviota sobre el pinar
goteado todo de estrellas.

Duerme. Ya tienes en tus manos
el azul de la noche inmensa. 


No hay más que sombra. Arriba, luna.
Peter Pan por las alamedas.
Sobre ciervos de lomo verde
la niña ciega. 


Ya tú eres hombre, ya te duermes,
mi amigo, ea...

Duerme, mi amigo. Vuela un cuervo
sobre la luna, y la degüella. 


La mar está cerca de ti,
muerde tus piernas.
No es verdad que tú seas hombre;
eres un niño que no sueña. 


No es verdad que tú hayas sufrido:
son cuentos tristes que te cuentan.
Duerme. La sombra toda es tuya,
mi amigo, ea...

Eres un niño que está serio. 

Perdió la risa y no la encuentra.
Será que habrá caído al mar,
la habrá comido una ballena. 


Duerme, mi amigo, que te acunen
campanillas y panderetas,
flautas de caña de son vago
amanecidas en la niebla.


No es verdad que te pese el alma.
El alma es aire y humo y seda. 


La noche es vasta. Tiene espacios
para volar por donde quieras,
para llegar al alba y ver
las aguas frías que despiertan,
las rocas grises, como el casco
que tú llevabas a la guerra. 


La noche es amplia, duerme, amigo,
mi amigo, ea...

La noche es bella, está desnuda,
no tiene límites ni rejas. 


No es verdad que tú hayas sufrido,
son cuentos tristes que te cuentan.
Tú eres un niño que está triste,
eres un niño que no sueña. 


Y la gaviota está esperando
para venir cuando te duermas.
Duerme, ya tienes en tus manos
el azul de la noche inmensa. 


Duerme, mi amigo...
                                      Ya se duerme
mi amigo, ea...




Jose Hierro

jueves, 7 de junio de 2018

CON LAS PIEDRAS, CON EL VIENTO

 Pintura de Edvard Munch
Con las piedras, con el viento
hablo de mi reino. 


Mi reino vivirá mientras
estén verdes mis recuerdos. 


Cómo se pueden venir
nuestras murallas al suelo.
Cómo se puede no hablar
de todo aquello. 


El viento no escucha. No
escuchan las piedras, pero
hay que hablar, comunicar,
con las piedras, con el viento.


Hay que no sentirse solo.
Compañía presta el eco.
El atormentado grita
su amargura en el desierto.
Hay que desendemoniarse,
liberarse de su peso. 


Quien no responde, parece
que nos entiende,
como las piedras o el viento.


Se exprime así el alma. Así
se libra de su veneno.
Descansa, comunicando
con las piedras, con el viento.




Jose Hierro

miércoles, 6 de junio de 2018

AROMOS RUBIOS EN LOS CAMPOS DE LONCOCHE

Pintura de Edvard Munch


La pata gris del Malo pisó estas pardas tierras,
hirió estos dulces surcos, movió estos curvos montes,
rasguñó las llanuras guardadas por la hilera
rural de las derechas alamedas bifrontes.


El terraplén yacente removió su cansancio,
se abrió como una mano desesperada el cerro,
en cabalgatas ebrias galopaban las nubes
arrancando de Dios, de la tierra y del cielo.


El agua entró en la tierra mientras la tierra huía
abiertas las entrañas y anegada la frente:
hacia los cuatro vientos, en las tardes malditas,
rodaban —ululando como tigres— los trenes.


Yo soy una palabra de este paisaje muerto,
yo soy el corazón de este cielo vacío:
cuando voy por los campos, con el alma en el viento,
mis venas continúan el rumor de los ríos.


A dónde vas ahora? —Sobre el cielo la greda
del crepúsculo, para los dedos de la noche.


No alumbrarán estrellas... A mis ojos se enredan
aromos rubios en los campos de Loncoche.




Pablo Neruda

martes, 5 de junio de 2018

CABALLO DE LOS SUEÑOS


 Pintura de Edvard Munch
Innecesario, viéndome en los espejos,
con un gusto a semanas, a biógrafos, a papeles,
arranco de mi corazón al capitán del infierno,
establezco cláusulas indefinidamente tristes.


Vago de un punto a otro, absorbo ilusiones,
converso con los sastres en sus nidos:
ellos, a menudo, con voz fatal y fría,
cantan y hacen huir los maleficios.


Hay un país extenso en el cielo
con las supersticiosas alfombras del arco-iris
y con vegetaciones vesperales:
hacia allí me dirijo, no sin cierta fatiga,
pisando una tierra removida de sepulcros un tanto frescos,
yo sueño entre esas plantas de legumbre confusa.


Paso entre documentos disfrutados, entre orígenes,
vestido como un ser original y abatido:
amo la miel gastada del respeto,
el dulce catecismo entre cuyas hojas
duermen violetas envejecidas, desvanecidas,
y las escobas, conmovedoras de auxilio,
en su apariencia hay, sin duda, pesadumbre y certeza.


Yo destruyo la rosa que silba y la ansiedad raptora:
yo rompo extremos queridos: y aún mas,
aguardo el tiempo uniforme, sin medida:
un sabor que tengo en el alma me deprime.


Qué día ha sobrevenido! Qué espesa luz de leche,
compacta, digital, me favorece!


He oído relinchar su rojo caballo
desnudo, sin herraduras y radiante.
Atravieso con él sobre las iglesias,
galopo los cuarteles desiertos de soldados
y un ejército impuro me persigue.
Sus ojos de eucaliptus roban sombra,
su cuerpo de campana galopa y golpea.


Yo necesito un relámpago de fulgor persistente,
un deudo festival que asuma mis herencias.




Pablo Neruda

lunes, 4 de junio de 2018

AL TOQUE DE ORACIÓN

  Pintura de Edvard Munch
Campanas que al pasado que no pasa
le dais lengua de bronce, peregrino
que una vida descanso aquí, en mi casa, os oigo me llamáis; de mi camino
vuelvo la vista al cielo donde abrasa
a las nubes el sol y allí adivino
lo que antes de ser fui, cuando mi masa
era parte del ígneo torbellino.


Al cerrar la oración nada hace sombra
a su hermano de al lado, los recelos
con la luz mueren, muere el ciego brío
de la ciega batalla y en la alfombra
de Dios se abren las flores de los cielos
de que cae la esperanza cual rocío.




Miguel de Unamuno

domingo, 3 de junio de 2018

AL PIE DEL SAUCE



 Pintura de Edvard Munch
Aquí, al pie del sauce,
viendo correr las aguas
apuraré en mi pecho
las penas de mi patria.


Aquí, al pie del sauce,
la historia de mi España
recorreré en olvido
de lo que en ella hoy pasa.


Enfrente, en la otra orilla,
un pescador de caña
me da cumplida imagen
de eso que llaman «masa»,
del desdichado pueblo
que ni odia ya ni ama.


Aquí, al pie del sauce,
veré correr las aguas
por si ellas una cuna
trajeran de pasada,
cuna en que el cielo un niño
dormido nos mandara,
y es el Moisés que a todos
nos finge la esperanza,
el Moisés que nos saque
de esta tierra encantada,
y nos lleve al desierto
donde Dios nos aguarda.


Y un día desde el monte,
en radiosa alborada,
muriéndose de viejo,
les muestre en lontananza
brillar a nuestros nietos
la tierra deseada,
les muestre bajo el cielo
nacer, por fin, la patria.


Aquí, al pie del sauce,
veré correr las aguas,
mientras en ellas pescan
los pobres su mañana,
y esperaré que el cielo
la patria, al fin, nos abra.



Miguel de Unamuno

sábado, 2 de junio de 2018

A RONDA DE ESPADAS


Por las avenidas,
de miedo cercadas,
brilla en noche de azules obscuros,
la ronda de espadas.


Duermen los postigos,
las viejas aldabas;
y se escuchan borrosas de canes
las músicas bravas.


Ya los extramuros
y las arruinadas
callejuelas, vibrante ha pasado
la ronda de espadas.


Y en los cafetines
que el humo amortaja,
al sentirla el tahúr de la noche,
cierra la baraja.


Por las avenidas
morunas, talladas,
viene lenta, sonora, creciente
la ronda de espadas.


Tras las celosías,
esperan las damas,
paladines que traigan de amores
las puntas de llamas.


Bajo los balcones
do están encantadas,
se detiene, con súbito ruido,
la ronda de espadas.


Tristísima noche
de nubes extrañas:
¡ay, de acero las hojas lucientes
se tornan guadañas!

¡Tristísima noche
de las encantadas!




Jose Maria Eguren

viernes, 1 de junio de 2018

A NIVEL

Pintura de Edvard Munch

 
 
Fácil no fue regir mis relaciones
De amistad con la mesa aqui presente
Desde esta silla en que la afronto ahora.


Se interpuso el trabajo apresurado,
Y una dolencia me indispuso en contra
De todo alrededor, jamás amable
Sin ojos ya serenos.
Es fatal:


Por entre muchos roces, circunstancias
—De muy varios niveles—nos exigen
Esfuerzo... de dominio.


Silla, mesa,
En situación tranquila de acomodo
Con este al fin sosiego más que práctico,
Mantienen la virtud de un equilibrio
Donde figuro yo como energía
Necesaria.


Soy yo quien siente ahora
La paz triunfante aquí porque la oigo
Sin querer con mi oído y la acreciento
Con mi serenidad, fortalecida
Por esta justa posición de aplomo:
Yo y la tersa madera de esa mesa,
A un preciso nivel de circunstancia.




Jorge Guillen