CAMINANTE NO HAY CAMINO
Todo pasa
y todo queda,
pero lo nuestro es pasar,
pasar haciendo caminos,
caminos sobre el mar.
Nunca
perseguí la gloria,
ni dejar en la memoria
de los hombres mi canción;
yo amo los mundos sutiles,
ingrávidos y gentiles,
como pompas de jabón.
Me gusta
verlos pintarse
de sol y grana, volar
bajo el cielo azul, temblar
súbitamente y quebrarse…
Nunca perseguí la gloria.
Caminante,
son tus huellas
el camino y nada más;
caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar
se hace camino
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante
no hay camino
sino estelas en la mar…
Hace
algún tiempo en ese lugar
donde hoy los bosques se visten de espinos
se oyó la voz de un poeta gritar
«Caminante no hay camino,
se hace camino al andar…»
Golpe a golpe, verso a
verso…
Murió el
poeta lejos del hogar.
Le cubre el polvo de un país vecino.
Al alejarse le vieron llorar.
«Caminante no hay camino,
se hace camino al andar…»
Golpe a golpe, verso a
verso…
Cuando el
jilguero no puede cantar.
Cuando el poeta es un peregrino,
cuando de nada nos sirve rezar.
«Caminante no hay camino,
se hace camino al andar…»
Golpe a golpe, verso a
verso.
Antonio Machado