"Sumérgete en el océano de emociones tejido por palabras, donde cada verso es un eco del alma y cada estrofa es un viaje hacia la profundidad del corazón: Bienvenido al santuario de la poesía, donde los sueños danzan entre líneas y los sentimientos florecen en cada palabra."

lunes, 30 de mayo de 2016

NADA


Como la vida es nada en tu filosofía,
brindemos por el cierto no ser de nuestros cuerpos. 


Brindemos por la nada de tus sensuales labios
que son ceros sensuales en tus azules besos;
como todo azul, quimérica mentira
de los blandos océanos y de los blancos cielos. 


Brindemos por la nada del material reclamo
que se hunde y se levanta en tu carnal deseo;
como todo lo carne, relámpago, chispazo,
en la verdad mentira sin fin del Universo. 


Brindemos por la nada, bien nada de tu alma,
que corre su mentira en un potro sin freno;
como todo lo nada, buen nada, ni siquiera
se asoma de repente en un breve destello. 


Brindemos por nosotros, por ellos, por ninguno;
por esta siempre nada de nuestros nunca cuerpos;
por todos, por los menos; por tantos y tan nada;
por esas sombras huecas de vivos que son muertos. 


Si del no ser venimos y hacia el no ser marchamos,
nada entre nada y nada, cero entre cero y cero,
y si entre nada y nada no puede existir nada,
brindemos por el bello no ser de nuestros cuerpos.




Julia de Burgos

domingo, 29 de mayo de 2016

LA ARQUITECTURA DE TU ROSTRO

 
La arquitectura de tu rostro, en donde
Mi mirada se pierde, impresionada
Ante obra maestra tan inusitada,
Me invita a descifrar algo que esconde.


De una divinidad sé que responde
Al encargo, por otra fue esbozada,
Y divina es la mano delicada
Que la esculpió. Pero, por mucho que ahonde,

¿Quién podría explicar la perfección,
En límites precisos encerrarla,
Con palabras exactas definirla?

No es ésa mi ambición, sino encontrar la
Llave que me permita un día abrir la
Puerta de tu bellísima mansión. 




Miguel Barciela

sábado, 28 de mayo de 2016

EL CUERPO ES EL MEJOR AMIGO DEL HOMBRE


Las horas no han pasado, todavía,
y está mañana lejos igual a un arrecife
que apenas distingo.


                          Tú no sientes
cómo el tiempo se adensa en esta habitación
con la luz encendida, como está fuera el frío
lamiendo los cristales...Qué desprisa,
en mi cama esta noche, animalito,
con la simple nobleza de la necesidad,
mientras que te miraba, te quedaste dormido.


Así pues, buenas noches.
                                        Ese país tranquilo
cuyos contornos son los de tu cuerpo
da ganas de morir recordando la vida,
o de seguir despierto
—cansado y excitado— hasta el amanecer.


A solas con la edad, mientras tú duermes
como quien no ha leído nunca un libro,
pequeño animalito: ser humano
—más franco que en mis brazos—,
por lo desconocido.




Jaime Gil de Biedma

viernes, 27 de mayo de 2016

AMOR VENDIMIA


Una carta de amor
no es un naipe de amor


una carta de amor tampoco es una carta
pastoral o de crédito / de pago o fletamento


en cambio se asemeja a una carta de amparo
ya que si la alegría o la tristeza
se animan a escribir una carta de amor
es porque en las entrañas de la noche
se abren la euforia o la congoja
las cenizas se olvidan de su hoguera
o la culpa se asila en su pasado


una carta de amor
es por lo general un pobre afluente
de un río caudaloso
y nunca está a la altura del paisaje
ni de los ojos que miraron verdes
ni de los labios dulces
que besaron temblando o no besaron
ni del cielo que a veces se desploma
en trombas en escarnio o en granizo


una carta de amor puede enviarse
desde un altozano o desde una mazmorra
desde la exaltación o desde el duelo
pero no hay caso / siempre
será tan sólo un calco
una copia frugal del sentimiento


una carta de amor no es el amor
sino un informe de la ausencia




Mario Brnedetti

lunes, 23 de mayo de 2016

PIEDRA DE TOQUE

  Aparece
                  Ayúdame a existir
Ayúdate a existir
Oh inexistente por la que existo
Oh presentida que me presiente
Soñada que me sueña
Aparecida desvanecida
Ven vuela adviene despierta
Rompe diques avanza
Maleza de blancuras
Marea de armas blancas
Mar sin brida galopando en la noche
Estrella en pie
Esplendor que te clavas en el pecho
(Canta herida ciérrate boca)
Aparece
                  Hoja en blanco tatuada de otoño
Bello astro de pausados movimientos de tigre
Perezoso relámpago
Águila fija parpadeante
Cae pluma flecha engalanada cae
Da al fin la hora del encuentro
                  Reloj de Sangre
Piedra de toque de esta vida




Octavio Paz

domingo, 22 de mayo de 2016

UNA PAREJA PERDIDA

 
Iban los dos vestidos con descaro
—minifalda, melenas—
cogidos de la mano,
tan jóvenes que casi daban miedo,
tan absortos en un cero
que, aunque no se veían, les unía absolutos
algo fieramente puro.
Iban a cualquier parte cogidos de la mano. 


Se amaban sin tristeza,
ni alegría, ni nada. 


Y a veces se miraban, pero no se veían.
Y luego se sentaban en un banco cualquiera. 

Pero no se veían. 

Ella era muy bonita; parecía aturdida;
él, feroz y esmirriado. 


No hablaban. No tenían ya nada que decirse.
Ya no se deseaban. 


Pero seguían juntos, cogidos de la mano,
frente a algo que espantaba.

Mientras el transistor seguía sonando.




Gabriel Celaya

sábado, 21 de mayo de 2016

DESPEDIDA


Quizás, cuando me muera,
dirán: Era un poeta. 


Y el mundo, siempre bello, brillará sin conciencia. 


Quizás tú no recuerdes
quién fui, mas en ti suenen
los anónimos versos que un día puse en ciernes. 


Quizás no quede nada
de mí, ni una palabra,
ni una de estas palabras que hoy sueño en el mañana. 


Pero visto o no visto,
pero dicho o no dicho,
yo estaré en vuestra sombra, ¡oh hermosamente vivos! 


Yo seguiré siguiendo,
yo seguiré muriendo,
seré, no sé bien cómo, parte del gran concierto.





Gabriel Celaya

viernes, 20 de mayo de 2016

ORO SANJUANINO


Fue en una existencial
y forzada soledad.
Paseando por aquellas amplias calles,
desde la Casa de Sarmiento
a la Plaza Mayor
o al teatro. Cuando columbré tu tesoro
sobre las copas de los árboles.

Mi cámara falló,
pero mis ojos guardaron tus destellos
dentro de otras atmósferas,
para que pudiese narrar entre los míos
la bondad infinita de sus gentes.
La hispanofiliación de Lila,
La invitación de Estela,
El baile de Mabel con Eduardo,
El hombre solidario
de ésta y otras épocas,
que en un crisol de olvidada amistad
o de naciente amistad panibérica,
me contó sus lides infinitas
que le hablaron de Venezuela
y de sus siete estrellas.

Mi cámara falló.
Lo supe después.
Pero mis ojos guardaron los destellos,
para que llevara dentro de mí
la ciudad amarilla
que lavó la impronta
de mi llegada
a la nación plateada...
Y con humanos
en espera amistosa. 




Luis Alvarez

jueves, 19 de mayo de 2016

DESAFIO EN VALENCIA


¡A mí vais a decirme
a qué suenan las escolleras
pulsadas por las olas;
qué es lo que canta el cielo
tras su concertación de transparencias;
qué aromas llevan las embarcaciones
a donde no florece el limonero!
¡A mí vais a decírmelo!


¡A mí vais a decirme
que no es la luz que emana de los cuerpos
el origen del mediodía!
Y aquellos nombres —Carolina,
Azucena, Jacinta—,
¡a mí vais a decirme
si fueron nombres de mujeres, barcas
flores! ¡Como si yo no lo supiera,
como si hubiese yo olvidado
qué, quiénes fueron esas sombras
que daban vida a estos espacios mágicos!


¡A mí vais a decírmelo!





Jose Hierro

miércoles, 18 de mayo de 2016

DESTINO ALEGRE

 
Nos han abandonado en medio del camino.

Entre la luz íbamos ciegos.
Somos aves de paso, nubes altas de estío,
vagabundos eternos.
Mala gente que pasa cantando por los campos.


Aunque el camino es áspero y son duros los tiempos,
cantamos con el alma. Y no hay un hombre solo
que comprenda la viva razón del canto nuestro.


Vivimos y morimos muertes y vidas de otros.


Sobre nuestras espaldas pesan mucho los muertos.


Su hondo grito nos pide que muramos un poco,
como murieron todos ellos,
que vivamos deprisa, quemando locamente
la vida que ellos no vivieron.


Ríos furiosos, ríos turbios, ríos veloces.
(Pero nadie nos mide lo hondo, sino lo estrecho.)
Mordemos las orillas, derribamos los puentes.


Dicen que vamos ciegos.

Pero vivimos. Llevan nuestras aguas la esencia
de las muertes y vidas de vivos y de muertos.


Ya veis si es bien alegre saber a ciencia cierta
que hemos nacido para esto.





Jose Hierro

martes, 17 de mayo de 2016

LETRILLAS SATIRICAS

 
Que dé la viuda un gemido
por la muerte del marido,
            ya lo veo;
pero que ella no se ría
si otro se ofrece en el día,
            no lo creo.

Que Clori me diga a mí
«Sólo he de quererte a ti»,
            ya lo veo;
pero que siquiera a ciento
no haga el mismo cumplimiento,
            no lo creo.

Que los maridos celosos,
sean más guardias que esposos,
            ya lo veo;
pero que estén las malvadas,
por más guardias, más guardadas,
            no lo creo.

Que al ver de la boda el traje,
la doncella el rostro baje,
            ya lo veo;
pero que al mismo momento
no levante el pensamiento,
            no lo creo.

Que Celia tome el marido
por sus padres escogido,
            ya lo veo;
pero que en el mismo instante
ella no escoja el amante,
            no lo creo.

Que se ponga con primor
Flora en el pecho una flor,
            ya lo veo;
pero que astucia no sea
para que otra flor se vea,
            no lo creo.

Que en el templo de Cupido
el incienso es permitido,
            ya lo veo;
pero que el incienso baste,
sin que algún oro se gaste,
            no lo creo.

Que el marido a su mujer
permita todo placer,
            ya lo veo;
pero que tan ciego sea,
que lo que vemos no vea,
            no lo creo.

Que al marido de su madre
todo niño llame padre,
            ya lo veo;
pero que él, por más cariño,
pueda llamar hijo al niño,
            no lo creo.

Que Quevedo criticó
con más sátira que yo,
            ya lo veo;
pero que mi musa calle
porque más materia no halle,
            no lo creo.




Jose Cadalso

lunes, 16 de mayo de 2016

ANACREONTICA


Unos pasan, amigo,
estas noches de enero
junto al balcón de Cloris,
con lluvia, nieve y hielo;
otros la pica al hombro,
sobre murallas puestos,
hambrientos y desnudos,
pero de gloria llenos;
otros al campo raso,
las distancias midiendo
que hay de Venus a Marte,
que hay de Mercurio a Venus;
otros en el recinto
del lúgubre aposento,
de Newton o Descartes
los libros revolviendo;
otros contando ansiosos
sus mal habidos pesos,
atando y desatando
los antiguos talegos.


Pero acá lo pasamos
junto al rincón del fuego,
asando unas castañas,
ardiendo un tronco entero,
hablando de las viñas,
contando alegres cuentos,
bebiendo grandes copas,
comiendo buenos quesos;
y a fe que de este modo
no nos importa un bledo
cuanto enloquece a muchos,
que serían muy cuerdos
si hicieran en la corte
lo que en la aldea hacemos.




Jose Cadalso

domingo, 15 de mayo de 2016

CARRETERA

 
Volví, volvía —con qué poca ilusión—
a donde tuve mis raíces, mis recuerdos, mi casa
frente al mar, y los árboles
plantados por mis manos, pisoteados por los niños,
comidos por los animales.


Mi casa junto al mar, más solariega
que otras, la que fue más hermosa que todas.
Con qué poca ilusión volvía.


Cárdenas tierras húmedas y soleadas, trigos
color de aquellos ojos, pincelada morada
sobre lo verde, allá en Vivar del Cid,
murallas de olmos negros, amapolas,
verdes sombríos por Entrambasmestas,
platas de la bahía, con qué poca ilusión
pasaba por vosotros.


Cómo se puede vaciar así
un corazón. Cómo se puede
llorar así, por dentro. Frustraciones o muertes
nada me arrancó lágrimas desde aquellos aviones
los que volaban sobre mí y arrasaban mi mundo
sin que arrojasen bombas, ni ametrallasen: sólo
con el ruido de sus motores,
demasiado terrible para mí entonces y ahora.


Qué quedó de mi vida entre sus alas.
Qué en la música oída en la noche,
la que vestía nuestra desnudez
mientras caía el agua cálida, qué gozo, el agua...


Qué se hundió por aquellas escaleras
precipitadas en la noche.


Qué congeló la luna que iluminaba las fachadas.


Qué llevó la marea en la playa de octubre.


Cómo es posible edificar,
reconstruir con tantos materiales
disueltos en el tiempo,
gastados por la lluvia que no vimos caer...


Volví, volvía como ahogado
bajo un montón de escombros
que fueron mi edificio, mi alcázar,
sin una sola lágrima —para qué— que llorar,
apoyado en el llanto de otros días,
como si sólo con lágrimas de entonces
pudiese liberarse este dolor presente
que ya no encuentra llanto.




Jose Hierro

sábado, 14 de mayo de 2016

GARROTE VIL



 ¡Tan! ¡Tan! ¡Tan! Canta el martillo,
el garrote alzando están,
canta en el campo un cuclillo,
y las estrellas se van
al compás del estribillo
con que repica el martillo:
          ¡Tan! ¡Tan! ¡Tan! 


  El patíbulo destaca
trágico, nocturno y gris,
la ronda de la petaca
sigue a la ronda de anís,
pica tabaco la faca
y el patíbulo destaca
sobre el alba flor de lis. 


  Áspera copla remota
que rasguea un guitarrón
se escucha. Grito de jota
del morapio peleón. 


El cabileño patriota
canta la canción remota
de las glorias de Aragón. 


  Apicarada pelambre
al pie del garrote vil,
se solaza muerta de hambre. 


Da vayas al alguacil,
y con un rumor de enjambre
acoge hostil la pelambre
a la hostil Guardia Civil. 


  Un gitano vende churros
al socaire de un corral,
asoman flautistas burros
las orejas al bardal,
y en el corro de baturros
el gitano de los churros
beatifica al criminal. 


  El reo espera en capilla,
reza un clérigo en latín,
llora una vela amarilla,
y el sentenciado da fin
a la amarilla tortilla
de yerbas. Fue a la capilla
la cena del cafetín.
  Canta en la plaza el martillo,
el verdugo gana el pan,
un paño enluta el banquillo.
Como el paño es catalán,
se está volviendo amarillo
al son que canta el martillo.
          ¡Tan! ¡Tan! ¡Tan!



Ramon Maria del Valle Inclan

REVES


La espalda ancha, trabajada, fuerte
Se entrega toda en una noche. 


La miro frente a frente,
Se deja acariciar
No puede defenderse. 


La siento, trémula
Sus ángulos cambian
Sigue allí.
Inerme. 


Los rasguños en su espacio
Son huellas
Del daño que es dulce
De arrebatos
Pero sigue allí
Se entrega
A mí. 




Leticia Bermudez

viernes, 13 de mayo de 2016

EL CONTICINIO Y TU

 
La lluvia golpea los cristales
mientras el silencio
me inmuta
por el peso de los recuerdos.
Júpiter continúa cargando su carruaje
mientras mis oídos
conservan el ruido de sus pasos. 


Aprehendo nociones y celajes
que hace tiempo habían huido de mí,
pero que hoy acariciaron mi frente. 


Sin embargo,
sólo contemplando
tus gualdos mares
que me muestran
los azules mares de Key Biscaine,
puedo entender la inmensidad que me rodea
y la verdeoquedad en lontananza. 





Luis Alvarez

jueves, 12 de mayo de 2016

A UN OLMO

 
Qué lenta libertad vas conquistando
con un silencio lleno de verdores!


Apenas si se nota en ti la vida
y nada hay muerto en ti, olmo gigante
Tus hojas tan pequeñas me enternecen,
te aniñan, te disculpan
de los brutales troncos de tus ramas.


Las hojas que resbalan por tu rostro
parecen el espejo de mi llanto,
parecen las palabras cariñosas
que me sabrías decir si fueras hombre.


¡Quién como tú pudiera ser tan libre,
con esa libertad lenta y tranquila
con la que así te vas formando!
Tú permaneces, pero te renuevas,
estás bien arraigado, pero creces,
y conquistas el cielo sin derrota,
dueño de tu comienzo y de tus fines.


Si yo tuviera comunicaciones
con las duras raíces ancestrales;
si mis antepasados retorcidos
me retuvieran firmes desde el suelo;
si mis hijos, mis versos y las aves
brotaran de mis brazos extendidos,
como un hermano tuyo me sintiera.


Olmo, dios vegetal, bajo tu sombra,
bajo el rico verdor de tus ideas,
amo tu libertad que lentamente
sobrepasa los duros horizontes,
y me quejo de mí, tan engañado,
andando suelto para golpearme
contra muros de cárcel y misterio.


Las tinieblas son duras para el hombre.




Manuel Altolaguirre

miércoles, 11 de mayo de 2016

ABANDONO


¡Qué dulce dolor de ancla
en el corazón sentías!
Tu corazón reteniendo,
duro coral, mi partida.

Ahogada en amor, tu amor
como un mar me sostenía.


Altos vientos me empujaron
solitario a la deriva.


Si mi nave se fue lejos
más profunda quedó hundida
tu dura rama de sangre,
rota el ancla de mi vida.


Solo, entre las grises nubes
que mis sienes acarician,
sin ti voy por entre nieblas
recordando tu agonía.




Manuel Altolaguirre

martes, 10 de mayo de 2016

SONETO SOBRE LA LIBERTAD HUMANA


Qué hermosa eres, libertad. No hay nada
que te contraste. ¿Qué? Dadme tormento.


Más brilla y en más puro firmamento
libertad en tormento acrisolada. 


¿Que no grite? ¿Mordaza hay preparada?
Venid: amordazad mi pensamiento.


Grito no es vibración de ondas al viento:
grito es conciencia de hombre sublevada.


Qué hermosa eres, libertad. Dios mismo
te vio lucir, ante el primer abismo
sobre su pecho, solitaria estrella.


Una chispita del volcán ardiente
tomó en su mano. Y te prendió en mi frente,
libre llama de Dios, libertad bella.




Damaso Alonso

lunes, 9 de mayo de 2016

JORNALEROS


Jornaleros que habéis cobrado en plomo
sufrimientos, trabajos y dineros.
Cuerpos de sometido y alto lomo:
jornaleros.


Españoles que España habéis ganado
labrándola entre lluvias y entre soles.
Rabadanes del hambre y el arado:
españoles.


Esta España que, nunca satisfecha
de malograr la flor de la cizaña,
de una cosecha pasa a otra cosecha:
esta España.


Poderoso homenaje a las encinas,
homenaje del toro y el coloso,
homenaje de páramos y minas
poderoso.


Esta España que habéis amamantado
con sudores y empujes de montaña,
codician los que nunca han cultivado
esta España.


¿Dejaremos llevar cobardemente
riquezas que han forjado nuestros remos?
¿Campos que ha humedecido nuestra frente
dejaremos?


Adelanta, español, una tormenta
de martillos y hoces: ruge y canta.
Tu porvenir, tu orgullo, tu herramienta
adelanta.


Los verdugos, ejemplo de tiranos,
Hitler y Mussolini labran yugos.
Sumid en un retrete de gusanos
los verdugos.


Ellos, ellos nos traen una cadena
de cárceles, miserias y atropellos.
¿Quién España destruye y desordena?
¡Ellos! ¡Ellos!


Fuera, fuera, ladrones de naciones,
guardianes de la cúpula banquera,
cluecas del capital y sus doblones:
¡fuera, fuera!


Arrojados seréis como basura
de todas partes y de todos lados.
No habrá para vosotros sepultura,
arrojados.


La saliva será vuestra mortaja,
vuestro final la bota vengativa,
y sólo os dará sombra, paz y caja
la saliva.


Jornaleros: España, loma a loma,
es de gañanes, pobres y braceros.
¡No permitáis que el rico se la coma,
jornaleros!





Miguel Hernandez

domingo, 8 de mayo de 2016

HOMBRE DEL 14 DE DICIEMBRE DEL 1994


Imaginen a un hombre frente al ordenador.

No se decide
a pulsar la h, si dar la luz del flexo,
si levantarse
a ver pasar la vida, o telefonear
a alguien que no haga
preguntas. Alguien que no haga preguntas, que
no haga preguntas.


Hoy no puede escribir porque son las palabras
nada más síntomas,
conjeturas, indicios, objetos inservibles
e inanimados,
torpes intentos, aproximaciones huecas,
sucias imágenes
de lo que no es capaz de sentir ni expresar.


Y, sin embargo,
Como el que llama a un perro, tan sólo por probar
su lealtad,
sin ningún móvil llama a sombras y a palabras;
y las palabras
y las sombras, si acuden, acuden como perros,
nunca distintas,
previsibles y dóciles, como perros, vulgares
y detestables
con su fidelidad nunca fingida, impuesta.


A esa impostura,
a esa falsedad que obra sobre los sentimientos
inexplicables
y sobre la razón, llama también poesía.





Francisco Domene

sábado, 7 de mayo de 2016

EL MUNDO NUESTRO


 
El mundo nuestro
se fue acumulando
en la ceniza
Presencia del humo
            Memoria del cuerpo

Los gritos de los borrachos
y el mal avenido trío
se espantaban con el cacareo
                                del traspatio
ambiente sórdido para olvidar
los arañazos de las palabras

Las fichas sobre la mesa
inermes ante mis ojos
al mirar los tuyos abotagarse
                      de tanto silencio

Cuántas veces recorrí los caminos
apretados de tierra
para sacarte dormido
con sueños de caballo en relincho

Luego llorabas viejo
porque se te ablandaba el tiempo
y el corazón no se te encogía

Y dejó de existir
la secuencia de las semanas
El mes era levantar un pie
                                detrás de otro
para ver la costa de mar revuelto
o echar la vista
            en trampa de dado
                      hacia la sierra
y morderme el vientre
creyendo que en algún momento
el vendaval me arrancaría
de ese camino y de esas piedras

Cuando encontraba la limpidez de tus manos
                                la tarde se mecía
Si me confiaba
hallaba un tanto de luz proveniente del mezcal

No sabía quién era más cobarde
si yo
            por no beberme la vida de un trago
o tú
            que la bebías minuto a segundo

Tal vez lo que me ató
fue el rumor del tiempo
el oleaje antiguo de sal
el estruendo

No lo sé

Miro mis manos
y da lo mismo
en el fondo del vaso
                       está mi rostro

No necesitas ningún otro lugar.



Mariana Bernardez

viernes, 6 de mayo de 2016

RETRATO DE UN VUELO

 
Es tarde? pregunto
el silencio humoso nos mira
queda atrapado en un esbozo
los viajes a anhelos indefinidos
vienen
es temprano? vorazmente
escaleras llevan a algún sitio
a extender piernas caderas pies
a lechos trance de amor sudorosos
y la muchedumbre agolpada queriendo saber
siempre queremos saber cuán oscura
es la profundidad.


Existimos a medida que nuestra condición de pasajeros
no permite detenerse en ningún sitio,
queremos saber si un instante equivale a eternidad
tal vez sólo es instante
entorpecido ademán de un aire alcohólico.


No supiste contestarme
otros tampoco pudieron desenredar la maraña
por eso estoy aquí
por eso estoy aquí? pregunto
resuelve la dimensión de tu vuelo
pero ten cuidado.




Claudia Ainchil

jueves, 5 de mayo de 2016

COMO LEVE SONIDO

 
Como leve sonido:
hoja que roza un vidrio,
agua que acaricia unas guijas,
lluvia que besa una frente juvenil;

Como rápida caricia:
pie desnudo sobre el camino,
dedos que ensayan el primer amor,
sábanas tibias sobre el cuerpo solitario;

Como fugaz deseo:
seda brillante en la luz,
esbelto adolescente entrevisto,
lágrimas por ser más que un hombre;

Como esta vida que no es mía
y sin embargo es la mía,
como este afán sin nombre
que no me pertenece y sin embargo soy yo;

Como todo aquello que de cerca o de lejos
me roza, me besa, me hiere,
tu presencia está conmigo fuera y dentro,
es mi vida misma y no es mi vida,
así como una hoja y otra hoja
son la apariencia del viento que las lleva.

 
 
 
 
Luis Cernuda

martes, 3 de mayo de 2016

ASI NUNCA VOLVIO A SER


Como llevaba trenza
la llamábamos trencita en la tarde del jueves.


Jugábamos a montarnos en ella y nos llevaba
a una extraña región de la que nunca volveríamos.


Porque es casi imposible abandonar
aquel olor a tierra de su cabello sucio,
sus ásperas rodillas todavía con polvo
y con sangre de la última caída
y, sobre todo,
la nacarada nuca donde se demoraban
unas gotas de luz cuando ya luz no había.


Allí me dejó un día de verano
y jamás regresó
a recoger mi insomne pensamiento
que desde entonces vaga por sus brazos
corrigiendo su ruta, terco y contradictorio,
lo mismo que una hormiga que no sabe salir




Angel Gonzalez

lunes, 2 de mayo de 2016

ORACION A LA LUZ

 
Señor: yo sé que en la mañana pura
de este mundo, tu diestra generosa
hizo la luz antes que toda cosa
porque todo tuviera su figura. 


Yo sé que te refleja la segura
línea inmortal del lirio y de la rosa
mejor que la embriagada y temerosa
música de los vientos en la altura. 


Por eso te celebro yo en el frío
pensar exacto a la verdad sujeto
y en la ribera sin temblor del río:

por eso yo te adoro, mudo y quieto:
y por eso, Señor, el dolor mío
por llegar a Ti se hizo soneto.

 
 
 
Jose Maria Peman

domingo, 1 de mayo de 2016

NADA


Como la vida es nada en tu filosofía,
brindemos por el cierto no ser de nuestros cuerpos. 


Brindemos por la nada de tus sensuales labios
que son ceros sensuales en tus azules besos;
como todo azul, quimérica mentira
de los blandos océanos y de los blancos cielos. 


Brindemos por la nada del material reclamo
que se hunde y se levanta en tu carnal deseo;
como todo lo carne, relámpago, chispazo,
en la verdad mentira sin fin del Universo. 


Brindemos por la nada, bien nada de tu alma,
que corre su mentira en un potro sin freno;
como todo lo nada, buen nada, ni siquiera
se asoma de repente en un breve destello. 


Brindemos por nosotros, por ellos, por ninguno;
por esta siempre nada de nuestros nunca cuerpos;
por todos, por los menos; por tantos y tan nada;
por esas sombras huecas de vivos que son muertos. 


Si del no ser venimos y hacia el no ser marchamos,
nada entre nada y nada, cero entre cero y cero,
y si entre nada y nada no puede existir nada,
brindemos por el bello no ser de nuestros cuerpos.




Julia de burgo