"Sumérgete en el océano de emociones tejido por palabras, donde cada verso es un eco del alma y cada estrofa es un viaje hacia la profundidad del corazón: Bienvenido al santuario de la poesía, donde los sueños danzan entre líneas y los sentimientos florecen en cada palabra."

sábado, 31 de diciembre de 2016

ESTOY CANSADO

 
Estar cansado tiene plumas,
tiene plumas graciosas como un loro,
plumas que desde luego nunca vuelan,
mas balbucean igual que loro. 


Estoy cansado de las casas,
prontamente en ruinas sin un gesto;
estoy cansado de las cosas,
con un latir de seda vueltas luego de espaldas. 


Estoy cansado de estar vivo,
aunque más cansado sería el estar muerto;
estoy cansado del estar cansado
entre plumas ligeras sagazmente,
plumas del loro aquel tan familiar o triste,
el loro aquel del siempre estar cansado.





Luis Cernuda

viernes, 30 de diciembre de 2016

UNA PAREJA PERDIDA

 
Iban los dos vestidos con descaro
—minifalda, melenas—
cogidos de la mano,
tan jóvenes que casi daban miedo,
tan absortos en un cero
que, aunque no se veían, les unía absolutos
algo fieramente puro.
Iban a cualquier parte cogidos de la mano. 


Se amaban sin tristeza,
ni alegría, ni nada.
Y a veces se miraban, pero no se veían.


Y luego se sentaban en un banco cualquiera.
Pero no se veían. 


Ella era muy bonita; parecía aturdida;
él, feroz y esmirriado.
No hablaban. No tenían ya nada que decirse.
Ya no se deseaban. 


Pero seguían juntos, cogidos de la mano,
frente a algo que espantaba.

Mientras el transistor seguía sonando.



Gabriel Celaya

jueves, 29 de diciembre de 2016

A UNA ARTISTA

 
Nunca más bella iluminó la aurora
de los montes el ápice eminente
ni el aura suspiró más blandamente,
ni más rica esmaltó los campos Flora.

Cuanta riqueza y galas atesora,
hoy la Naturaleza hace patente,
tributando homenaje reverente
a la deidad que el corazón adora.


¿Quién no escucha la célica armonía
que con alegre estrépito resuena
del abrasador sur al frío norte?


¡Oh Juana! Gritan todos a porfía;
jamás la Parca triste, de ira llena,
de tu preciosa vida el hilo corte.




Andres Bello

miércoles, 28 de diciembre de 2016

AMANECER DE OTOÑO


Una larga carretera
entre grises peñascales,
y alguna humilde pradera
donde pacen negros toros. Zarzas, malezas,jarales.

 
          Está la tierra mojada
por las gotas del rocío,
y la alameda dorada,
hacia la curva del río. 


Tras los montes de violeta
quebrado el primer albor:
a la espalda la escopeta,
entre sus galgos agudos, caminando un cazador.




Antonio Machado

martes, 27 de diciembre de 2016

ACASO

 
Como atento no más a mi quimera
no reparaba en torno mío, un día
me sorprendió la fértil primavera
que en todo el ancho campo sonreía.

 
    Brotaban verdes hojas
de las hinchadas yemas del ramaje,
y flores amarillas, blancas, rojas,
alegraban la mancha del paisaje.


    Y era una lluvia de saetas de oro,
el sol sobre las frondas juveniles;
del amplio río en el caudal sonoro
se miraban los álamos gentiles.


    Tras de tanto camino es la primera
vez que miro brotar la primavera,
dije, y después, declamatoriamente:

    —¡Cuán tarde ya para la dicha mía!— 

Y luego, al caminar, como quien siente
alas de otra ilusión: —Y todavía
¡yo alcanzaré mi juventud un día!




Antonio Machado

lunes, 26 de diciembre de 2016

TU CUERPO

 
Tus pechos fueron los volcanes,
de picos convexos como guindillas quemadas,
donde mis manos araron surcos profundos
de palpitante lava candente.


Tus pechos fueron el lienzo en relieve,
de mi lengua indecente,
que como brocha dentada
de hilos mojados,
pintaba tus senos
con miel transparente.


Tu vientre fue el valle trepidante y fértil,
donde mi boca cadente pastaba silente.


Fue el río ancho de bajada hacia el mar,
cargado de sangre y ganas de amar.


Tus caderas fueron mi silla,
de montura holgada,
porcelana blanca
y asa ovalada.


Tus piernas abiertas de par en par,
la puerta de entrada a tu alma invernal.


Eran hiedras salvajes que trepaban a mi espalda,
en las noches obscuras y de súplica demencial.


Tu cuerpo  fue mi tierra, mi hogar;  mi campo,
de espinas, de flores, de raíces profundas.


En el que enterré mis ansias ardientes y mi pasión otoñal.




Mario Barrundia Sanchez

sábado, 24 de diciembre de 2016

NOSTALGIE DE LA BOUE


Nuevas disposiciones de la noche,
sórdidos ejercicios  al dictado, lecciones del deseo
que yo aprendí, pirata,
oh joven pirata de los ojos azules.

En calles resonantes la oscuridad tenía
todavía la misma espesura total
que recuerdo en mi infancia. 


Y dramáticas sombras, revestidas
con el prestigio de la prostitución,
a mi lado venían de un infierno
grasiento y sofocante como un cuarto de máquinas. 


¡Largas últimas horas,
en mundos amueblados
con deslustrada loza sanitaria
y cortinas manchadas de permanganato!
Como un operario que pule una pieza,
como un afilador,
fornicar poco a poco mordiéndome los labios. 


Y sentirse morir por cada pelo
de gusto, y hacer daño. 


La luz amarillenta, la escalera
estremecida toda de susurros, mis pasos,
eran aún una prolongación
que me exaltaba,
lo mismo que el olor en las manos
—o que al salir el frío de la madrugada, intenso
como el recuerdo de una sensación.



 Jaime Gil de Biedma

viernes, 23 de diciembre de 2016

A LA ROSA


Pura, encendida rosa,
Émula de la llama
Que sale con el día,
¿Cómo naces tan llena de alegría
Si sabes que la edad que te da el cielo
Es apenas un breve y veloz vuelo?
Y no valdrán las puntas de tu rama
Ni tu púrpura hermosa
A detener un punto
La ejecución del hado presurosa.
El mismo cerco alado,
Que estoy viendo riente,
Ya temo amortiguado,
Presto despojo de la llama ardiente.
Para las hojas de tu crespo seno
Te dio Amor de sus alas blandas plumas,
Y oro de su cabello dio a tu frente.
¡Oh fiel imagen suya peregrina!
Bañote en su color sangre divina
De la deidad que dieron las espumas;
Y esto, purpúrea flor, y esto ¿no pudo
Hacer menos violento el rayo agudo?
Róbate en una hora,
Róbate licencioso su ardimiento
El color y el aliento;
Tiendes aun no las alas abrasadas,
Y ya vuelan al suelo desmayadas.
Tan cerca, tan unida
Está al morir tu vida,
Que dudo si en sus lágrimas la aurora
Mustia tu nacimiento o muerte llora.




 Francisco de Rioja

jueves, 22 de diciembre de 2016

CAPITAN DE MIS SUEÑOS

 
Capitán de mi barco sueño palabras
Como gemas brillantes llenas de luz
Y cuando la luna llovizna su plata
Rimo mis versos que la noche subasta
Soltando pájaros que vuelan en cruz.


Arriero de penas azules nostalgias
En horas troveras de mansa inquietud
Mis manos traviesas que acortan distancias
Bajan estrellas cuando el Arte dispara
Con chispa de luces su claro arcabuz.


Hondero de rimas viajero entusiasta
Labro en estatuillas el negro abenuz
Como un  mensajero de nuevas proclamas
Voy por las puertas tocando las aldabas
Y en la noche crecida enciendo un almud.


Oficio de orfebre descubro esmeraldas
Un arcano tengo de gran beatitud
Vuelo mis pájaros en libres bandadas
Abro las esclusas de todas las aguas
Y de la puerta saco el grueso alamud.


Artesano de versos lleno las ánforas
Libro las frutas de toda amaritud
Hago madurar el vino en las tinajas
Y miro como camina las distancias
En el cielo estrellero la Cruz del Sur.


Señor de mí mismo yo levo las anclas
Navegante transido todo acimut
Soy el que espera en la luz de las mañanas
El brazo fuerte del herrero en la fragua
Que saca del hierro verdad y virtud.



Jorge Castañeda

miércoles, 21 de diciembre de 2016

REGRESO INESPERADO

 
Me he despertado en medio de la noche,
y nuevamente te encuentro,
sentada en el borde de mi cama,
viéndome en silencio,
con esa fría mirada que ensayaste,
esa mirada casi sin ojos, ni dirección...


¿Sabes?... no creí que volverías,
pero sin embargo tus pálidos labios,
que practican sin éxito todas las sonrisas ,
me demuestran el porqué de tu regreso...


Mmmm, es lógico, uno se cansa de todo,
incluso de ser un recuerdo...


Sin embargo, esta aparición tuya,
tan repentina, tan silenciosa,
en medio de lo oscuro de la noche,
no me permite comprender del todo
la urgencia de tu presencia...


¿Porqué no hablas?,
¿Es que acaso tienes miedo
que no te responda?...


No temas,
soy el mismo ingenuo soñador de siempre
y hasta podría creerte una vez más,
si quisieras volver a mentirme...


Me lastimaste, es cierto,
sufrí mucho por vos,
pero ahora que volviste, todo está bien,
ahora que estas de nuevo conmigo,
ya hay rencores que nos separen...


Pero...

¿Porqué sigues sin hablarme?,

y... ¿Que sucede con tu cuerpo?...

¿Te estás desvaneciendo?...

Ahora entiendo...

Discúlpame fantasma amigo...

una vez más, te confundí con ella...




Juan Leandro Alzugaray

martes, 20 de diciembre de 2016

UN CHAGALL


Atrás
solemne y quieta
la única sombra

otra vez
el rito del desbande
en un milagro de plumas

concierto de estrellas en el fondo
Atrás
una colección de huellas
en un paisaje selectivo

Una migraña en progreso
en un cuadro de Chagall

Un embrión arañando
el corpus
el útero insomne, cavila
una estadística, un ensayo, un número
una cigüeña muda espera

Un edificio en escombros
un misil erigido en monumento
¡un museo de siluetas!

La extraña siesta
y el despunte del abismo

Una perspectiva
en un ámbito de hojas

Potro, látigo, sudor
el adalid cabalga perezoso
entre desiertos y desiertos

No hay lunas en este lienzo
¡sólo silencios de acuarelas!




 Ali Al Haded

lunes, 19 de diciembre de 2016

LLORO


Aquí tengo tu ausencia
a pesar de la noche,
casi te tengo a ti,
vacía de sombra,
hueca de oscuridad,
recorriendo translúcida
mis tinieblas de olvido.


En esa fría comarca
escucho tu silencio
profundo como herida,
laberinto labrado
en un cielo de música.


Así te tengo clara,
porque nada en el mundo
puede ocupar tu sitio.


Hoy mi tiempo sin ti
cubre tu transparencia
acaricia tu forma
el agudo vacío
de tu silencio. Lloro.




Manuel Altolaguirre

domingo, 18 de diciembre de 2016

MONSTRUOS


Todos los días rezo esta oración
al levantarme:

Oh Dios,
no me atormentes más.
Dime qué significan
estos espantos que me rodean. 


Cercado estoy de monstruos
que mudamente me preguntan,
igual, igual, que yo les interrogo a ellos.


Que tal vez te preguntan,
lo mismo que yo en vano perturbo
el silencio de tu invariable noche
con mi desgarradora interrogación. 


Bajo la penumbra de las estrellas
y bajo la terrible tiniebla de la luz solar,
me acechan ojos enemigos,
formas grotescas que me vigilan,
colores hirientes lazos me están tendiendo:
¡son monstruos,
estoy cercado de monstruos!

No me devoran. 

Devoran mi reposo anhelado,
me hacen ser una angustia que se desarrolla a sí misma,
me hacen hombre,
monstruo entre monstruos. 


No, ninguno tan horrible
como este Dámaso frenético,
como este amarillo ciempiés que hacia ti clama con todos sus tentáculos enloquecidos,
como esta bestia inmediata
transfundida en una angustia fluyente;
no, ninguno tan monstruoso
como esa alimaña que brama hacia ti,
como esa desgarrada incógnita
que ahora te increpa con gemidos articulados,
que ahora te dice:
«Oh Dios,
no me atormentes más,
dime qué significan
estos monstruos que me rodean
y este espanto íntimo que hacia ti gime en la noche».





Damaso Alonso

sábado, 17 de diciembre de 2016

HUMANA VOZ

 
Duele la cicatriz de la luz,
duele en el suelo la misma sombra de los dientes,
duele todo,
hasta el zapato triste que se lo llevó el río.


Duelen las plumas del gallo,
de tantos colores
que la frente no sabe qué postura tomar
ante el rojo cruel del poniente.


Duele el alma amarilla o una avellana lenta,
la que rodó mejilla abajo cuando estábamos dentro del agua
y las lágrimas no se sentían más que al tacto.


Duele la avispa fraudulenta
que a veces bajo la tetilla izquierda
imita un corazón o un latido,
amarilla como el azufre no tocado
o las manos del muerto a quien queríamos.


Duele la habitación como la caja del pecho,
donde las palomas blancas como sangre
pasan bajo la piel sin pararse en los labios
a hundirse en las entrañas con sus alas cerradas.


Duele el día, la noche,
duele el viento gemido,
duele la ira o espada seca,
aquello que se besa cuando es de noche.


Tristeza. Duele el candor, la ciencia,
el hierro, la cintura,
los límites y esos brazos abiertos, horizonte
como corona contra las sienes.


Duele el dolor. Te amo.
Duele, duele. Te amo.
Duele la tierra o uña,
espejo en que estas letras se reflejan.




Vicente Aleixandre

viernes, 16 de diciembre de 2016

EL MAR LIGERO



El mar castiga el clamor de las botas en seco
que pasan sin miedo de pisar a los rostros,
a aquellos que besándose sobre la arena lisa
toman formas de conchas de dos en dos cerradas.


El mar bate sólo como un espejo,
como una ilusión de aire,
ese cristal vertical donde la sequedad del desierto
finge un agua o un rumor de espadas persiguiéndose.


El mar, encerrado en un dado,
desencadena su furia o gota prisionera,
corazón cuyos bordes inundarían al mundo
y sólo pueden contraerse con su sonrisa o límite.


El mar palpita como el vilano,
como esa facilidad de volar a los cielos,
aérea ligereza de lo que a nada sustenta,
de lo que sólo es suspiro de un pecho juvenil.


El mar o pluma enamorada,
o pluma libertada,
o descuido gracioso,
el mar o pie fugaz
que cancela el abismo huyendo con un cuerpo ligero.


El mar o palmas frescas,
las que con gusto se ceden en manos de las vírgenes,
las que reposan en los pechos olvidadas del hondo,
deliciosa superficie que un viento blando riza.


El mar acaso o ya el cabello,
el adorno,
el airón último,
la flor que cabecea en una cinta azulada,
de la que, si se desprende, volará como polen.




Vicente Aleyxandre

jueves, 15 de diciembre de 2016

CON TU RETRATO

 
Yo no sé si mis ojos o mis manos
Encendieron la vida en tu retrato;
Nubes humanas, rayos sobrehumanos,
Todo tu Yo de emperador innato


Amanece a mis ojos, en mis manos!
Por eso, toda en llamas, yo desato
Cabellos y alma para tu retrato,
Y me abro en flor!... Entonces, soberanos


De la sombra y la luz, tus ojos graves
Dicen grandezas que yo sé y tú sabes…
Y te dejo morir… Queda en mis manos


Una gran mancha lívida y sombría…
Y renaces en mi melancolía
Formado de astros fríos y lejanos!




Delmira Agustine

miércoles, 14 de diciembre de 2016

A MI CIUDAD NATIVA

 
Noble rincón de mis abuelos: nada
como evocar, cruzando callejuelas,
los tiempos de la cruz y de la espada,
del ahumado candil y las pajuelas...


Pues ya pasó, ciudad amurallada,
tu edad de folletín... Las carabelas
se fueron para siempre de tu rada...
Ya no viene el aceite en botijuelas!


Fuiste heróica en los años coloniales,
cuando tus hijos, águilas caudales,
no eran una caterva de vencejos.


Mas hoy, plena de rancio desaliño,
bien puedes inspirar ese cariño
que uno le tiene a sus zapatos viejos...





Luis Carlos Lopez

martes, 13 de diciembre de 2016

ROMPER UN AMOR

 
Pasada la oscura noche de las dudas
en las que el pensamiento no descansa
tratando de encontrar de ellas, alguna
de las que pudieron ser las causas
no sé si estoy preparado para andanzas
o para seguir llorándole a la luna


Me encuentro otra vez arrinconado
Presagio que la puerta siga abierta
y al alcanzarla pueda pronto salir airado
del triste escarnio de la inconciencia


Me he visto viviendo del pasado su lujuria
asfixiando todas aquellas penas ocultas
Así, luego va el hombre de una vez enfilando
temeroso y en ruta a su nueva batalla


¿Què pasó de todas la palabras dichas?
¿Qué del los abrazos tan expresivos?
¿Qué de los besos que nos dimos?
Y de todo aquello que me guardo
Son demasiadas preguntas en hilo
como excesivas las respuesta sin camino


Manejarse con el sueño de la gaviota
que pretende vivir en primavera
soñar con la culpa no propia, sí ajena
para sentir el alivio a los quejidos
son en parte cosas que para el olvido
uno trabaja y a la ilusión la hace compañera


El día aclara todos los sentidos
luego viene el sol y con todo su brillo
no permite que las nubes oscurezcan
a la plácida y solitaria presencia,
en la que un hombre habla consigo,
para descubrir las trabas del camino
para erradicar las bardas del olvido
y entrar con fresca brisa al paraíso
de una nueva visión mañanera


De nuevo surgen tremendas dudas
¿Qué sentirá la no mencionada compañera?
Lamento desde lo más profundo de mí ser


La herida que causó la despedida
Quisiera mas no puedo llorar en contra mía
ni hacerlo en su nombre con orgullo
que Dios la bendiga pido al cielo
aprendí lo que ella mucho de lo que tengo:
amansar mi furia, abrir mi silencio
soportar la crítica aunque sea dura
para poder por momentos ir creciendo




 Samuel Akinin Levy

lunes, 12 de diciembre de 2016

NOCHE DE PRESAGIO


El aliento del aura inocente
deambula entre pilares milenarios
de una noche de presagios,
retoza en los jardines
en forma de fragantes lenguas,
suena en los hilos
de algún títere travieso
y empuja el concierto
por los umbrales sordos.


En la sinfonía de los tiempos
con la bravura de la cadencia final
él viene hacia mí.


Su paso de relámpago embrujado
promete desafiar las hogueras
de todas las ausencias.


Parece un héroe troyano 
en medio de un alud de lunas rotas
ganadas en victorias
de no sé qué camposanto.


Las caricias se atropellan
como vibraciones cromáticas
de un fragor de timbales.
Los besos se descuelgan
como de un olivar
las maduras aceitunas.

Mis moradas encienden
las ascuas enterradas,
estallan las compuertas
tras cascadas de burbujas
y al temblor acompasado
de encandilados tropeles
se cuaja en un latido
el fulmíneo brebaje del amor.

Por una fisura del aire
se evapora el eco
del último suspiro
y el testigo de una lágrima
se asfixia en secreto
en la penumbra de los párpados.

Entonces el raudo, falaz
sabor del sueño
recoge sus trofeos,
huye en la piel
de un pájaro absorto
y me deja la llaga
de un adiós irremediable
sin un puñado de soles,
sin el soplo de una estrella.




Martha Napolitano

domingo, 11 de diciembre de 2016

INDOLENCIA

 
A pesar de mí misma te amo; eres tan vano
como hermoso, y me dice, vigilante, el orgullo: 


«¿Para esto elegías? Gusto bajo es el tuyo;
no te vendas a nada, ni a un perfil de romano» 


Y me dicta el deseo, tenebroso y pagano,
de abrirte un ancho tajo por donde tu murmullo
vital fuera colado... Sólo muerto mi arrullo
más dulce te envolviera, buscando boca y mano. 


—¿Salomé rediviva? —Son más pobres mis gestos. 

Ya para cosas trágicas malos tiempos son éstos. 


Yo soy la que incompleta vive siempre su vida. 


Pues no pierde su línea por una fiesta griega
y al acaso indeciso, ondulante, se pliega
con los ojos lejanos y el alma distraída.




Alfonsina Storni

sábado, 10 de diciembre de 2016

TU ROSTRO


Cada uno de mis pasos,
cada gota de mis ojos,
cada pulso de mi dueño,
me acercan a tu rostro.

Habita los lugares
que visito cuando sueño,
permanece en los rincones
invisibles para el tiempo. 


Lo acompañan tu sonrisa,
y tu última mirada,
y tus labios pronunciando
esas dulces palabras. 


Que una vez me regalaste,
y las guardo para siempre,
a mi cofre de ilusiones
ahora pertenecen.


Y si comienzo a olvidarte,
y no recuerdo tu voz,
y el tiempo te busca
donde nunca buscó. 


Y mis pasos no oigo,
y se secan mis ojos,
y este pulso incansable
cesa de pronto. 


Y junto a la llave,
las ilusiones se pierden;
no se esfuma tu rostro,
es mi alma que muere.




Alejandro Laurenza


viernes, 9 de diciembre de 2016

DESCUERPACION

 
He logrado des-armar
todas mis extructuras
he convertido a polvo
mis aprehensiones
haciendo añicos las esperanzas
y convertido a nada los posibles futuros
he dado al vino
la calidad de náucea de amanecer inadvertido
y al agua convertido en sequedad oscura
que espera mi retorno
de arena renovada
he escupitajeado mis probables palabras
convertidas todas , ya en yermedales.


A la realidad he dicho asco
y a la cama mentira
he vomitado, todas las horas en espera
y disecado los recuerdos.


Curvan ahora sus espaldas
los negados oxígenos
que giran en la esquina más cercana
acercándose de colores renovados
como queriendo conquistar a mi nariz
que niega los ojos a sus colores
que de avernos son traslucidos.


Y la mueca dice nada
del desprecio por el que invade
que no permite tumbar al tiempo
pero dice si a mis volúmenes
y digo asco
y soy sonrisa
y digo muerte
y soy vida
y digo adios
y parezco eterno
queriendo vaciar mis ropas
sin poder des-almarme.



 Genaro Albaino

jueves, 8 de diciembre de 2016

DESDE ENTONCES

 
Sin tu presencia, se me ha helado el amor
en las puertas del alma.


Toda mi vida ha sido solamente
el camino más corto para hacerte feliz.


Y tan torpe, y tan pobre, me he dejado escapar
tu sonrisa por entre los balcones abiertos
de mi solitario corazón destrozado.


Ahora sí que sabemos cómo éramos antes.


Ahora sí que comprendo el amor que nos dimos.


Ahora estamos distantes y unidos de la mano
y sólo los cipreses nos disputan los besos.


No te has ido de mi. Has entrado tan hondo
que no puedo abrazar tu cuerpo como antes.


Nada más.
Y ahora sí que comprendo tu celo por amarme.


¡Qué tiempo malgastado amasando futuros!


¡Qué sabor agridulce de recuerdos!
¡Qué noche me amenaza con hundirme las sienes!




Juan Andivia

miércoles, 7 de diciembre de 2016

AMOR INFINITO


Llueve en silencio, que esta lluvia es muda
y no hace ruido sino con sosiego.


El cielo duerme. Cuando el alma es viuda
de algo que ignora, el sentimiento es ciego.


Llueve. De mí (de este que soy) reniego...


Tan dulce es esta lluvia de escuchar
(no parece de nubes) que parece
que no es lluvia, mas sólo un susurrar
que a sí mismo se olvida cuando crece.


Llueve. Nada apetece...

No pasa el viento, cielo no hay que sienta.

Llueve lejana e indistintamente,
como una cosa cierta que nos mienta,
como un deseo grande que nos miente.


Llueve. Nada en mí siente...




Fernando Pessoa

martes, 6 de diciembre de 2016

ELEGIA A ALI PRIMERA


En una rebelión de hojas marchitas
que el viento esparcirá por el camino,
en la misma vereda en la que vino
y que golpe tras golpe la transitas. 


En el mismo solar donde gravitas,
de este lado implacable del destino,
al borde de los ratos junto al vino
donde fueron a dar todas tus cuitas. 


Canoa frente al viento huracanada
buscando enloquecida su corriente,
ráfaga entre tiniebla iluminada

golpeteando el quejido duramente,
quedará tu existencia enarbolada
al pie de los recuerdos dulcemente. 


Hermano Alí, el de la Patria Buena,
hecho de sangre, barricada y pueblo.
Hermano de Jesús, el camarada,
pendiente del juguete aquí en la tierra. 


Sembraste la justicia a mano llena
disparando en la vida tus canciones
con ronca voz y corazón al vuelo...
las flores hoy palidecieron. 


Alí, sabemos que la marcha es lenta
y sigue siendo marcha, camarada,
en cada Nicaragua de la tierra. 


La llovizna y el cielo camaradas,
todos los camaradas de la tierra
sembrarán hasta el fondo la alborada. 


A partir de tu muerte tempranera
entre la rabia y la ternura tuyas
nuestra vida será la camarada
que puño en alto acortará caminos. 


Acortará el camino a la llovizna
para que abone la simiente a tiempo;
acortará el camino a la alborada
para que se abra la mañana en fuego. 


A partir de tu muerte, camarada,
sabemos que hacen falta muchos golpes
para matar la muerte y su carnero. 


A partir de tu muerte, Alí Primera,
le nacerán pestañas a la aurora
para que llegué al corazón del pueblo.




Pablo Mora


lunes, 5 de diciembre de 2016

ANVERSO

 
No veo tu sonrisa entre mis labios
apurar la prolongada espera
en tu abandono de luciérnaga a la noche;
sólo tengo asida entre mis brazos
la inexpresable lucha
de penetrar en el bosque sin fondo de tu sueño
que empieza en la penumbra.


Sólo el afán de arañar las escamas de la tierra
y volcar la savia del origen
en tu canasto de riveras blandas,
para encontrarte a ti,
en el hueco de tus verdes plantaciones
como un todo revuelto entre mis manos.


Sólo mis párpados abiertos
confundidos en el incendio de absorberte
en tu acuario de humo,
bajo la soledad de unos cerebros desyelmados.


No veo tu presencia desdoblada
ahondarme y contenerme,
sólo mi furia de hombre
en las grietas de ti misma
persiguiéndote sin alcanzarte.


Sólo la noche posada en tus cabellos,
la noche raspándonos los ojos,
la noche uniéndonos y separándonos
como división eterna entre los cuerpos.




Homero Aridjis

domingo, 4 de diciembre de 2016

MUJER DE FUEGO


Les contaré que existe una mujer
que me persigue en cientos de llamas.
Me busca segundo por segundo debajo de su cama,
en el jabón que corre por su cuerpo,
detrás de cada puerta o encima de la luna.


Morena, yo soy libre como una ola,
tengo un corazón repartido entre muchas,
mi lengua envuelta en quizás qué ropas,
mi sangre en tantos cabellos ondulados o
verás mis huesos derretidos en esas sábanas ardiendo.


Mujer de fuego, no me persigas con tu amor de miel,
no me sigas, muchacha, un beso no significa
la eternidad del cuerpo entero junto a tu boca;
un beso es un niño rebelde que arde
en el musical latido de mis labios.


No puedo negar que tu pecho atrae a los planetas;
querida, me deslumbran tus ojos de niña y
tu rostro como un espejo lleno de pecado.


El amor corre de boca en boca y
de mano en mano sobre el hombre y la mujer.


Qué vale tanto acoso a las venas de mi corazón!
Ha llegado el momento de desearte buen viaje y
dejarte tan simple como una gota de lágrima,
Adiós amor, no me sigas pues ya ha desaparecido el poeta
en las rojas cenizas de la mujer de fuego.




Santiago Azar

sábado, 3 de diciembre de 2016

DESCABALADA CIENCIA

 
Descabalada ciencia misteriosa
nuestra felicidad:
esta brisa tranquila bajo el sol del espíritu,
breve tregua del alma con los cielos azules
que fomentan acaso el inmortal anhelo
de una alada conciencia más allá de la muerte.


Dulce engaño del cuerpo que ha gozado
su alto vuelo de sal sobre otro cuerpo,
y ligero se siente, y sus alas procuran
espantar un instante su condición orgánica
para soñarse un día
—corrompida la fruta—
sabor agradecido, aroma al menos,
ingrávida memoria de la dicha
que es ahora en la tarde.


Parece hoy suficiente salvación
albergar la esperanza
de una muerte que sea duermevela,
cansancio vespertino en el verano
satisfecho y redondo de haber sido,
contemplativo exilio, amortiguado eco
lejano y cadencioso de nosotros.


Firmamento irisado de los días felices,
quién pudiera salvarte,
como imagen cumplida del trayecto,
en la hueca retina del no ser,
o siquiera preñar el negativo
estricto de la nada que seremos
con el polen de luz de esta alegría.




Vicente Gallego

viernes, 2 de diciembre de 2016

LA PARTIDA



Como un rey de este mundo perdido en las leyendas,
solo, con calculado silencio, señor de la nada
a quien despierta un alcatraz
al amanecer
—entre la sal dormida un ala ardiente, un mensaje
deja caer una pluma caudal
y se hace la luz del otoño.


Pero, antaño, creedme, toda la mar lo sabe.


Estaba escrito sobre las olas tormentosas,
sobre los días de valor
está ya escrito,
con maderos y sombras verdes
—en hexámetros el ímpetu y la perfidia—
con despojos de grandes navíos.
La historia no se ocupa y, sin embargo, aún
falta agregar la arrogante, mortífera obediencia
de la flota, cohorte de aves, bandada
o el espíritu sombrío y de tan alta condición
bramando entre los escollos
entre indicios de peste y malos augurios.



Blanca Andreu

jueves, 1 de diciembre de 2016

LA GUERRA


Una palabra perversa,
de difícil comprensión,
que me trae tanta amargura
y tanta desilusión,
que con solo mencionarla
se me parte el corazón. 


La guerra,
palabra necia y pueril,
que desemboca en el llanto
en la pena y el morir,
¿quién no tiembla al escucharla?,
¿quién se puede resistir
al llanto de tanta gente?,
gente que puede morir,
y esto no es todo lo malo,
lo peor está por venir,
las matanzas de inocentes,
a tus hijos ver morir,
a tus mayores lisiados
intentando resistir,

La guerra,
una palabra incoherente
que no puedo definir,
y al no poder comprenderla
solo me queda decir,
que aquellos que las provocan
y quien la apoye también,
reciban como castigo
el de no poder dormir,
que sueñen todas las noches
viendo a las gentes morir,
a los niños mutilados
y a los ancianos sufrir,
y que el día de su muerte
les vengan a recibir
las almas de aquellas gentes
a los que ayudó a morir,
que solo el que da la vida,
es quien la puede pedir.




El Maestro