domingo, 23 de septiembre de 2018

CANCIÓN PRIMERA



Pintura de Edvard Munch

Se ha retirado el campo
al ver abalanzarse
crispadamente al hombre. 


¡Qué abismo entre el olivo
y el hombre se descubre!

El animal que canta:
el animal que puede
llorar y echar raíces,
rememoró sus garras. 


Garras que revestía
de suavidad y flores,
pero que, al fin, desnuda
en toda su crueldad. 


Crepitan en mis manos.
Aparta de ellas, hijo.
Estoy dispuesto a hundirlas,
dispuesto a proyectarlas
sobre tu carne leve. 


He regresado al tigre.
Aparta, o te destrozo.

Hoy el amor es muerte,
y el hombre acecha al hombre.




Miguel Hernandez

No hay comentarios:

Publicar un comentario