¡Cuánto catorce ha habido en la existencia!
¡Qué créditos con bruma, en una esquina!
¡Qué diamante sintético, el del casco!
¡Cuánta más dulcedumbre
a lo largo, más honda superficie:
¡cuánto catorce ha habido en tan poco uno!
¡Qué deber,
qué cortar y qué tajo,
de memoria a memoria, en la pestaña!
¡Cuanto más amarillo, más granate!
¡Cuánto catorce en un solo catorce!
Acordeón de la tarde, en esa esquina,
piano de la mañana, aquella tarde;
clarín de carne,
tambor de un solo palo,
guitarra sin cuarta ¡cuánta quinta,
y cuánta reunión de amigos tontos
y qué nido de tigres el tabaco!
¡Cuánto catorce ha habido en la existencia!
¿Qué te diré ahora,
quince feliz, ajeno, quince de otros?
Nada más que no crece ya el cabello,
que han venido por las cartas,
que me brillan los seres que he parido,
que no hay nadie en mi tumba
y que me han confundido con mi llanto.
¡Cuánto catorce ha habido en la existencia!
Cesar Vallejo
No hay comentarios:
Publicar un comentario