sábado, 14 de febrero de 2015

MESA DEL ALBA

 
La mesa en la mañana me espera con 

su silla,
 
mas se sienta la ausencia familiar a la 

mesa.

La mesa en la mañana hasta mis ojos 

brilla,
 
cuando estoy frente a ella con mi sola 

cabeza.

Es una gota parda que brilla su rocío,
 
entre sillas que esperan todo el día 

pacientes.

Como un rayo de sol a calentar el frío,
 
un hombre al desayuno se lanza con 

sus dientes.

Sobre el pardo rocío que desayuno 

alienta,
 
es pájaro la lengua de este hombre 

sentado.

Y conversa con otro que a su lado se 

sienta,
 
y también como un rayo de sol sentado 

al lado.

Y así nace el gorjeo matinal de la casa.

¡A donde brilla un sol que es comedor 

brillante,
 
de la cocina vino la vaporosa taza,
 
desde el mismo horizonte con su día 

fragante!



Alberto Rubio

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