La mesa en la mañana
me espera con
su silla,
mas se sienta la ausencia familiar a la
mesa.
La mesa en la mañana hasta mis ojos
brilla,
cuando estoy
frente a ella con mi sola
cabeza.
Es una gota parda que brilla su rocío,
Es una gota parda que brilla su rocío,
entre sillas que esperan todo el día
pacientes.
Como un rayo de sol a calentar el frío,
un hombre al desayuno se lanza
con
sus dientes.
Sobre el pardo rocío que desayuno
Sobre el pardo rocío que desayuno
alienta,
es pájaro la lengua de este hombre
sentado.
Y conversa con otro que a su lado se
sienta,
y también como un rayo
de sol sentado
al lado.
Y así nace el gorjeo matinal de la casa.
Y así nace el gorjeo matinal de la casa.
¡A donde brilla un sol que es comedor
brillante,
de la
cocina vino la vaporosa taza,
desde el mismo horizonte con su día
fragante!
Alberto Rubio
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