"Sumérgete en el océano de emociones tejido por palabras, donde cada verso es un eco del alma y cada estrofa es un viaje hacia la profundidad del corazón: Bienvenido al santuario de la poesía, donde los sueños danzan entre líneas y los sentimientos florecen en cada palabra."

martes, 15 de noviembre de 2016

TU LA QUE FONDEAS EN MIS VERSOS


Tú, mi barco pirata...
¡cómo te abordo y te tomo!
Seducido por tu hermosura,
culmina mi madurez en ti,
¡oh mujer de arriba abajo,
que andas sobre la punta de los pies
y arrojas brillantes y amorosos dardos! 


Ven conmigo a la mar;
bañémonos desnudos en su playa,
y plenos de pasión dejemos
que nos purifique el sol del mediodía. 


Yo no soy astuto, como Ulises,
ni destiño lo teñido con púrpura del mar,
ni mis antojos son caros y perjudiciales
al alma y al cuerpo, ni mi carro
va en pos de las ninfas marinas. 


No, ¡todo es mentira!
Pero anhelo cosechar de tu feminidad,
extasiarme, a tu vera,
con la menuda palabra que yerra,
y en el error hallar la certeza,
la vis que nos permita
amarnos por encima del imperio. 


Hay muchas maneras de decir «te quiero»,
como soles bañando con sus cálidos rayos
la inmensidad en incesante movimiento. 


Te quiero con la mirada,
te enamoro con arrullos y besos,
con el tacto avivo tu cuerpo
que súbitamente recobra vida. 


Tú, mi barco pirata,
la que mantiene la cabeza sobre el agua
y me susurra un «te quiero»,
la que fondea en mis versos
y despliega sus velas en el mar de mis adentros,
la que reposa en mi pecho,
despeinados sus cabellos,
y va besándome en silencio,
la que florece en alma y cuerpo
y se hace a la mar de nuestro lecho, ...
tú, digo, cuya potencia amatoria
no tiene igual bajo el firmamento,
en el piélago te engolfas y nutres mi sentimiento. 


Luego, con palabras te sosiego,
arrebatándote inesperadas lágrimas
que nos unen también párpados adentro. 


Cuando te cubras de cabellos blancos,
vestiré tu anciana belleza de corazones
tan albos cual estrictos sombreros blancos. 


Finalmente un beso, con viento favorable,
y zarpar dándonos todo el reposo,
mientras en algo nos perdemos.





Juan Jose Reyes Rios

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