"Sumérgete en el océano de emociones tejido por palabras, donde cada verso es un eco del alma y cada estrofa es un viaje hacia la profundidad del corazón: Bienvenido al santuario de la poesía, donde los sueños danzan entre líneas y los sentimientos florecen en cada palabra."

sábado, 30 de marzo de 2013

INAUGURACION DE UN MONUMENTO



 
A Vicente Aleixandre

                                                                      
     
     Los hombres graves desaparecieron
después de haber clavado al mediodía
su bastón de solemnidad.

     Quedó sola la estatua. y quedó el niño
a su sombra, riendo. Era evidente s
como la hoja verde; inexplicable
también como la hoja verde.

     ¿Qué hacía el niño aquel? ¿Quién era? ¿Cómo
vino hasta allí? y ¿por qué? Súbitamente
el niño desapareció.
Y no como los hombres de antes, esos
del canto llano del discurso.

No: como un ángel o una melodía;
así fue: como el viento o el amor.

La estatua aquella señalaba
hacia el lugar justo del hombre,
el que rompía sus cadenas, lágrima
a lágrima. Y su exvoto era la propia
estatua, cincelada verso a verso,
imán para el recuerdo, testimonio
liberador, inmortalizador.
Allí, donde indicaba el brazo. Allí
estaría el poeta, el hombre, oculto,
acechando su gloria, imaginando
lo por venir. Detrás de los arriates
estaría su vida clara,
sin peso. Entré...

                                    Allí estaba
el niño. Y comprendí.



José Hierro

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