EL
OLVIDO
Todo
el amor en una copa
ancha
como la tierra, todo
el
amor con estrellas y espinas
te
di, pero anduviste
con
pies pequeños, con tacones sucios
sobre
el fuego, apagándolo.
Ay
gran amor, pequeña amada!
No
me detuve en la lucha.
No
dejé de marchar hacia la vida,
hacia
la paz, hacia el pan para todos,
pero
te alcé en mis brazos
y
te clavé a mis besos y te miré como jamás
volverán
a mirarte ojos humanos.
Ay
gran amor, pequeña amada!
Entonces
no mediste mi estatura,
y
al hombre que para ti apartó
la
sangre, el trigo, el agua
confundiste
con
el pequeño insecto que te cayó en la falda.
Ay
gran amor, pequeña amada!
No
esperes que te mire en la distancia
hacia
atrás, permanece
con
lo que te dejé, pasea
con
mi fotografía traicionada,
yo
seguiré marchando,
abriendo
anchos caminos contra la sombra, haciendo
suave
la tierra, repartiendo
la
estrella para los que vienen.
Quédate
en el camino.
Ha
llegado la noche para ti.
Tal
vez de madrugada nos veremos de nuevo.
Ay
gran amor, pequeña amada!
Pablo Neruda
LAS
MUCHACHAS
Muchachas
que buscabais
el
gran amor, el gran amor terrible,
qué
ha pasado, muchachas?
Tal
vez
el
tiempo, el tiempo!
Porque
ahora,
aquí
está, ved cómo pasa
arrastrando
las piedras celestes,
destrozando
las flores y las hojas,
con
un ruido de espumas azotadas
contra
todas las piedras de tu mundo,
con
un olor de esperma y de jazmines,
junto
a la luna sangrienta!
Y
ahora
tocas
el agua con tus pies pequeños,
con
tu pequeño corazón
y
no sabes qué hacer!
Son
mejores
ciertos
viajes nocturnos,
ciertos
departamentos,
ciertos
divertidísimos paseos,
ciertos
bailes sin mayor consecuencia
que
continuar el viaje!
Muérete
de miedo o de frío,
o
de duda,
que
yo con mis grandes pasos
la
encontraré,
dentro
de ti
o
lejos de ti,
y
ella me encontrará,
la
que no temblará frente al amor,
la
que estará fundida conmigo
en
la vida o la muerte!
Pablo Neruda
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