"Sumérgete en el océano de emociones tejido por palabras, donde cada verso es un eco del alma y cada estrofa es un viaje hacia la profundidad del corazón: Bienvenido al santuario de la poesía, donde los sueños danzan entre líneas y los sentimientos florecen en cada palabra."

lunes, 24 de octubre de 2016

CON CIEN PESOS EN LAS MANOS


Otra vez la lágrima,
de pie a cabeza me recorre la nostalgia,
de las rosas doradas de nuestros ojos.


Mis queridos compañeros,
les pido que junten cien pesos
en cada mano y levantemos dos cervezas,
así un brindis de espuma y calor,
desfilará como primavera entre los sueños.


Volverán nuestras risas de tarde en tarde,
los juegos y el caballo de bronce en el polvo;
las historias jamás terminadas.


Yo me traje de todos un poco,
el tren desde Santiago venía despacio
y no alcanzó a devorarse los recuerdos.


Me traje tus camisas, Edgardo,
tus botas que gritaban, Diego,
tus páginas y revistas, Oscar;
me traje toda una vida revuelta,
porque éramos tantos y sólo uno.


Fueron muchas las noches de sueños con versos perfectos,
muertos que volvían de sus tumbas a saludarnos,
porque la poesía nos conocía y nos besaba.


Nosotros éramos un poema que quedó inconcluso.


Volverán las cosas, las risas, los llantos,
tras los años en una lejana puerta,
ese dichoso abrazo de fuego;
un amigo en la distancia:  un lucero.


Tras los años, en alguna puerta lejana,
la propia juventud tras nuestras canas;
tras los años en alguna casa lejana,
con cien pesos en la mano y
el eterno brindis de seis muchachos
entre espuma, calor y sueños.




Santiago Azar

No hay comentarios:

Publicar un comentario