"Aquí las palabras laten. Cada verso es un latido, cada poema un refugio. Sumérgete en emociones que arden, que sanan, que susurran lo que el alma calla. Este no es solo un blog: es un santuario donde la poesía florece sin pedir permiso. Un rincón para sentir, llorar, recordar y volar. Bienvenido al lugar donde los sentimientos cobran forma y los sueños se escriben entre líneas."
domingo, 25 de marzo de 2018
SIERRA NEVADA
Cantar oigo los vientos de mi Sierra Nevada;
La de nieves perpetuas e inefable balada.
De belleza gigante, rotunda y colosal,
Grandiosa su presencia, su perfil peculiar.
Sus soberbias laderas anduvieron las recuas
De mulas, abrumadas de carga por sus sendas
Y los bravos neveros que en las cimas excelsas
Sacan el duro hielo de profundas cavernas.
Y regresan cantando por estrechas gargantas
Hasta la seca urbe que su frescor aguarda.
Audaces transitando por riscos y cañadas,
Por senderos inciertos y abismales escarpas,
Pasando por la vida robando a la montaña
Su nieve para darles frescura a la solana,
Desde blancos picachos y escabrosas laderas
Que ofrecen un festín de esplendor y belleza.
¿Do están las blancas nieves? ¿Do los hielos se guardan
Que aunque hondos y ocultos, bravos neveros hallan?
Gente ruda que brega; que a los montes despoja
De sus heladas nieves y las roba a las cárcavas;
Que se afana y que escruta el hondo en la montaña,
Cobrando con esfuerzo botín de escarcha blanca
Que Granada febril, anhela con nostalgia
El frescor de la Vega, del álamo y la acequia,
Caudales del Genil, regatos de la Alhambra,
Que es delicada gema, y es reina de prosapia.
Pues tan garbosa dama, de calinas tan ásperas
No soporta rigores de la calina cárdena
Y un sol que cada tarde, de noche y madrugada,
Marchita con sus rayos a la olorosa albahaca
Que con perfume encanta Sacromonte y Alhambra,
Del Albaicín las calles en noches embrujadas.
Y a finas azaleas de pulcra filigrana
Y a radiantes claveles que a brunos ojos guardan.
La sequía y ardores su blandura quebrantan;
Sus efluvios fragantes, la sequedad apaga.
Deslucen los mensajes que desde las persianas
Captan apuestos mozos que rondan las calzadas.
Noche, luna y luceros, frescor de madrugada
Necesitan las rejas y cierres de Granada
¿Adonde irán los mozos si en penumbra celada
No catan el olor de búcaros y plantas?
Que adornan entre nardos, los ojos de la amada,
De abéñula cercados y alguna vez de lágrimas.
Rafael Marañon
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