Pintura de Edvard Munch
Tu piel en mis manos es arcilla,
que se deja modelar al ritmo de mi deseo...
Te entregas...
Y en tu cuerpo suave agoniza la razón,
mientras tus sentidos me sienten...
Entonces...
Le doy a tus manos lo que ansía tu interior
mientras mi boca y la tuya desaparecen en el beso...
Allí...
Lleno tus vacíos con mi espacio despierto y,
sabiendo que el disfrutarte no es eterno,
troto en tu deseo, sin apurar el llegar a destino...
Escucho tus quejidos...
Y mis oídos los traducen en dedicación,
por eso, el explosivo estallido se demora
atesorando el tiempo de esta conexión,
extendiendo el plazo de saborearte...
La magia hermosa del momento
jamás cuestiona el después...
Será que he aprendido
que el para siempre no existe...
Solo el recuerdo de tu suave piel mi amor,
solo la memoria de nuestro deseo compartido
y estas ganas...
que no entienden de intervalos
y se mantienen siempre intactas,
siempre listas para vos...
Juan Leandro Alzugaray
"Sumérgete en el océano de emociones tejido por palabras, donde cada verso es un eco del alma y cada estrofa es un viaje hacia la profundidad del corazón: Bienvenido al santuario de la poesía, donde los sueños danzan entre líneas y los sentimientos florecen en cada palabra."
"Sumérgete en el océano de emociones tejido por palabras, donde cada verso es un eco del alma y cada estrofa es un viaje hacia la profundidad del corazón: Bienvenido al santuario de la poesía, donde los sueños danzan entre líneas y los sentimientos florecen en cada palabra."
No hay comentarios:
Publicar un comentario