LA PRÓDIGA
Yo
te escogí entre todas las mujeres
para
que repitieras
sobre
la tierra
mi
corazón que baila con espigas
o
lucha sin cuartel cuando hace falta.
Yo
te pregunto, dónde está mi hijo?
No
me esperaba en ti, reconociéndome,
Y
diciéndome: "Llámame para salir sobre la tierra
Y
continuar tus luchas y tus cantos?"
Devuélveme
a mi hijo!
Lo
has olvidado en las puertas
del
placer, oh pródiga enemiga,
has
olvidado que viniste a esta cita,
la
más profunda, aquella
en
que los dos, unidos, seguiremos hablando
por
su boca, amor mío,
ay,
todo aquello que no alcanzamos a decirnos?
Cuando
yo te levanto en una ola
de
fuego y sangre, y se duplica
la
vida entre nosotros, acuérdate,
que
alguien nos llama
como
nadie jamás nos ha llamado
y
que no respondemos
ante
la vida que negamos.
Pródiga,
abre
las puertas,
y
que en tu corazón
el
nudo ciego
se
desenlace y vuele
con
tu sangre y la mía
por
el mundo!
Pablo Neruda
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