Era una mañana y abril sonreía.
Frente al horizonte dorado moría
la luna, muy blanca y opaca; tras ella,
cual tenue ligera quimera, corría
la nube que apenas enturbia una estrella.
Como sonreía la rosa mañana,
al sol del oriente abrí mi ventana;
y en mi triste alcoba penetró el oriente
en canto de alondras, en risa de fuente
y en suave perfume de flora temprana.
Fue una clara tarde de melancolía.
Abril sonreía. Yo abrí las ventanas
de mi casa al viento... El viento traía
perfumes de rosas, doblar de campanas...
Doblar de campanas lejanas, llorosas,
süave de rosas aromado aliento...
...¿Dónde están los huertos floridos de rosas?
¿Qué dicen las dulces campanas al viento?
Pregunté a la tarde de abril que moría:
—¿Al fin la alegría se acerca a mi casa?
La tarde de abril sonrió: —La alegría
pasó por tu puerta-y luego, sombría—:
Pasò por tu puerta. Dos veces no pasa.
Antonio Machado
Un bello poema del poeta andaluz ANTONIO MACHADO, pletórico de metáforas aludiendo a sus estados aíímicos. Da rienda suelta a los sentidos, visualizando, encantadoras imágenes naturales relacionadas con sus sensaciones y sentimientos amorosos. Es un tratamiento del Amor revestido de muchos simbolismos, muy característico en la poesía de Machado. Un poema de claros y oscuros, donde los opuestos juegan con formas, colores y olores, que nos permiten disfrutar, el gran vuelo poético, de un grande de la literatura
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