miércoles, 31 de julio de 2013

DESNUDO


Azules casi en veta, 
      retraídos, mentales. 
Puntos de luz latente dan señales
 
      de una sombra secreta.
 
Pero el color, infiel a la penumbra,
 
      se consolida en masa.
 
Yacente en el verano de la casa,
 
      una forma se alumbra.
 
Claridad aguzada entre perfiles,
 
      de tan puros tranquilos
 
que cortan y aniquilan con sus filos
 
      las confusiones viles.
 
Desnuda está la carne. Su evidencia
 
      se resuelve en reposo.
 
Monotonía justa: prodigioso
 
      colmo de la presencia.
 
¡Plenitud inmediata, sin ambiente,
 
      del cuerpo femenino!
 
Ningún primor: ni voz ni flor. ¿Destino?
 
      ¡Oh absoluto presente!



Jorge Guillen

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