No consienten los dioses sino vida.
Todo, pues, rehusemos que nos alce
A irrespirables cimas,
Perennes mas sin flores.
La ciencia de aceptar tengamos sólo
Y, mientras de la sangre en nuestras
sienes,
No con nosotros mústiase
El mismo amor, duremos,
Cual vidrios a las luces transparentes
Y dejando escurrir la lluvia triste,
Tibios al sol caliente
Y reflejando un poco.
Fernando Pessoa
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