Sin
lástima y sin ira el tiempo mella
las heroicas espadas. Pobre y triste
a tu patria nostálgica volviste,
oh capitán, para morir en ella
las heroicas espadas. Pobre y triste
a tu patria nostálgica volviste,
oh capitán, para morir en ella
y
con ella. En el mágico desierto
la flor de Portugal se había perdido
y el áspero español, antes vencido,
amenazaba su costado abierto.
la flor de Portugal se había perdido
y el áspero español, antes vencido,
amenazaba su costado abierto.
Quiero
saber si aquende la ribera
última comprendiste humildemente
que todo lo perdido, el Occidente
última comprendiste humildemente
que todo lo perdido, el Occidente
y el
Oriente, el acero y la bandera,
perduraría (ajeno a toda humana
mutación) en tu Eneida lusitana.
perduraría (ajeno a toda humana
mutación) en tu Eneida lusitana.
José
Luis Borges
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