Gruesos
lazos de sombra
me amarran a la cama;
los ojos muy abiertos
ven huecos en la nada
mientras la brisa pasa
hurgando en la persiana
tiritando de grillos
y de leves fantasmas
disfrazados de lumbre
que las luciérnagas pálidas
le prestan en la noche
como estrellas aladas.
De pronto en las tinieblas
sobre el lienzo del tiempo
diseñado en recuerdos
mi retrato percibo;
mezclados los colores
con gruesas pinceladas
de trazos definidos.
Blanco puro, negro sombrío,
brillante rojo y suave verde nilo.
No hay paleta que alcance
para un retrato mío.
me amarran a la cama;
los ojos muy abiertos
ven huecos en la nada
mientras la brisa pasa
hurgando en la persiana
tiritando de grillos
y de leves fantasmas
disfrazados de lumbre
que las luciérnagas pálidas
le prestan en la noche
como estrellas aladas.
De pronto en las tinieblas
sobre el lienzo del tiempo
diseñado en recuerdos
mi retrato percibo;
mezclados los colores
con gruesas pinceladas
de trazos definidos.
Blanco puro, negro sombrío,
brillante rojo y suave verde nilo.
No hay paleta que alcance
para un retrato mío.
Maybell Lebron
Un bello descripción de la poetisa y cuentista Maybell Lebron,argentina de nacimiento, pero afincada en Paraguay desde los siete años Traspasa el límite de lo meramente físico, para adentrarse, en las profundidades del ser en soledad. En el túnel del tiempo, donde la escritora se topa y salta, distintas etapas existenciales, plasmadas de colores, formas y bellas metáforas naturales. Pinceladas suaves algunas y fuertes otras, que revelan el paso del tiempo, mostrándonos las huellas entre luces y sombras, que se agitan en un vuelo existencial que deviene de una mirada sombria, ausente y que marca puntualmente una etapa de vida, en la cual recuerda via la ensoñación, su paso por la vida...
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