"Sumérgete en el océano de emociones tejido por palabras, donde cada verso es un eco del alma y cada estrofa es un viaje hacia la profundidad del corazón: Bienvenido al santuario de la poesía, donde los sueños danzan entre líneas y los sentimientos florecen en cada palabra."

viernes, 6 de enero de 2012

EL VIRUS


Entré un tanto bullicioso y explorador. Fui recorriendo el amplio escritorio, distinguía perfectamente los iconos de la papelera de reciclaje, mi ordenador, el disco duro era como el de una doncella en ropa interior, uno de los tantos favoritos del usuario, y en especial, admiraba con respeto el icono del “Dios” de las redes y amo del universo, nuestro señor el Internet.
De no ser por él, mi contagio seria escaso y mi propagación casi nula, como todo virus curioso.
Fui adentrándome en los más recónditos centros del ordenador huésped, copiaba y copiaba archivos de todas las carpetas que me encontraba, - esta también, creo que esta también – con un pequeño toque, mi infección realizaba réplicas del archivo original, esta era una de las funciones principales que me dio mi creador, conforme me adentraba en el sistema operativo, mi instinto de virus me indicaba que el cazador  estaba al acecho, en ese preciso momento el miedo me invadió, ¿estará actualizado? pensé con nerviosismo.
 Le llamaban Dr. Panda, era un cazador muy eficaz en los ordenadores huésped, supe por Internet que eliminaba a miles de nosotros al día, debía cuidarme pues su fuerza y su valor eran inigualables. Escarbé cuanto pude en los archivos de registro, con algo de suerte terminaría por entorpecer el rendimiento del ordenador y habría logrado mi objetivo principal.
Me encontraba a salvo, pues las armas del Dr. Panda eran anticuadas, en ese instante, pero debía ser cauteloso ya que los refuerzos llegarían en cualquier momento. Casi lo logro, ya casi, suspiraba al ir multiplicándome con rapidez, súbitamente, el antivirus comenzó sin previo aviso, ¡mis copias empezaron a desaparecer una a una!, lo peor… ya estaba ocurriendo, la carpeta “mis documentos” había sido limpiada, mis réplicas eran desintegradas por el gran Dr. Panda, ¡debía huir!, me oculté con habilidad en los puertos de USB, ahí podría resistir un tiempo el exterminio masivo… sin embargo, fui tonto al creer que lograría escapar, en cuestión de segundos el cazador me detectó y comencé a desaparecer lentamente…
El usuario mostró una sonrisa satisfactoria al evento ocurrido, dio clic al cuadro de diálogo y leyó en la pantalla:
Mensaje del antivirus

“todas las amenazas han sido detectadas y eliminadas”.

                                                                                         sueco

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