Reyerta
En la mitad del barranco
las navajas de Albacete,
bellas de sangre contraria,
relucen como los peces.
Una dura luz de naipe
recorta en el agrio verde
caballos enfurecidos
y perfiles de jinetes
En la copa de un olivo
lloran dos viejas mujeres.
El toro de la reyerta
se sube por las paredes.
Ángeles negros traían
pañuelos y agua de nieve.
Ángeles con grandes alas
de navajas de Albacete.
Juan Antonio el de Montilla
rueda muerto la pendiente,
su cuerpo lleno de lirios
y una granada en las sienes.
Ahora monta cruz de fuego
carretera de la muerte.
*******
El juez, con guardia civil,
por los olivares viene.
Sangre resbalada gime
muda canción de serpiente.
-Señores guardia civiles;
aquí paso lo de siempre.
Han muerto cuatro romanos
y cinco cartagineses.
*******
La tarde loca de higueras
y de rumores calientes
cae desmayada en los muslos.
heridos de los jinetes.
Y ángeles negros volaban
por el aire poniente.
ángeles de largas trenzas
y corazones de aceite.
Garcia Lorca
Garcia Lorca
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