Pececito
esquivo,
caballito que monto,
delicia que no nombro,
y quiero, quiero, quiero.
Cuando te beso, acierto;
cuando te toco, creo;
si te acaricio mido
mi infinito deseo.
Mas te prolongas lejos;
eres más, eres lo otro,
lo que nunca apreso
aunque te toco y beso.
siempre un poco esquiva,
siempre resbalada,
tú, que nunca entiendo,
y quiero, quiero, quiero.
caballito que monto,
delicia que no nombro,
y quiero, quiero, quiero.
Cuando te beso, acierto;
cuando te toco, creo;
si te acaricio mido
mi infinito deseo.
Mas te prolongas lejos;
eres más, eres lo otro,
lo que nunca apreso
aunque te toco y beso.
siempre un poco esquiva,
siempre resbalada,
tú, que nunca entiendo,
y quiero, quiero, quiero.
GABRIEL CELAYA : Poeta español de la generación literaria de posguerra. Qué bonito este poema de amor !. Lo leo, río, sonrío y me identifico, con lo expresado, por éste señor de las letras españolas ! Un poema de neto corte sensual, con un lenguaje conciso y claro. Plasma en versos, las sensaciones que experimenta, con el objeto de su amor, tan cerca y tan lejos a la vez, situación que pinta, con metáforas que me hacen sonreír y a la vez experimentar su deseo y sentimiento a flor de piel.
ResponderEliminar