"Sumérgete en el océano de emociones tejido por palabras, donde cada verso es un eco del alma y cada estrofa es un viaje hacia la profundidad del corazón: Bienvenido al santuario de la poesía, donde los sueños danzan entre líneas y los sentimientos florecen en cada palabra."

viernes, 16 de diciembre de 2011

BANDOLERO


En la España de final de siglo diecinueve y principios del siglo veinte. Los bandoleros transitaban por la serranía andaluza como perro por su casa. Estos malhechores, en la mayoría de las ocasiones estaban amparados por el poder político e incluso por el cacique de turno, motivo por el cual se movían con total impunidad, solo temían a la guardia civil, pero esta no podía emplearse a fondo como quisieran , debido a las complicidades de los caciques políticos con los bandidos.
Era uno de los bandoleros mas famosos. Se llamaba José “el Pastor”, natural de la provincia de Córdoba. Era alto y desaliñado. Pero una pelea le llevo a matar a un hombre que intentaba cortejar a su novia, se marcho huyendo hacia la sierra de Ronda.
Allí se enrolo en las filas de un conocido bandolero que merodeaba en la zona, pronto se hizo el jefe y tenia bajo sus ordenes a mas de cincuenta hombres, las gentes de los pueblos y cortijos cercanos, vivían aterrorizadas, les robaba, los maltrataba y ultrajaba a sus mujeres.
No recibió educación alguna y antes de desaparecer, se dedicaba al oficio de pastor con su padre, de hay le viene el apodo con el que era conocido.
Las correrías y atracos de su banda, fueron incesantes, a estas se unieron las de otras partidas de bandoleros, que asolaban la zona sur andaluza. Hubo un momento en el que la presión de los bandoleros en la política local de aquella zona fue tan importante que comenzó a preocupar a la monarquía, ya que el rey mandó un alto cargo militar a pactar una solución viable con los capitanes de determinadas partidas de bandoleros. El general los fue llamando uno por uno, con emisarios que les llevaban una carta, para reunirse con ellos en el lugar que ellos decidieran, iría solo con cuatro hombres y un escribiente para anotar todo lo que allí se dijera. Se reunió con cada uno de los capitanes de las distintas bandas, cuando habló con José el “Pastor” le dijo:- te concedemos el perdón individual a cambio de que entregues a tus hombres,- yo no soy un traidor y si quiere que lleguemos a un acuerdo, empiece con ofrecer el perdón a todos mis hombres si no es así ya se puede usted marchar-, dijo el bandolero levantándose, se monto en su caballo y desapareció.
Tras comunicar el general lo dicho por los bandoleros al rey, este indico un nuevo ofrecimiento a José “el Pastor”, que todos sus hombres serian indultados a cambio de la captura de las partidas de José Maria “el Tempranillo” y la de José Luis Germán “el Venitas”.La respuesta de José “el Pastor” fue clara o ¡todos o ninguno!.
El rey concedió el indulto a todos los bandoleros de la zona Andaluza, a cambio de vivir pacíficamente, los bandoleros podrían conservar los bienes obtenidos en sus fechorías.
A pesar de haber apaciguado la actividad delictiva en tierras andaluzas, la prensa publico un articulo que levanto polémica al decir “que el rey se había doblegado ante los bandoleros”.
Con el indulto conseguido José “el Pastor” regreso a su pueblo a llevar una vida tranquila, pero no seria tan fácil los vecinos no le perdonaban que durante años los hubiera estado sometiendo.
Una mañana de abril apareció su cuerpo, tirado en las afueras del pueblo, las autoridades y forenses determinaron que había muerto a consecuencia de los navajazos que presentaba su cuerpo, manifestando, que seguramente lo había matado algún o algunos de los enemigos, que no estaban de acuerdo con el indulto que le habían concedido.
José “El Pastor” tuvo un entierro triste y desierto, solo iba detrás del ataúd el enterrador.

sueco

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