llegue a casa era medianoche. Estaba situada al pie de una colina, envuelta en niebla. Era una casa pequeña de impresionante construcción tenia los muros negros igual que el carbón, aquellas ventanas de formas góticas me daban escalofríos, iba solo pero al acercarme veía sombras, se movían en la oscuridad, no se cuantas eran pero no me importaba.
Al
llegar me di cuenta que era mas pequeña de lo que parecía, la
puerta era de color oscuro y tenia unos grabados extraños, cuando
llegue estaba abierta, pase al recibidor y me diriji a la escalera, decidí subir al salón.
Estoy
viejo y demacrado, sentado en mi sillón junto a la chimenea, un aire
frió entra en la estancia, los brazos comenzaron a temblar sin
poderlos contener, sabia que era la señal de que mi vida estaba
llegando a su fin, mire a mi alrededor pero estaba solo, de pronto un
hedor apestoso se apodero del salón, sentí ganas de vomitar, quise
salir corriendo pero no me podía mover, era como si estuviera
anclado al suelo, me di cuenta que el corazón latía demasiado
deprisa, temí que algo podía ocurrirme, el aire frío secó mi
sudor, pero no se llevaba el hedor, definitivamente el miedo se
apodero de mi sabia que si seguía así iba a morir.
Mi
vida paso por mi mente como una película intentando encontrar algo
de mi infancia que me hubiera hecho feliz, pero no vi nada, es
extraño, pero así es, mi supervivencia había sido dura, no tuve
niñez mi madre murió y mi padre me abandonó, me crié solo en las
calles.
No
se que me hizo girar la cabeza, pero estaba unos pasos mas allá,
se acercaba despacio, era el final, mi existencia se apagaba con la
misma tristeza que la viví ella me cogió de la mano, y me llevó al pozo de la
soledad.
sueco
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