lunes, 30 de julio de 2012

LA DESCONOCIDA





 Inclino mis recuerdos 
sobre un vino nocturno 
para hundirme en la limosna 
de otra noche. 

He llegado hasta el límite 
que nada nos indulta. 

Al filo del abismo 
de una copa borgoña 
debo precipitarme 
para evadir el grito 
que emerge 
repentino. 

¿Sabrán reconocerme 
cuando nazca el retorno?



Teresa Palazzo Conti

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