- A un soldado, que sucumbido en un
- hecho de armas, se quedó un rato en pie después de muerto.
-
Tu obstinado cadáver nos advierte
que hay vida muerta, pero no vencida,
pues sólo en tu valor, sólo en tu vida,
algo miró después de sí la muerte. -
Fuerte es la Parca, pero tú más fuerte;
no se debió a su golpe tu caída;
tú contra ti la ayudas ya rendida,
que, ¿quién pudiera, sino tú, vencerte? -
Tú dividiste el trance indivisible
de morir y postrarte, tan altivo,
que en el daño común no hallas ejemplo. -
¿Cuánto más que inmortal y que
invencible
contemplaré que fuiste cuando vivo,
si el cadáver intrépido contemplo?
Gabriel
Bocángel
No hay comentarios:
Publicar un comentario