Se
me quedó en lo hondo
una visión tan clara,
que tengo que entornar los ojos cuando
intento recordarla.
A un lado, hay un calvero de solares
en frente, están las casas alineadas
porque esperan que de un momento a otro
la Primavera pasará.
Las sábanas,
aún goteantes, penden
de todas las ventanas,
el viento juega con el sol en ellas
y ellas ríen del juego y de la gracia.
Y hay las niñas bonitas
que se peinan al aire 1ibre.
Cantan
los chicos de una escuela la lección.
Las once dan.
Por el arroyo pasa
un viejo cojitranco
que empuja su carrito de naranjas.
una visión tan clara,
que tengo que entornar los ojos cuando
intento recordarla.
A un lado, hay un calvero de solares
en frente, están las casas alineadas
porque esperan que de un momento a otro
la Primavera pasará.
Las sábanas,
aún goteantes, penden
de todas las ventanas,
el viento juega con el sol en ellas
y ellas ríen del juego y de la gracia.
Y hay las niñas bonitas
que se peinan al aire 1ibre.
Cantan
los chicos de una escuela la lección.
Las once dan.
Por el arroyo pasa
un viejo cojitranco
que empuja su carrito de naranjas.
Damaso Alonso
Un bonito y pintoresco poema de DAMASO ALONSO, poeta y crítico español. Describe un barrio rural, en un día soleado y ventoso, que se puede relacionar con la visita próxima de la primavera, que juega y nos acaricia de luz y aire. Es una narración costumbrista, de gran calidad, en cuanto a la observación de la realidad , de cualquier pueblito campestre. DAMASO traza con maestría, los matices sensoriales, que se aprecian en comarcas rurales. Un poema fresco, adornado con imágenes, sonidos y aromas, que nos llegan deliciosamente reales.
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