Una
señora, viuda encontró impensadamente un retrato
de su amado esposo de quien le quedaron felices hijos
Filis, en cuyo amante muerte fiera
robó mas alma que dejó a su vida,
y de su esposo la mortal herida
en huérfanas reliquias hoy venera,
vio un retrato, una imagen lisonjera,
de verdadero amor, sombra fingida,
y, en viéndola, a consuelo introducida,
conoció no ser alma verdadera.
Escrupulosa en ver que se divierte,
«¡ay! -dijo- amante amado, no me atrevo
a ver tu sombra, pues de ti me privo;
tan toda el alma concedí a tu muerte
que ya no he de poder sentir de nuevo
ni aun el dolor de no mirarte vivo».
de su amado esposo de quien le quedaron felices hijos
Filis, en cuyo amante muerte fiera
robó mas alma que dejó a su vida,
y de su esposo la mortal herida
en huérfanas reliquias hoy venera,
vio un retrato, una imagen lisonjera,
de verdadero amor, sombra fingida,
y, en viéndola, a consuelo introducida,
conoció no ser alma verdadera.
Escrupulosa en ver que se divierte,
«¡ay! -dijo- amante amado, no me atrevo
a ver tu sombra, pues de ti me privo;
tan toda el alma concedí a tu muerte
que ya no he de poder sentir de nuevo
ni aun el dolor de no mirarte vivo».
Gabriel Bocángel y
Unzeta
Un bonito soneto del cancionero romántico de GABRIEL BOCANGEL y UNZETA, poeta y dramaturgo del "SIGLO DE ORO " de la literatura española. Precursor de la zarzuela. De una especial sensiblidad y melancolía, para matizar sus creaciones. Es un soneto amoroso y un lamento de un amor cotesano. Analiza las relaciones entre " dama y amante ", entre " señora y vasallo ", y despierta su ambivalencia emocional, que plasma con maestría, en versos donde se entremezclan los opuestos, siempre presentes y una constante en toda creación poética.
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